Dicen que no hay mejor defensa que un buen ataque, y los abogados que patrocinan a River parecen haber utilizado esta idea para confeccionar el descargo del club de Núñez sobre los lamentables incidentes que se produjeron antes del partido con Lanús.
El eje central de la historia lo pusieron en los dichos de Javier Castrilli. A tal punto que decidieron recusar al titular de la Subsecretaría de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos. ¿Por qué motivo? Piden que se aleje de la causa porque consideran que incurrió en "prejuzgamiento", todo esto tras las declaraciones periodísticas que realizó sobre eventuales penas que le corresponderían a la entidad "millonaria". ¿Qué opina el ex árbitro? Gente allegada a él comentó que "cada uno está en su derecho de pedir lo que quiera". En el escrito alegan que Castrilli tiene un "prejuicio personal absolutamente incompatible con el recto ejercicio de la alta función administrativa que el Poder Ejecutivo de la Nación le ha encomendado". La presentación afirma que sólo sustenta su acusación en actas policiales, informes de detenidos y fotografías, más "18 notas periodísticas" y advierte que los incidentes no ocurrieron dentro del marco del partido de fútbol entre River y Lanús, sino en un lugar adjunto al estadio. En este último punto se ha basado la defensa para solicitar que dejen sin efecto el veto (impedimento para que se jueguen los partidos del torneo) que pesa el Monumental, que sería de cinco fechas. Inclusive, anoche un socio, que además es abogado, le comunicó a la dirigencia que tenía en sus planes hacer una presentación en ese sentido, solicitando que no recaiga sobre la cancha ninguna clausura. Pero antes de que trascendiera la noticia de la recusación, Castrilli formuló declaraciones. Y otra vez fue muy duro con los dirigentes y los barrabravas. El funcionario concluyó en que "los testimonios que nos están brindando son contundentes", y luego agregó que los directivos "usan a las barras para mantenerse en el poder, por medio de un pacto de connivencia". Es cierto que se encuentran en esa situación por miedo, porque los aprietan a ellos o a la familia, pero que eso no debe suceder, no pueden transar con esa mugre. Hay que vencer el miedo y que todos deben colaborar en las investigaciones. Yo también tengo familiares trabajando en River y lamentaría que ellos pierdan su trabajo, pero no me puedo tirar atrás". Sobre el veto del estadio, Castrilli añadió: "La cancha está inhabilitada y River deberá presentar un descargo muy concluyente si pretende que la sanción se levante en el corto plazo". En otro momento de sus explicaciones, el funcionario comentó: "Hay una responsabilidad de los organizadores. Paralelamente uno se agarra la cabeza con lo que pasó en Mendoza. Saben que están durmiendo con el enemigo". Finalmente, Castrilli manifestó: "Esto pinta de cuerpo entero el nivel de peligrosidad, de angustia que deben haber vivido todas las familias, mujeres, chicos, abuelos que ese día estaban en los quinchos comiendo un asado, son cosas que no pueden volver a suceder".