Con dos goles de Juan Román Riquelme, la figura del torneo, el equipo Miguel Angel Russo se impuso 2-0 a los brasileños, obtuvo el sexto título continental y quedó a solamente uno de los conseguidos por Independiente. Además volverá a Japón, debido a que se clasificó para jugar el Mundial de Clubes.
Una vez más Boca es el campeón de la Copa Libertadores de América. Por méritos propios, por desaciertos ajenos y porque tuvo en Juan Román Riquelme a la figura de la competencia. Hoy lo volvió a demostrar, liquidando una final que parecía resuelta hace siete días. Fue 2-0 a Gremio, en Porto Alegre. Fiesta xeneize. Fue un comienzo sin pausa, con Gremio presionando y eligiendo atacar por la izquierda y Boca esperando en su campo por una contra. Iban y venían, pero hasta el área, ya que ninguno de los dos exigía a los arqueros (lógicamente el más necesitado era el local). El planteo del equipo de Russo era claro: tener la pelota el mayor tiempo posible, por eso era imprescindible que pasara por los pies de Riquelme. Los laterales no superaban la mitad de la cancha, los volantes se desprendían en caso de ser necesario y todo dependía de lo que arriba pudieran generar Palacio y Palermo. Gremio tuvo que esperar hasta los 20m para, al menos, generar alguna sensación de peligro, cuando una pelota llegó al punto del penal aunque ni Carlos Eduardo ni Tuta lograron definir bien. Como suele sucederle a los brasileños la presión les duró poco. Boca empezó a controlar el encuentro, a no sufrir en el fondo y tuvo una clara a los 27m en los pies de Palacio, que perdió el duelo con Saja. El desarrollo anodino sólo se estremeció cuando a los 41m Diego Souza encaró por la derecha y sacó un sorpresivo derechazo que pegó en el travesaño. Fue la última y la única de Gremio en el primer tiempo, demasiado poco para soñar con algo. Como en el final de la etapa inicial el palo, esta vez ante un cabezazo de Schiavi (ingresó por el lesionado Teco), salvó a Boca. Iban cinco minutos, se iba la última chance para que el local intentara una levantada. Todas las limitaciones de Gremio se evidenciaban en el campo y Boca, en la primera oportunidad en la que se acercó al área rival, convirtió. Fue por Riquelme, la figura de la Copa, quien a los 23m sacó un remate muy parecido al que antes había realizado Souza pero que esta vez fue a besar la red. Todo terminado, si es que ya no lo estaba luego del juego en la Bombonera. Con todo resuelto Riquelme se agrandó, empezó a correr todo lo que no lo había hecho hasta el momento de su gol y se hizo dueño del partido, como suele hacerlo cada vez que Boca se pone en ventaja. Así empezaron los toques ante un equipo anímicamente destruido y que solamente esperaba que Ruiz marcara el final. El segundo no tardó en llegar, otra vez por Riquelme, luego de que Palacio demostrara que lo suyo no es el gol, y el tercero no se gritó porque Palermo volvió a errar un penal. Ya no le importaba a nadie... FORMACIONES Y CAMBIOS: GREMIO: Sebastián Saja; Patricio, Teco (PT 35m Rolando Schiavi), William, Lucio; Diego Gavilán, Lucas, Tcheco (ST Amoroso), Diego Souza; Tuta (ST 25m Ewerton) y Carlos Eduardo. DT: Mario Menezes. BOCA: Mauricio Caranta; Hugo Ibarra, Daniel Díaz, Morel Rodríguez, Clemente Rodríguez; Pablo Ledesma, Ever Banega (ST 37m Sergio Orteman), Neri Cardozo (ST 14m Sebastián Battaglia); Juan Román Riquelme (ST 42m Mauro Boselli); Rodrigo Palacio y Martín Palermo. DT: Miguel Angel Russo.
