Los votos nulos de Virasoro e Ituzaingó serían la clave para un reclamo judicial que el justicialismo piensa presentar al final del escrutinio definitivo. Con esos sufragios, Agustín Raffo ingresaría en vez de López. Aunque no hubo objeciones al procedimiento electoral y el escrutinio provisorio fue aceptado por todas las fuerzas políticas, los apoderados del Partido Justicialista alistan una presentación para reclamar la banca que hasta el momento se adjudica el nuevista Walter López, quien aventaja por un puñado de votos al candidato peronista afectado por el reparto del sistema D’Hont. Publicación "Diario La República".
El aspirante hasta ahora marginado del reparto de bancas es Agustín Raffo, veterano dirigente perjudicado por la escasa performance de su partido, que aportó poco más de 33.000 votos a la cosecha general del Frente de Todos y terminó afuera de la Cámara de Diputados en la oportunidad más importante de su carrera política. “Pero todo está por verse”, advirtió ayer a este diario un encumbrado referente del justicialismo que adelantó la jugada de los apoderados. “Creemos que los votos anulados en las ciudades de Ituzaingó y Virasoro son válidos para las categorías provinciales porque la porción de las boletas que debía cuestionarse era solamente la de concejales, por eso se pedirá en el escrutinio definitivo los 289 votos emitidos en Ituzaingó y los 1.049 de Virasoro”. La fuente, vinculada a la conducción del PJ capitalino, indicó que, en teoría, las autoridades de mesa debían anular solamente los segmentos correspondientes a las elecciones municipales, que eran las prohibidas por un fallo judicial por el cual la boleta del Frente de Todos con candidatos radicales fue retirada de circulación. El Superior Tribunal de Justicia mantuvo esa medida hasta el final, pero los gobiernos municipales de ambas localidades decidieron incluir las papeletas cuestionadas en el cuarto oscuro y hubo quienes la eligieron para sufragar. Así, a medida que iban emergiendo de los sobres, los fiscales contrarios cuestionaban su validez y el presidente de mesa cumplía con el procedimiento: comparar el voto objetado con la boleta original remitida por la Junta Electoral. López, confiado Del cotejo de ambas surgían diferencias por las cuales los votos quedaban anulados en ese momento. Así lo explicó el nuevista Walter López a La República, al señalar que la Justicia “oficializó únicamente las porciones correspondientes a senadores y diputados”. “Por ese motivo, la boleta genérica del Frente de Todos que se envió dentro de las urnas para que las autoridades de mesa pudieran verificar la originalidad de las utilizadas en la elección no incluían el segmento de concejales, que debió haber sido retirado por los apoderados del oficialismo”, expresó el legislador, quien hasta el momento asegura haber renovado su escaño gracias a los más de 41.000 votos obtenidos por la alianza Nueva Propuesta (que integró el Panu en sociedad con Compromiso Para el Cambio). López destacó que “las boletas que tenían la porción de concejales eran distintas a las oficializadas y por ende no valen, pero además hay votos emitidos de forma correcta que se computaron a favor del oficialismo sin problemas”. Por lo tanto, el resultado no puede variar y la segunda banca del Partido Nuevo “está asegurada más allá de las maniobras que intente el justicialismo”, expresó el legislador. Según la lectura del justicialismo, el candidato Raffo está en condiciones de recuperar terreno suficiente para ingresar como el séptimo diputado del Frente de Todos, una posibilidad que mejorará relativamente los números del oficialismo. Es que la relación del Gobierno con el Partido Nuevo y en particular con Walter López ha sido óptima desde que se inició el proceso de reforma constitucional y un cortocircuito con la fuerza naranja por la segunda banca podría complicar la convivencia entre ambos sectores. Los que más ganan con el ingreso de Raffo son los peronistas, golpeados por un resultado muy pálido que los aleja cada vez más de sus aspiraciones de convertirse en opción de poder para cuando se elija el nuevo gobierno, dentro de dos años. LA ESTRATEGIA CAPITALINA JUGO EN CONTRA DE RAFFO Y PERIÉ Un peronismo en baja da pelea después de las elecciones La noticia cayó como un baldazo de agua fría en la sede de la calle Salta: la boleta oficial del Partido Justicialista quedó a la cola de las fuerzas integrantes del Frente de Todos con un aporte líquido de solamente 33.000 votos. “¿Con esto queremos llegar al poder, con menos votos que el Panu?”, se preguntó un referente del pruyismo luego de que el PJ capitalino hiciera gala de proyecciones (no difundidas oficialmente) según las cuales el partido demostraría su peso en el distrito más importante de la provincia. La conclusión entre los principales figuras del Frente de Todos apuntó al “error estratégico” del presidente del Consejo Capital, Fabián Ríos, quien optó por una alianza con el intendente capitalino Carlos Vignolo para octubre y de esa forma dejó en falsa escuadra a los peronistas que competían en la nave gubernamental. Una fuente calificada del radicalismo gobernante dijo anoche a este diario que “Ríos en realidad no trabajó para el Frente de Todos en las elecciones del domingo; esa fue una de las causas del resultado adverso en la Capital, que perjudicó a la alianza gobernante pero por sobre todo a los propios candidatos del peronismo, porque a Raffo le faltaron 80 ó 90 votos para quedarse con la séptima banca en Diputados”. Para los socios del frente oficial, el Partido Justicialista “debió pelear por el poder antes de las elecciones y no después, porque la guerra judicial a posteriori de las elecciones, con un escrutinio definitivo terminado, puede terminar en cualquier cosa, a veces mucho peor que la situación donde se estaba antes”. La paradoja de Ríos y sus partidarios se producirá el 28 de octubre cuando, por conservar la alianza con Vignolo, sus candidatos a concejales vayan en la boleta de Roberto Lavagna. Hugo Perié, en tanto, irá solo con la boleta del PJ.