La leishmaniosis o leishmaniasis es una enfermedad causada por un parásito el cual se transmite por medio de la picadura de un mosquito del género Phlebotomus. Es una enfermedad incurable y crónica y el perro no la transmite a los humanos ni a otros animales animales, la transmite el phlebotomus. Por tal motivo decimos que la posibilidad de contagio aumentará si nuestro perro habita a la intemperie, en una zona húmeda y en épocas calurosas.
Los causantes de este padecimiento son los mosquitos hembras del vector al necesitar sangre para la maduración de sus huevos, esta pica al perro que está infectado succiona la sangre y en su interior después de pasar el parásito por diferentes transformaciones deja al mosquito lleno de parásitos listo para picar a su próxima víctima infectándola.
Esta enfermedad puede ser difícil de tratar para el perro que la padezca y su dueño, ya requiere un tratamiento paliativo (tratar los síntomas) y no curativo debido a que una vez que se contrae se deben hacer controles constantes para prevenir posibles rebrotes después de recibir el tratamiento, o sea que se debe controlar de por vida los síntomas.
Síntomas:
La leishmaniosis puede causar la muerte en la mayoría de los perros infectados que no reciban tratamiento y vigilancia posteriormente. Esta enfermedad puede ser de dos tipos: cutánea (afecta la piel) y visceral (se ven afectadas las vísceras especialmente hígado y riñones). Este padecimiento no distingue de razas y edades así que cualquier perro puede resultar afectado.
Úlceras en el borde de las orejas, la cabeza o extremidades.
Inflamación de los ojos.
Crecimiento de las uñas de forma anormal.
Pérdida de pelo por la zona de la cabeza (caspa).
Heridas que no sanan.
Sangre en la orina.
Diarrea.
Conjuntivitis.
Dermatitis.
Atrofia muscular, sobre todo por la cara (aspecto envejecido y expresión triste),
Fatiga o cansancio.
Inflamación de las articulaciones o cojera.
Aumento del tamaño de los ganglios linfáticos (en cuello y cara interna de las patas).
Debilidad.
Pérdida de peso.
Fiebre.
Hemorragia nasal.
Inflamación del abdomen (posible hepatomegalia)
Lleva a tu perro al veterinario en caso de presentar los síntomas anteriormente mencionados y este realizará un test sencillo y rápido para demostrar la presencia de la infección, si el resultado es positivo también le realizarán otras pruebas de rigor para un diagnóstico definitivo de la enfermedad.
Prevención de la Leishmaniosis
Esta enfermedad se puede prevenir con una vacuna, la cual se puede aplicar a los cachorros sanos a partir de los seis meses de edad. Esta vacuna desarrolla inmunidad celular, enseñando al sistema inmune a defenderse correctamente del parásito o sea que las células destruyen la enfermedad, así que la vacuna protegerá a nuestro perro cuando sea picado por un mosquito infectado.
Se necesitan tres dosis el primer año de vacunación y se debe revacunar anualmente.
La prevención de la leishmaniosis en perros no solo se puede llevar a cabo a través de la vacunación si no también con controles anuales de exámenes de sangre en regiones de alto riesgo para esta enfermedad especialmente en zonas húmedas y en meses calurosos.
otras medidas de prevención y protección :
Colocarles a los perros collares antiparasitarios repelentes de mosquitos.
Usar productos antiparasitarios externos regularmente que también actúa de repelentes.
Fumigar en zonas con mayor actividad de mosquitos.
Usar velas o espirales en las terrazas que espante a los mosquitos.
Dentro de las casas es mejor usar enchufes que protejan a toda la familia como insecticidas eléctricos.
Evitar visitar en verano zonas húmedas y pantanosas.
Usar mosquiteras en las ventanas de las casas de campo y playa.
No pasear con tu mascota cerca de los ríos o zonas húmedas al atardecer ya que aumenta la actividad de los mosquitos a esas horas cuando cae la noche.
La actividad de los mosquitos aumenta durante la noche, así que es mejor que el animal duerma en casa.
Esta enfermedad puede ser difícil de tratar para el perro que la padezca y su dueño, ya requiere un tratamiento paliativo (tratar los síntomas) y no curativo debido a que una vez que se contrae se deben hacer controles constantes para prevenir posibles rebrotes después de recibir el tratamiento, o sea que se debe controlar de por vida los síntomas.
Síntomas:
La leishmaniosis puede causar la muerte en la mayoría de los perros infectados que no reciban tratamiento y vigilancia posteriormente. Esta enfermedad puede ser de dos tipos: cutánea (afecta la piel) y visceral (se ven afectadas las vísceras especialmente hígado y riñones). Este padecimiento no distingue de razas y edades así que cualquier perro puede resultar afectado.
Úlceras en el borde de las orejas, la cabeza o extremidades.
Inflamación de los ojos.
Crecimiento de las uñas de forma anormal.
Pérdida de pelo por la zona de la cabeza (caspa).
Heridas que no sanan.
Sangre en la orina.
Diarrea.
Conjuntivitis.
Dermatitis.
Atrofia muscular, sobre todo por la cara (aspecto envejecido y expresión triste),
Fatiga o cansancio.
Inflamación de las articulaciones o cojera.
Aumento del tamaño de los ganglios linfáticos (en cuello y cara interna de las patas).
Debilidad.
Pérdida de peso.
Fiebre.
Hemorragia nasal.
Inflamación del abdomen (posible hepatomegalia)
Lleva a tu perro al veterinario en caso de presentar los síntomas anteriormente mencionados y este realizará un test sencillo y rápido para demostrar la presencia de la infección, si el resultado es positivo también le realizarán otras pruebas de rigor para un diagnóstico definitivo de la enfermedad.
Prevención de la Leishmaniosis
Esta enfermedad se puede prevenir con una vacuna, la cual se puede aplicar a los cachorros sanos a partir de los seis meses de edad. Esta vacuna desarrolla inmunidad celular, enseñando al sistema inmune a defenderse correctamente del parásito o sea que las células destruyen la enfermedad, así que la vacuna protegerá a nuestro perro cuando sea picado por un mosquito infectado.
Se necesitan tres dosis el primer año de vacunación y se debe revacunar anualmente.
La prevención de la leishmaniosis en perros no solo se puede llevar a cabo a través de la vacunación si no también con controles anuales de exámenes de sangre en regiones de alto riesgo para esta enfermedad especialmente en zonas húmedas y en meses calurosos.
otras medidas de prevención y protección :
Colocarles a los perros collares antiparasitarios repelentes de mosquitos.
Usar productos antiparasitarios externos regularmente que también actúa de repelentes.
Fumigar en zonas con mayor actividad de mosquitos.
Usar velas o espirales en las terrazas que espante a los mosquitos.
Dentro de las casas es mejor usar enchufes que protejan a toda la familia como insecticidas eléctricos.
Evitar visitar en verano zonas húmedas y pantanosas.
Usar mosquiteras en las ventanas de las casas de campo y playa.
No pasear con tu mascota cerca de los ríos o zonas húmedas al atardecer ya que aumenta la actividad de los mosquitos a esas horas cuando cae la noche.
La actividad de los mosquitos aumenta durante la noche, así que es mejor que el animal duerma en casa.