La Presidenta se refirió en duros términos al lock out agropecuario. "No me voy a someter a ninguna extorsión", dijo en referencia a la decisión de los grandes terratenientes de continuar el paro por "tiempo indeterminado". En ese marco, explicó además que "las retenciones no son medias fiscales sino profundas medidas redistributivas del ingreso".
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró esta tarde que no va ceder "a ninguna extorsión" al referirse al paro agropecuario y afirmó que las protestas de los ruralistas en las rutas son "piquetes de la abundancia", situación a la que caracterizó como la "contracara" de los reclamos que realizaban tras la salida de la crisis los desocupados.
"Recuerdo esa Argentina donde desesperados cortaban calles por que les faltaba trabajo o tal vez, en 2001, porque se habían quedado con sus depósitos. Eran los piquetes de la miseria", dijo Cristina durante un acto en Casa de Gobierno en el que la firma estatal AYSA anunció un plan de inversiones para el conurbano bonaerense.
"Este último fin de semana vimos la contracara, los piquetes de la abundancia", remarcó luego la Presidenta. Como contrapartida a la situación actual recordó que sobre "aquellos argentinos, que desesperados por la falta de trabajo se lanzaron a las calles y fueron denostados por algunos medios que pedían al gobierno que diera palos, infinidad de editoriales pidiendo orden para los que no tenían trabajo".
En ese marco, dijo que "curiosamente aparecen piquetes violentos y protagonizados por sectores de mayor rentabilidad de los últimos cuatro años".
Recordó cuando los productores rurales, durante la convertibilidad, se debatían "por el remate de sus campos" y ahora "cuando las vacas vienen gordas, las vaquitas para ellos y las penitas para los demás", enfatizó.
"Allá por 1991, cuando se instaura la convertibilidad, el uno a uno, no había retenciones en la Argentina , pero casi nos quedamos sin productores. Me acuerdo de los movimientos y surgimiento de mujeres que luchaban porque se remataban los campos . me acuerdo los primeros tiempos cuando los dirigentes ruralistas, que hoy amenazan no al gobierno sino a la sociedad con el desabastecimiento de comida venían a pedir que por favor tuviéramos una política de recuperación", dijo la Presidenta.
Tras defender la actual política de tipo de cambio alto, Cristina preguntó: "imaginen lo que sucedería si el dólar no estuviera más a 3.17. Qué sucedería si el Estado no se dedicara a comprar dólares".
Dijo que este modelo macroeconómico, criticado por los productores, es lo que les ha posibilitado tener una "rentabilidad nunca vista".
Cristina dijo que el campo debe tener en cuenta que sus ingresos por exportaciones es en "euros y dólares" y que sus costos son "en pesos argentinos", para luego remarcar que a pesar de esa diferencia el "empleo rural es el peor pagado de toda la escala salarial".
La Presidenta salió de esta forma a fijar posición en el conflicto desatado con el campo que ya lleva 13 días de paro y que hoy decidió extender la protesta por tiempo indefinido.
"Uno puede ser peronista, anti peronista, comunista,..uno puede ser cualquier cosa.. en política se puede ser cualquier cosa, pero en economía hay que tratar de ser lo más sensato y racional posible: es precisamente a partir del gobierno que se inicia en 2003, donde realmente comienza a tener competitividad el sector" agropecuario, sostuvo la jefa del Estado.
"Si no hubiera retenciones el pollo, la carne y la leche los argentinos los verían por televisión", remarcó Cristina. Señaló que "nadie critica que puedan comprarse una 4 x 4. Lo que no está bien es que quieran hacerlo a costa de otros argentinos".
"Las retenciones son medidas redistributivas del ingreso. Qué es la distribución del ingreso, si no es sobre aquellos sectores que tienen rentas extraordinarias. A quién le vamos a pedir, a los países limítrofes", indicó.
"Yo entiendo los intereses de sector, pero soy Presidenta de todos los argentinos, y para que los argentinos sigamos teniendo costos también argentinos", subrayó.
La Presidenta advirtió que "si alguien que tiene rentabilidad actúa con ese grado de violencia, qué podemos esperar del que no tiene trabajo, de esos pibes sin trabajo y sin familia para los que se pide bala y palo".
"Sepan que voy a seguir representando los intereses de todos los argentinos. Lo pienso ejercer con todos los derechos que me da la Constitución y el voto popular", finalizó.
Del acto tomaron parte entre otros los gobernadores de Entre Ríos y Chaco, Sergio Urribarri y Jorge Capitanich; el ministro del Interior, Florencio Randazzo; de Planificación, Julio De Vido, y jefes comunales del conurbano bonaerense, entre otros.