El municipio de Saladas presentó un proyecto para donar parte del terreno de la Escuela Nº 469 "Juan Larrea" al Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de Saladas (SOEMS). La propuesta, que afecta el futuro de una institución educativa centenaria, ha generado malestar en la comunidad.
La semana pasada, el Honorable Concejo Deliberante de Saladas recibió un controvertido proyecto de ordenanza del departamento ejecutivo municipal. La propuesta busca donar un lote de 20 metros por 20 metros del terreno de la Escuela Nº 469 "Juan Larrea" al Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de Saladas (SOEMS). Esta escuela, con más de 100 años de vida institucional, se encuentra en un lote de más de 10,000 metros cuadrados, que actualmente alberga el edificio escolar.
Las autoridades del Ministerio de Educación poseen una mensura del año 1983, pero nunca tramitaron el título correspondiente. Por ello, en 2019 se llevó a cabo una nueva mensura con el objetivo de reputar el dominio y permitir que la Municipalidad de Saladas done la totalidad del terreno, es decir, 10,690.16 metros cuadrados, a la escuela. Sin embargo, el proyecto enviado por el intendente Noel Gómez al concejo deliberante propone dividir el terreno, generando descontento en la comunidad educativa y la población en general.
El malestar radica en la percepción de mala fe por parte del intendente Gómez, quien, sin notificar previamente a la escuela, intenta apropiarse de una porción del terreno, lo que podría afectar el funcionamiento futuro de la institución. La comunidad educativa y los residentes de Saladas consideran que el terreno no pertenece al municipio y que no hay justificación para su cesión al sindicato.
Durante la última sesión del concejo, el proyecto fue enviado a la comisión de gobierno para su evaluación. En el recinto, la defensa del terreno estuvo a cargo del concejal Fabio Moreira, quien solicitó que el proyecto se archivara. "No hay nada que discutir porque está todo claro, el terreno no le corresponde al estado municipal", afirmó Moreira.
La situación ha desatado un debate sobre la propiedad y el uso del terreno, poniendo de manifiesto las tensiones entre las necesidades de la comunidad educativa y las acciones del gobierno municipal. La comunidad sigue atenta al desarrollo de los acontecimientos, en espera de una resolución que respete los derechos de la Escuela Nº 469 y sus más de cien años de historia.
