El intendente de Saladas, Noel Gómez, y su viceintendente, Federico “Pity” Billordo, atraviesan un período de distanciamiento político, a casi tres años de haber sido electos juntos. Con miras al 2025, sus diferencias crecen, y mientras Gómez busca su reelección, Billordo evalúa competir por la intendencia. Las tensiones internas en la gestión local son cada vez más visibles.
La política saladeña se encuentra en plena efervescencia a medida que se acercan las elecciones de 2025, y en el centro de la escena se sitúan el actual intendente Noel Gómez y su viceintendente, Federico “Pity” Billordo. Lo que comenzó como una fórmula exitosa en 2021, hoy es un vínculo marcado por la distancia y la falta de diálogo. Las diferencias entre ambos han ido creciendo, alimentando un clima de incertidumbre dentro del propio oficialismo local.
En febrero de este año, Noel Gómez anunció que buscará su reelección, un secreto a voces, pero que dejó perplejo a su propio compañero de fórmula. Según se conoció, Billordo se enteró de la noticia a través de los medios y nunca fue consultado ni invitado a repetir el binomio que los llevó al frente de la municipalidad.
Desde el entorno del viceintendente aseguran que la relación política entre ambos está quebrada. “Noel no cumplió en nada con lo que nos propuso en 2021. Nos prometió un municipio de puertas abiertas y jamás nos llamó para trabajar juntos”, señaló una fuente cercana a Billordo, agregando que “Pity” no tiene intención alguna de acompañar a Gómez en una hipotética reelección. Por el contrario, sus aspiraciones están claras: competir por la intendencia en 2025.
Las diferencias entre el intendente y su viceintendente no solo se limitan a su relación personal. En los últimos meses, Billordo ha mantenido encuentros con diversos dirigentes y potenciales socios políticos, algunos de los cuales forman parte de la actual alianza que encabeza Gómez. Se trata de figuras que, según indican, ya no se sienten cómodas con el trato y la manera en que el intendente ha manejado el esquema de poder dentro del municipio.
No obstante, la postura de Noel Gómez sigue firme. Desde su entorno sostienen que el intendente está convencido de que nadie se animará a desafiarlo abiertamente. “Todos le deben un favor al gobernador Gustavo Valdés”, aseguran, confiando en que una llamada del mandatario provincial será suficiente para alinear las piezas nuevamente. “Hay que dejarlos soñar, eso no cuesta nada”, expresaron desde la municipalidad en un tono despectivo al ser consultados sobre la intención de Billordo y otros disidentes.
A pesar de la tensa calma, las diferencias entre Gómez y Billordo parecen irreconciliables. Aunque ambos aún mantengan una relación institucional, jugando con los tiempos políticos, es solo cuestión de tiempo para que las críticas del viceintendente se hagan públicas. La incógnita ahora radica en cuánto respaldo logrará Billordo reunir de cara a una posible candidatura en 2025, y si será capaz de romper con el esquema que parece inquebrantable en Saladas.