En un contexto de creciente inflación y descontento social, los empleados públicos de Corrientes están viviendo una de las peores crisis salariales de los últimos años. Según datos compartidos por el senador Martín Barrionuevo el poder adquisitivo de los trabajadores del Estado ha caído drásticamente, mientras que los ingresos provinciales parecen estar destinados a otras áreas, lejos de las necesidades urgentes de sus empleados.
Recortes salariales para hacer caja
En declaraciones a Radio Urbana Barrionuevo afirmó que el gobierno de Corrientes ha reducido significativamente el porcentaje del presupuesto destinado a salarios, llevándolo a un nivel histórico bajo. Tradicionalmente, se destinaba entre un 50% y un 55% de los ingresos provinciales a sueldos, pero en la actualidad ese porcentaje ronda apenas el 43%. Esto ha generado un descontento palpable en la población trabajadora, especialmente en aquellos empleados públicos que han visto una caída de hasta 200 mil pesos en su salario anual, una cifra alarmante en un contexto inflacionario como el actual.
“La gente que escucha al ministro de Hacienda diciendo que los sueldos le ganan a la inflación, no le cree, porque su realidad es otra. El poder adquisitivo de los trabajadores se sigue erosionando”, declaró el legislador provincial, en clara alusión a las inconsistencias entre el discurso oficial y la realidad que atraviesan miles de familias correntinas.
El 10% no es suficiente: una política de ajuste que golpea a los trabajadores
Uno de los temas más controversiales ha sido el anuncio de un aumento salarial del 10%, que según el senador provincial, no es más que un intento de compensar la inflación de los últimos meses, sin corregir el deterioro acumulado de los salarios. “Claramente nos toman el pelo”, señaló, aludiendo a la dificultad de los empleados públicos para cubrir sus necesidades básicas, como el pago del alquiler, el transporte y los servicios básicos, que siguen aumentando sin tregua.
Barrionuevo además criticó la política del gobierno provincial de “hacer caja” en los años sin elecciones, para luego intentar compensar con aumentos salariales y bonos en los años electorales. Esto, según él, no soluciona el problema estructural de la pérdida de poder adquisitivo, y en cambio genera un impacto negativo tanto en las familias como en la economía local.
Medios y desinformación: una campaña para invisibilizar los problemas
Otro punto crítico de la entrevista fue el papel de los medios de comunicación. El entrevistado denunció que parte del presupuesto provincial se destina a pautas publicitarias en medios que no cubren la realidad de los trabajadores, sino que se enfocan en promocionar obras públicas o anuncios oficiales. “El gobierno invierte en que no se note el problema”, afirmó, destacando la falta de cobertura crítica sobre temas salariales, lo que contribuye a que la población esté mal informada sobre las verdaderas condiciones económicas.
El rol de la provincia en la desaparición de Loan: más preguntas que respuestas
En otro momento de la entrevista, el senador cuestionó el rol de Valdés en el caso Loan. Situación que ha generado una ola de cuestionamientos hacia el gobierno provincial. El entrevistado fue tajante al criticar el manejo del caso por parte del gobernador, quien en su opinión, ha intentado instalar una versión que minimiza la gravedad de la desaparición. “El gobierno tiene que dejar de verse como víctima y empezar a rendir cuentas”, afirmó, insistiendo en que las autoridades no cumplieron con su deber de proteger a la ciudadanía y esclarecer los hechos.
El costo del ajuste lo pagan los trabajadores
El senador provincial Barrionuevo intentó entonces arroja luz sobre una realidad incómoda para muchos en Corrientes: mientras el gobierno provincial sigue acumulando recursos, los trabajadores ven sus ingresos reducidos y su calidad de vida comprometida. Los aumentos salariales no alcanzan para compensar la inflación, y las familias, especialmente aquellas que dependen del empleo público, son las principales afectadas. Con una inflación galopante y una política de ajustes que no parece detenerse, la situación económica y social en la provincia se torna cada vez más crítica.