El intendente de Virasoro, Emiliano Fernández, cuestionó la falta de políticas habitacionales en Corrientes y criticó las prioridades del gobierno provincial, enfocadas en grandes inversiones administrativas en lugar de la construcción de viviendas. “Es un pecado gastar $37.000 millones en centros administrativos mientras miles de correntinos viven en condiciones precarias”, afirmó durante un encuentro del Laboratorio del Hábitat Argentino (LHAR) en la UNSAM.
El jefe comunal trazó un panorama preocupante sobre la vivienda en Corrientes, denunciando la existencia de más de 18.000 viviendas rancho y más de 51.000 hogares donde las familias comparten una sola habitación. Además, señaló que más de 140.000 correntinos deben recurrir al alquiler, lo que acentúa las desigualdades sociales.
“Es inadmisible que mientras miles no tienen dónde vivir dignamente, la provincia destine recursos millonarios a centros administrativos en lugar de soluciones habitacionales”, criticó Fernández, haciendo referencia a una inversión de $37.000 millones en obras que, según él, no priorizan las necesidades esenciales de los ciudadanos.
En su exposición, Fernández también cuestionó el discurso oficial del gobernador sobre la supuesta discriminación de la Nación hacia Corrientes. “Debemos preguntarnos si la permanente denuncia del Gobernador sobre discriminación de las gestiones nacionales es cierta o simplemente se trata de una falta de gestión”, indicó.
El intendente utilizó a su localidad como ejemplo del problema. A pesar del desarrollo foresto-industrial y de la generación de energía de biomasa en Virasoro, en ocho años solo se construyeron 100 viviendas. Esto, según Fernández, refleja una tendencia de concentrar las políticas habitacionales en las capitales provinciales, dejando desprotegidas a las localidades del interior.
Finalmente, el jefe comunal llamó a que la vivienda sea considerada una política de Estado en Corrientes. “No podemos ofrecer respuestas al reclamo de la casa propia, y eso es frustrante. La vivienda no es solo una necesidad básica, es una herramienta para mejorar la calidad de vida de nuestra gente y garantizar un futuro digno”, concluyó.
