El conjunto dirigido por Juan Manuel Llop la pasó mal para ganarle a Belgrano de Córdoba 1-0 y seguir en la máxima categoría. Gimnasia de Jujuy también terminó contento tras vencer a Unión de Santa Fe por la mínima diferencia.
Se acabaron los problemas para Racing al menos por un rato, porque a su manera se impuso a Belgrano de Córdoba en el “Cilindro” de Avellaneda y se quedó en Primera División después de un campeonato que fue todo nerviosismo para los hinchas de la “Academia”, tanto por el aspecto futbolístico como por los inconvenientes institucionales.
Racing asimiló de la mejor manera el empate en Córdoba y el salvador fue Maximiliano Moralez, aquel “chiquilín” que se fue al fútbol ruso demasiado temprano y tuvo que volver para darle más frescura a un plantel plagado de juveniles campeones Sub 20.
Por su parte, a pesar de la derrota, los dirigidos por Mario Gómez dejaron Avellaneda con la frente bien alta, siendo conscientes de que no se ganó por esas cosas del destino, de perderse goles con el arco vacío y por tiros en el travesaño.
En tanto, Gimnasia de Jujuy no tuvo que hacer demasiado para mantener la categoría ante un tibio Unión, que en el primer partido no pudo hacer valer la localía y lo pagó caro en el cotejo de vuelta, donde los dirigidos por Omar Labruna se quedaron con la victoria gracias a Juan Arraya.
En definitiva, la diferencia de categoría fue el principal argumento con el que Racing y Gimnasia y Esgrima de Jujuy se quedaron en la elite del fútbol argentino.
Racing asimiló de la mejor manera el empate en Córdoba y el salvador fue Maximiliano Moralez, aquel “chiquilín” que se fue al fútbol ruso demasiado temprano y tuvo que volver para darle más frescura a un plantel plagado de juveniles campeones Sub 20.
Por su parte, a pesar de la derrota, los dirigidos por Mario Gómez dejaron Avellaneda con la frente bien alta, siendo conscientes de que no se ganó por esas cosas del destino, de perderse goles con el arco vacío y por tiros en el travesaño.
En tanto, Gimnasia de Jujuy no tuvo que hacer demasiado para mantener la categoría ante un tibio Unión, que en el primer partido no pudo hacer valer la localía y lo pagó caro en el cotejo de vuelta, donde los dirigidos por Omar Labruna se quedaron con la victoria gracias a Juan Arraya.
En definitiva, la diferencia de categoría fue el principal argumento con el que Racing y Gimnasia y Esgrima de Jujuy se quedaron en la elite del fútbol argentino.