Innumerables ciudadanos no pueden acreditar identidad al momento de realizar distintos trámites por carecer de DNI. Personas de todas las edades realizaron sus trámites hace más de dos años y no consiguen recibir sus documentos de identidad. Desde niños y adolescentes que intentan sortear muchos problemas suscitados por este inconveniente hasta ancianos que no pueden acceder a beneficios salariales por estar imposibilitados de gestionar algún beneficio.
La producción de este sitio recibió un gran numero de constancias de tramites en las cuales se aprecia la leyenda “La presente constancia NO acredita Identidad”, las cuales tienen fechas de hace varios años. Los problemas que tienen que afrontar los ciudadanos olvidados van desde trámites en las escuelas, en las cuales los adolescentes que finalizan sus estudios tiene como objetivo seguir estudiando en otra institución en las cuales se les complica el ingreso como también el acceso a la facultad en Corrientes.
Gestionar un beneficio para una persona mayor es otro de los tramites imposibles de realizar con la constancia que son distribuidas indiscriminadamente a miles de personas, la cual no tiene ningún valor legal, solo sirve para reclamar hasta el cansancio en las oficinas del Registro Civil que no da ningún tipo de esperanzas a los desesperados NN. Privar de la identidad a un ciudadano va en contra de las libertades expuestas en nuestra Constitución Nacional.
En septiembre de 2003 hacía varios meses que Kirchner era presidente y en el RENAPER, que contaba con un presupuesto de $ 41.646.142, faltaban tinta y papel. En ese momento se dijo que esos fondos no alcanzaban para prestar un servicio eficiente, porque en la crisis de 2001 el dólar se había disparado arrastrando el precio de los materiales que eran importados, y el valor del documento estaba congelado, tratando de justificar que había 700.000 argentinos que esperaban desde hacia meses su DNI.
Cinco años después de aquellas carencias, en octubre de 2008, a Néstor Kirchner le sucedió Cristina Fernández de Kirchner en la presidencia de la Nación, y el RENAPER tiene un presupuesto de $113.467.000, pero en el país hay un total de 600.000 DNI que el organismo nacional adeuda a los argentinos, con demoras que en algunos casos superan el año de espera.
Esto, aquí y en la China no se llama ni pobreza, ni carencias económicas, se llama ineficiencia. Es imposible de creer que miles de argentinos vivan fuera del mundo porque un ejército de burócratas es incapaz de agilizar un trámite que no debería durar más de 60 días. Al organismo ejecutor de la política de registro de la población, le multiplicaron por tres el presupuesto, pero las demoras siguen excediendo el año, y ante las protestas de todo el país solo contesta que los atrasos “se deben a trámites mal tomados (en relación con las huellas dactilares), documentos mellizos y errores en la consignación de los datos”, como si lo que sucede en cada dependencia no fuera de su responsabilidad.
Para el ejercicio 2009 el presupuesto del RENAPER será de $171.950.189. Espero que este importante incremento alimente las neuronas de los responsables, o ruede alguna cabeza, porque en el interior los datos todavía se registran como si estuviéramos en la Edad Media, cuando tienen recursos como para pasar a un método donde se llene un formulario electrónico, se carguen digitalmente las huellas dactilares, se tomen fotografías en la misma oficina y se pueda consultar por teléfono sobre el estado del trámite, como en cualquier país donde se protegen en serio los derechos humanos.
GENTILEZA: Arnaldo Ramírez – Nordeste New´s
Gestionar un beneficio para una persona mayor es otro de los tramites imposibles de realizar con la constancia que son distribuidas indiscriminadamente a miles de personas, la cual no tiene ningún valor legal, solo sirve para reclamar hasta el cansancio en las oficinas del Registro Civil que no da ningún tipo de esperanzas a los desesperados NN. Privar de la identidad a un ciudadano va en contra de las libertades expuestas en nuestra Constitución Nacional.
En septiembre de 2003 hacía varios meses que Kirchner era presidente y en el RENAPER, que contaba con un presupuesto de $ 41.646.142, faltaban tinta y papel. En ese momento se dijo que esos fondos no alcanzaban para prestar un servicio eficiente, porque en la crisis de 2001 el dólar se había disparado arrastrando el precio de los materiales que eran importados, y el valor del documento estaba congelado, tratando de justificar que había 700.000 argentinos que esperaban desde hacia meses su DNI.
Cinco años después de aquellas carencias, en octubre de 2008, a Néstor Kirchner le sucedió Cristina Fernández de Kirchner en la presidencia de la Nación, y el RENAPER tiene un presupuesto de $113.467.000, pero en el país hay un total de 600.000 DNI que el organismo nacional adeuda a los argentinos, con demoras que en algunos casos superan el año de espera.
Esto, aquí y en la China no se llama ni pobreza, ni carencias económicas, se llama ineficiencia. Es imposible de creer que miles de argentinos vivan fuera del mundo porque un ejército de burócratas es incapaz de agilizar un trámite que no debería durar más de 60 días. Al organismo ejecutor de la política de registro de la población, le multiplicaron por tres el presupuesto, pero las demoras siguen excediendo el año, y ante las protestas de todo el país solo contesta que los atrasos “se deben a trámites mal tomados (en relación con las huellas dactilares), documentos mellizos y errores en la consignación de los datos”, como si lo que sucede en cada dependencia no fuera de su responsabilidad.
Para el ejercicio 2009 el presupuesto del RENAPER será de $171.950.189. Espero que este importante incremento alimente las neuronas de los responsables, o ruede alguna cabeza, porque en el interior los datos todavía se registran como si estuviéramos en la Edad Media, cuando tienen recursos como para pasar a un método donde se llene un formulario electrónico, se carguen digitalmente las huellas dactilares, se tomen fotografías en la misma oficina y se pueda consultar por teléfono sobre el estado del trámite, como en cualquier país donde se protegen en serio los derechos humanos.
GENTILEZA: Arnaldo Ramírez – Nordeste New´s