El equipo remero mostró una de las peores actuaciones desde que está en la Liga Nacional de Básquetbol, jugando como local, y cayó sin atenuantes ante Cilcista Olímpico de la Banda por 76 a 93. Esta fue la 15º caida en la segunda fase (7º de local) y permanece todavía en la 12º colocación con 48 puntos. Tras el partido presentó su renuncia indeclinable al cargo Silvio Santander.-
Vació de actitud, vacío de juego, vacío de esperanza... El aplastante triunfo de Olímpico, de La Banda, por 93-76, dejó a Regatas en una situación compleja y no sólo en la tabla. Porque si bien observa con temor los puestos de play offs por la permanencia, anoche su público (hubo escasa concurrencia por cierto) le hizo saber su disconformidad reprochándolo con fuertes silbidos ante otra retirada cabizbaja, casi una imagen calcada después de que el domingo Libertad también le asestara otro cachetazo en Corrientes (74-59). Además, finalizado el encuentro el DT Silvio Santander presentó su renuncia indeclinable al cargo.
Aunque no sólo fue pobrísima la performance de Regatas, sino que también costó hacer fluir la vergüenza deportiva de sus jugadores, que a partir del segundo cuarto fueron -literalmente- una “sombra” en la cancha y Olímpico, sin grandes luces pero con un libreto sencillo, manejó el desarrollo a su antojo para cosechar otro éxito y seguir prendido en el tren vanguardista.
Había empezado con buen criterio Regatas, doblando a los internos (Williams y Glover) y haciendo una eficaz rotación defensiva para evitar que Olímpico dañe cerca del aro. Sin embargo, en el “negro” bandeño el que marcaba el ritmo de la ofensiva era Byró (8 puntos en el primer cuarto), que además de anotar generaba juego para sus compañeros. No obstante, del lado regatense Acosta, quien tuvo complicaciones en defensa con Byró, compensó con su injerencia en ataque (nueve). Parecía que Regatas tomaba una diferencia (23-17) por un par de apariciones de Stanton y un triple de Brown, pero esto se rifó en los segundos finales porque al hundirse en zona permitió el tiro a distancia sin marcas de Cavaco y la posterior penetración fácil de Logan, quien antes recibió falta y concretó una jugada de tres para igualar en 23 el parcial.
Para el segundo cuarto salió mejor Olímpico, porque se solidificó en defensa y encontró en los triples, de Benítez y Byró, una vía clara para escapar en el resultado (llegó a estar 37-29). Regatas fue bajando sus porcentajes de cancha (5/16 en ese período) y entonces dependió de su defensa, justamente faceta en la que no estaba del todo firme, sobre todo porque en la etapa permitió 44 puntos de Olímpico, lo que arrojaba una progresión muy alta y que luego concretó su rival.
No pudo cambiar la tendencia Regatas. El “lavado de cabeza” del entretiempo no surtió mayor efecto y Olímpico, paulatinamente, fue minando la resistencia del equipo correntino. Para más, el visitante estuvo infalible yendo a la línea de libres (15/15 en el tercer cuarto) y entró 69-53 al período final ante un Regatas errático y sin respuestas anímicas para revelarse en la adversidad.
Para peor, el equipo se hizo más corto (ya no tuvo a Cequeira, quien se está tratando su desgarro en Buenos Aires) cuando Montecchia salió con una molestia física y Acosta tuvo que tomar la base. Olímpico, con el amparo del amplio margen en el resultado, por momento se divirtió en la cancha ante la impotencia de Regatas, que quedó “vació” de expectativas, pero aún no debe dejarse caer...
Aunque no sólo fue pobrísima la performance de Regatas, sino que también costó hacer fluir la vergüenza deportiva de sus jugadores, que a partir del segundo cuarto fueron -literalmente- una “sombra” en la cancha y Olímpico, sin grandes luces pero con un libreto sencillo, manejó el desarrollo a su antojo para cosechar otro éxito y seguir prendido en el tren vanguardista.
Había empezado con buen criterio Regatas, doblando a los internos (Williams y Glover) y haciendo una eficaz rotación defensiva para evitar que Olímpico dañe cerca del aro. Sin embargo, en el “negro” bandeño el que marcaba el ritmo de la ofensiva era Byró (8 puntos en el primer cuarto), que además de anotar generaba juego para sus compañeros. No obstante, del lado regatense Acosta, quien tuvo complicaciones en defensa con Byró, compensó con su injerencia en ataque (nueve). Parecía que Regatas tomaba una diferencia (23-17) por un par de apariciones de Stanton y un triple de Brown, pero esto se rifó en los segundos finales porque al hundirse en zona permitió el tiro a distancia sin marcas de Cavaco y la posterior penetración fácil de Logan, quien antes recibió falta y concretó una jugada de tres para igualar en 23 el parcial.
Para el segundo cuarto salió mejor Olímpico, porque se solidificó en defensa y encontró en los triples, de Benítez y Byró, una vía clara para escapar en el resultado (llegó a estar 37-29). Regatas fue bajando sus porcentajes de cancha (5/16 en ese período) y entonces dependió de su defensa, justamente faceta en la que no estaba del todo firme, sobre todo porque en la etapa permitió 44 puntos de Olímpico, lo que arrojaba una progresión muy alta y que luego concretó su rival.
No pudo cambiar la tendencia Regatas. El “lavado de cabeza” del entretiempo no surtió mayor efecto y Olímpico, paulatinamente, fue minando la resistencia del equipo correntino. Para más, el visitante estuvo infalible yendo a la línea de libres (15/15 en el tercer cuarto) y entró 69-53 al período final ante un Regatas errático y sin respuestas anímicas para revelarse en la adversidad.
Para peor, el equipo se hizo más corto (ya no tuvo a Cequeira, quien se está tratando su desgarro en Buenos Aires) cuando Montecchia salió con una molestia física y Acosta tuvo que tomar la base. Olímpico, con el amparo del amplio margen en el resultado, por momento se divirtió en la cancha ante la impotencia de Regatas, que quedó “vació” de expectativas, pero aún no debe dejarse caer...