Mercedes Sahores, una neuquina de 34 años, logró llegar a la cima marcando un hito en la historia del alpinismo argentino. Completó la proeza, junto a un guía, en un mes y medio.
Mercedes Sahores, deportista nacida en Neuquén y residente en Bariloche, se convirtió en la primera argentina en alcanzar la cima del monte Everest, el más alto del mundo, con 8.848 metros sobre el nivel del mar.
Mercedes tiene 34 años, es apasionada de los deportes de aventura y el kayaquismo e instructora de esquí, aunque también es licenciada en Biología y trabajó con aves, en particular en el Proyecto Cóndor Andino, dedicado hace años a la preservación y estudio de esta especie americana.
La expedición, que duró un mes y medio, fue comandada por el guía de montaña Damián Benegas, quien nació en Puerto Madryn y también vive en Bariloche, y junto a Mercedes fueron los estadounidenses Eugene Rehfeld (63 años) y Johny Collinson (17).
Luis Sahores, el padre de Mercedes, expresó a Télam su satisfacción por la proeza de su hija y confesó que con su familia pasaron las últimas semanas con preocupación y algo de angustia.
"El lunes, a eso de las 21, nos llamó desde la cumbre con un teléfono satelital. No se entendía casi nada pero alcancé a oír ’¡Llegamos! ¡Llegamos! Estamos en la cumbre y hay un sol espectacular’", relató su padre, quien dijo que fue un momento "muy emocionante y a la vez un alivio".
Los montañistas se instalaron primero en el campamento base del Everest, a 5.500 metros de altura sobre el nivel del mar, para ir aclimatándose.
Desde allí, en la medida en que estuvieron mejor preparados para moverse en el macizo con menor cantidad de oxígeno en el aire, fueron subiendo a otros campamentos previos a la cima.
Luis contó que su hija estaba muy bien preparada para el desafío, como lo había hecho para las diversas competencias en las que participó y también en ascensiones anteriores.
La llegada de Mercedes a la cumbre se produjo alrededor de las 6 de este martes en Nepal (las 21 del lunes en la Argentina), cuando tuvo la suerte de completar la ascensión con buen clima, ya que generalmente suele haber tormentas y mucho viento en esas cumbres.
En la subida Mercedes fue comunicándose por teléfono y por correo electrónico, desde los distintos campamentos en los que instalaban conexiones satelitales.
Con su guía Benegas fue registrando en español e inglés cada paso de la expedición en internet, en el blog http://www.patagonianbrothers.com/blog/2009/04/we-are-back/ Antes de dejar el Campamento 4 en la noche nepalesa, donde habían descansado tres horas y se aprestaban a caminar hacia la cumbre, Mercedes posteó: "Todo bien. Anoche dormimos con oxígeno... así, es como si nada. Un beso enorme para todos!".
Firmó con el seudónimo "Tety", como todos le dicen.
A su vez Damián escribió que "el juego de espera terminó y salimos hacia la cumbre" y agregó que los últimos diez días que pasaron en el campamento base transcurrieron muy rápido.
También describió una avalancha y otros inconvenientes experimentados, la relación con montañistas de otros grupos y con los sherpas, que son los pobladores nativos que guían a las expediciones en el lugar y portean sus equipos. (Telam)
Mercedes tiene 34 años, es apasionada de los deportes de aventura y el kayaquismo e instructora de esquí, aunque también es licenciada en Biología y trabajó con aves, en particular en el Proyecto Cóndor Andino, dedicado hace años a la preservación y estudio de esta especie americana.
La expedición, que duró un mes y medio, fue comandada por el guía de montaña Damián Benegas, quien nació en Puerto Madryn y también vive en Bariloche, y junto a Mercedes fueron los estadounidenses Eugene Rehfeld (63 años) y Johny Collinson (17).
Luis Sahores, el padre de Mercedes, expresó a Télam su satisfacción por la proeza de su hija y confesó que con su familia pasaron las últimas semanas con preocupación y algo de angustia.
"El lunes, a eso de las 21, nos llamó desde la cumbre con un teléfono satelital. No se entendía casi nada pero alcancé a oír ’¡Llegamos! ¡Llegamos! Estamos en la cumbre y hay un sol espectacular’", relató su padre, quien dijo que fue un momento "muy emocionante y a la vez un alivio".
Los montañistas se instalaron primero en el campamento base del Everest, a 5.500 metros de altura sobre el nivel del mar, para ir aclimatándose.
Desde allí, en la medida en que estuvieron mejor preparados para moverse en el macizo con menor cantidad de oxígeno en el aire, fueron subiendo a otros campamentos previos a la cima.
Luis contó que su hija estaba muy bien preparada para el desafío, como lo había hecho para las diversas competencias en las que participó y también en ascensiones anteriores.
La llegada de Mercedes a la cumbre se produjo alrededor de las 6 de este martes en Nepal (las 21 del lunes en la Argentina), cuando tuvo la suerte de completar la ascensión con buen clima, ya que generalmente suele haber tormentas y mucho viento en esas cumbres.
En la subida Mercedes fue comunicándose por teléfono y por correo electrónico, desde los distintos campamentos en los que instalaban conexiones satelitales.
Con su guía Benegas fue registrando en español e inglés cada paso de la expedición en internet, en el blog http://www.patagonianbrothers.com/blog/2009/04/we-are-back/ Antes de dejar el Campamento 4 en la noche nepalesa, donde habían descansado tres horas y se aprestaban a caminar hacia la cumbre, Mercedes posteó: "Todo bien. Anoche dormimos con oxígeno... así, es como si nada. Un beso enorme para todos!".
Firmó con el seudónimo "Tety", como todos le dicen.
A su vez Damián escribió que "el juego de espera terminó y salimos hacia la cumbre" y agregó que los últimos diez días que pasaron en el campamento base transcurrieron muy rápido.
También describió una avalancha y otros inconvenientes experimentados, la relación con montañistas de otros grupos y con los sherpas, que son los pobladores nativos que guían a las expediciones en el lugar y portean sus equipos. (Telam)