El xeneize fue un fiasco y cayó por 1 a 0, en La Bombonera. Diego De Souza, a los 27 minutos del primer tiempo, anotó el gol del equipo uruguayo, que en cuartos de final enfrentará a Estudiantes.
Boca Juniors quedó eliminado este jueves por la noche de la Copa Libertadores de América, al ser derrotado, en condición de local, por Defensor Sporting, que ante una multitud lo venció por 1 a 0.
Diego De Souza, a los 27 minutos del primer tiempo marcó el gol que le dio a Defensor el pase a los cuartos de final del certamen continental, donde lo espera Estudiantes de La Plata, que eliminó a Libertad, de Paraguay.
El partido se jugó en La Bombonera, ante una multitud, que observó con estupor esta eliminación, con un correcto arbitraje del brasileño Salvio Fagundes.
Con algunos aplausos tímidos los hinchas de Boca despidieron a sus jugadores, mientras que hubo insultos al por mayor para el técnico del equipo, Carlos Ischia.
Boca perdió con Defensor porque no tuvo alma, no tuvo ese fuego que lo llevó en los últimos años a ganar varias Copas Libertadores y porque enfrente tuvo un equipo que fue sin presiones a La Bombonera, que no pegó, que no se defendió cerca de su arco y que en el balance se llevó de Argentina una victoria más que merecida.
Boca arrancó el partido como si estuviera obligado a ganar para clasificar, con Sebastián Battaglia parándose delante del círculo central y los laterales dispuestos siempre con vocación ofensiva.
En los primeros minutos Rodrigo Palacio, por derecha, se hizo un verdadero "festín" y sólo con faltas lo podían parar.
Pero Palacio no terminó bien una jugada, los tiros libres, por las faltas que le cometían al delantero, ejecutados al área por Juan Riquelme no prosperaron y todo pasó a ser intrascendencia.
El equipo uruguayo se plantó en La Bombonera con dos líneas de cuatro definidas, decididos a cuidar primero el cero en su arco, dejando correr los minutos pese a que el empate sin goles lo condenaba a quedar eliminado de la Copa Libertadores.
El énfasis de Boca del comienzo pasó a ser displicencia, sin profundizar y estando tranquilo porque Defensor en forma esporádica cruzaba la mitad de la cancha.
De todos modos, cuando los dirigidos por Jorge Da Silva advirtieron que el fondo de Boca daba ventajas, sobre todo por los costados, se comenzaron a animar más, pero no demasiado.
Con poco, casi sin atacar Defensor se puso en ventaja gracias al oportunismo de De Souza, cuando no se había cumplido la primera media hora del partido.
Lo curioso es que los dirigidos por Carlos Ischia ni siquiera por el golpe del gol salieron de la abulia que venían mostrando.
Battaglia pasó desapercibido toda la noche y cuando salió lesionado de la cancha nadie lo lamentó, Riquelme no parece estar diez puntos físicamente, Palacio se ahogó y desapareció.
Con este panorama el que más sufrió fue Martín Palermo, a quien recién en el final del primer tiempo le llegó una pelota más o menos clara, pero su cabezazo fue encontrado por el arquero uruguayo.
En el segundo tiempo poco cambió, porque Boca no podía ser profundo, pese a que inquietó en el primer cuarto de hora un par de veces al arquero de Defensor, pero sin ser un equipo decidido.
Ante ese panorama, Defensor se agrupó atrás, pero tratando de no defenderse cerca de su arco y apostando a una contra que pudiera liquidar a este Boca "sin alma".
El magro panorama obligó a Ischia a realizar variantes, mandando a Leandro Gracián, Nicolás Gaitán y Luciano Figueroa, pero sólo ex Vélez se mostró con decisión y firmeza para atacar.
Llegando a los 30 minutos del segundo tiempo Boca no sólo no merecía el empate, sino que varias veces estuvo cerca de recibir el segundo gol, pero los hombres de Defensor lo "perdonaron".
A los "ponchazos", con el fútbol que le dio Gracián, Boca fue a buscar en los últimos quince minutos en forma desesperada el empate.
Sin embargo, Boca no fue una tromba, no tiró mil centros al área rival y Da Silva mandó a su equipo para adelante, con cambios ofensivos y su equipo en los minutos finales se defendió tratando de tener la pelota.
Claro, que Boca tuvo sus chances, pero ahí apareció una de las figuras de la cancha, el arquero Martín Silva para ahogar el grito y por eso fueron un puñado de uruguayos los que gritaron fuerte en La Bombonera.
Síntesis Boca Juniors: Roberto Abbondanzieri (6); Facundo Roncaglia (4), Julio Cáceres (4), Juan Forlín (6) y Claudio Morel Rodríguez (4); Fabián Vargas (5), Sebastián Battaglia (3) y Cristian Chávez (5); Juan Román Riquelme (3); Rodrigo Palacio (5) y Martín Palermo (3). DT: Carlos Ischia.
Defensor Sporting: Martín Silva (7); Pablo Pintos (6), Jorge Curbelo (7), Mario Risso (6) y Leandro Cabrera (6); Julio Marchant (7), Pablo Gaglianone (6), Miguel Amado (5) y Diego Ferreira (6); DIEGO DE SOUZA (7); Diego Vera (6). DT: Jorge Da Silva.
Gol en el primer tiempo: 27m De Souza (DS).
Cambios en el segundo tiempo: 18m Luciano Figueroa por Morel Rodríguez (B) y Nicolas Gaitán por Chávez (B), 23m Leandro Gracián por Battaglia (B) y Rodrigo Mora por Ferrerira (DS), 31m µlvaro Navarro por Vera (DS) y 37m Mauro Vila por De Souza (DS).
Arbitro: Salvio Fagundos (Brasil).
Cancha: Boca Juniors.
Telam
Diego De Souza, a los 27 minutos del primer tiempo marcó el gol que le dio a Defensor el pase a los cuartos de final del certamen continental, donde lo espera Estudiantes de La Plata, que eliminó a Libertad, de Paraguay.
El partido se jugó en La Bombonera, ante una multitud, que observó con estupor esta eliminación, con un correcto arbitraje del brasileño Salvio Fagundes.
Con algunos aplausos tímidos los hinchas de Boca despidieron a sus jugadores, mientras que hubo insultos al por mayor para el técnico del equipo, Carlos Ischia.
Boca perdió con Defensor porque no tuvo alma, no tuvo ese fuego que lo llevó en los últimos años a ganar varias Copas Libertadores y porque enfrente tuvo un equipo que fue sin presiones a La Bombonera, que no pegó, que no se defendió cerca de su arco y que en el balance se llevó de Argentina una victoria más que merecida.
Boca arrancó el partido como si estuviera obligado a ganar para clasificar, con Sebastián Battaglia parándose delante del círculo central y los laterales dispuestos siempre con vocación ofensiva.
En los primeros minutos Rodrigo Palacio, por derecha, se hizo un verdadero "festín" y sólo con faltas lo podían parar.
Pero Palacio no terminó bien una jugada, los tiros libres, por las faltas que le cometían al delantero, ejecutados al área por Juan Riquelme no prosperaron y todo pasó a ser intrascendencia.
El equipo uruguayo se plantó en La Bombonera con dos líneas de cuatro definidas, decididos a cuidar primero el cero en su arco, dejando correr los minutos pese a que el empate sin goles lo condenaba a quedar eliminado de la Copa Libertadores.
El énfasis de Boca del comienzo pasó a ser displicencia, sin profundizar y estando tranquilo porque Defensor en forma esporádica cruzaba la mitad de la cancha.
De todos modos, cuando los dirigidos por Jorge Da Silva advirtieron que el fondo de Boca daba ventajas, sobre todo por los costados, se comenzaron a animar más, pero no demasiado.
Con poco, casi sin atacar Defensor se puso en ventaja gracias al oportunismo de De Souza, cuando no se había cumplido la primera media hora del partido.
Lo curioso es que los dirigidos por Carlos Ischia ni siquiera por el golpe del gol salieron de la abulia que venían mostrando.
Battaglia pasó desapercibido toda la noche y cuando salió lesionado de la cancha nadie lo lamentó, Riquelme no parece estar diez puntos físicamente, Palacio se ahogó y desapareció.
Con este panorama el que más sufrió fue Martín Palermo, a quien recién en el final del primer tiempo le llegó una pelota más o menos clara, pero su cabezazo fue encontrado por el arquero uruguayo.
En el segundo tiempo poco cambió, porque Boca no podía ser profundo, pese a que inquietó en el primer cuarto de hora un par de veces al arquero de Defensor, pero sin ser un equipo decidido.
Ante ese panorama, Defensor se agrupó atrás, pero tratando de no defenderse cerca de su arco y apostando a una contra que pudiera liquidar a este Boca "sin alma".
El magro panorama obligó a Ischia a realizar variantes, mandando a Leandro Gracián, Nicolás Gaitán y Luciano Figueroa, pero sólo ex Vélez se mostró con decisión y firmeza para atacar.
Llegando a los 30 minutos del segundo tiempo Boca no sólo no merecía el empate, sino que varias veces estuvo cerca de recibir el segundo gol, pero los hombres de Defensor lo "perdonaron".
A los "ponchazos", con el fútbol que le dio Gracián, Boca fue a buscar en los últimos quince minutos en forma desesperada el empate.
Sin embargo, Boca no fue una tromba, no tiró mil centros al área rival y Da Silva mandó a su equipo para adelante, con cambios ofensivos y su equipo en los minutos finales se defendió tratando de tener la pelota.
Claro, que Boca tuvo sus chances, pero ahí apareció una de las figuras de la cancha, el arquero Martín Silva para ahogar el grito y por eso fueron un puñado de uruguayos los que gritaron fuerte en La Bombonera.
Síntesis Boca Juniors: Roberto Abbondanzieri (6); Facundo Roncaglia (4), Julio Cáceres (4), Juan Forlín (6) y Claudio Morel Rodríguez (4); Fabián Vargas (5), Sebastián Battaglia (3) y Cristian Chávez (5); Juan Román Riquelme (3); Rodrigo Palacio (5) y Martín Palermo (3). DT: Carlos Ischia.
Defensor Sporting: Martín Silva (7); Pablo Pintos (6), Jorge Curbelo (7), Mario Risso (6) y Leandro Cabrera (6); Julio Marchant (7), Pablo Gaglianone (6), Miguel Amado (5) y Diego Ferreira (6); DIEGO DE SOUZA (7); Diego Vera (6). DT: Jorge Da Silva.
Gol en el primer tiempo: 27m De Souza (DS).
Cambios en el segundo tiempo: 18m Luciano Figueroa por Morel Rodríguez (B) y Nicolas Gaitán por Chávez (B), 23m Leandro Gracián por Battaglia (B) y Rodrigo Mora por Ferrerira (DS), 31m µlvaro Navarro por Vera (DS) y 37m Mauro Vila por De Souza (DS).
Arbitro: Salvio Fagundos (Brasil).
Cancha: Boca Juniors.
Telam