Nora Dalmasso fue estrangulada, sufrió lesiones anales y genitales producto de una práctica sexual no común, aunque en su cuerpo se detectaron escasos signos de resistencia, según el informe de autopsia elaborado por tres forenses, en el que se descarta totalmente la muerte como producto de un juego sexual.
De acuerdo al estudio practicado por los forenses Guillermo Mazuccelli, Martín Sibiricks y Virginia Ferreyra, que fue dejado en los tribunales de Río Cuarto e informado a la prensa, Dalmasso murió por "estrangulamiento", ya que se hallaron lesiones en el cuello muy contundentes y de mucha intensidad. La mujer tenía un lazo alrededor del cuello y además signos de las yemas de dedos del asesino en la parte superior del cuello, sobre el lazo. Los peritos descartaron "totalmente" la asfixiología o el juego sexual como causa de muerte, al evaluar que esas prácticas demuestran un consentimiento por parte de la víctima que en este caso no se evidencia. Según las autopsia, Dalmasso presentaba lesiones y fisuras en el ano y lesión genital o paragenital no compatibles con una práctica de sexo común o normal. Los forenses determinaron además que la práctica sexual y la muerte fueron contemporáneas. Mediante la autopsia no pudo establecerse si del hecho participó una sola o más personas, lo que no se afirma ni se descarta, dijeron los forenses. Los peritos establecieron que al momento del hallazgo el cuerpo llevaba 36 horas de muerto -con un margen de error de tres- y que la mujer estaba sobre una cama "boca arriba y arrinconada", en una habitación sumamente ordenada. Según los forenses, si bien los análisis del semen, de la vaselina hallada en la escena y de los cabellos están a cargo de otros profesionales, para ellos el patrón genético extraído del semen no necesariamente va a conducir al asesino, ya que si la mujer tuvo unas horas antes otra relación sexual es posible que hayan quedado rastros de ese otro hombre. Sobre los signos de resistencia evidenciados en el cuerpo, los forenses dijeron que son escasos y que las lesiones halladas en la cabeza y un codo fueron "golpes instintivos". Además, los peritos hablaron del hallazgo de rastros de sangre, aunque fueron post mortem y no producto de lesiones contuso cortantes. El estudio forense fue entregado esta mañana en el subsuelo de los tribunales de Río Cuarto, para ser puesto a disposición de los fiscales del caso.