Del total, 33 son nacionales y 653 de distrito, lo que marca una tendencia a la proliferación de agrupaciones, especialmente con fines tácticos, de cara a procesos electorales.
"La cantidad de partidos políticos, especialmente en algunos distritos, no se corresponde con la diversidad de opciones políticas o ideológicas que debieran ser la causa por la cuál se crea un partido, sino circunstancias de naturaleza electoral que necesariamente deben realizarse", dijo a Télam el Director Nacional Electoral, Alejandro Tullio.
Explicó que, por ese motivo, en "Argentina los partidos políticos tienen una posición táctica", más que "una matriz ideológica, como es el caso de los partidos políticos europeos".
Según dijo, la realidad es que en Argentina "se crean muchos partidos políticos como alternativa a los aparatos partidarios", lo que permite que muchos políticos se vayan de un partido y creen otro.
En este mismo sentido se manifestó Mariano Fontela, politólogo del Instituto Juan Perón que preside Antonio Cafiero, quien señaló que "es la proliferación de partidos políticos lo que permite que en Argentina se den situaciones que en otros países no serían bien vistas, por ejemplo que un dirigente de un partido se presente en elecciones por otro".
"Si hubiera pocos partidos políticos, no se aceptaría que un dirigente pase de un partido a otro. Nadie imagina a Barack Obama pasándose del Partido Demócrata al Republicano", consignó.
Pero Fontela cree que de los 700 partidos políticos que están inscriptos en Argentina, "sólo uno" reúne los requisitos "teóricos", y ése es "el Partido Socialista", que "tiene plataforma electoral, elecciones internas, documento doctrinario y vida interna democrática".
Fontela recordó que en el siglo pasado, el primer ministro británico "Winston Churchill se pasó del conservadurismo al liberalismo, durante un debate en el Parlamento que lo enfrentó con sus propios compañeros, y tan raro fue que quedó en la historia".
En cambio, dijo, "en Argentina esos cambios pasan con frecuencia, incluso tras haber sido elegidos en un comicio", algo que sería inaceptable en un sistema democrático como el estadounidense o el europeo, para citar los dos ejemplos mencionados.
Pero estas situaciones que se dan de "poder cambiar de acuerdo al momento" son, según Tullio, "parte de la cultura política argentina".
"Que un partido político sólo sea considerado tal por la existencia de una plataforma, doctrina e internas es absolutamente teórico, y nada tiene que ver con la realidad", afirmó.
La ley 23.298 que reglamenta los partidos políticos en Argentina, sólo establece como requisitos para la vigencia de un partido: no pasar tres elecciones consecutivas sin presentar candidato en algún distrito, realizar elecciones internas por lo menos cada cuatro años; presentar el acta de designación de autoridades surgidas de elecciones internas y presentar libros de inventario, de caja, de actas y resoluciones.
Para la Constitución Nacional (artículo 38), los partidos políticos son "instituciones fundamentales del sistema democrático" e "instrumentos necesarios para la formulación y realización de la política nacional", con potestad para la postulación de candidatos a cargos públicos electivos.
La Constitución hace diferencia entre los partidos de "distrito", que sólo son reconocidos en un municipio o en una provincia, y los "nacionales", que actúan en "todas aquellas jurisdicciones en las que se encuentran inscriptos", y que son los únicos que pueden postular candidatos a presidente y vicepresidente de la Nación.
Acompañando esta información sobre la cantidad de partidos políticos, la Cámara Nacional Electoral informó que del total de la población (27.391.208), un 30,84%(8.448.419) está afiliada a algún partido político y la mayor parte son mujeres (4.363.349).
En cuanto a la evolución del caudal de afiliaciones, según la última medición de la Cámara, si bien aumentó en los últimos años, lo hizo en una forma estable.
Mientras que en el 2004 había 8.327.449 afiliados a partidos políticos, en el 2008 hubo 8.448.419; en el 2007 hubo 8.292.347; en el 2006 8.324.534 y en el 2005 8.315.315.
Al respecto, Tullio sostuvo que "los informes sobre afiliaciones no reflejan la verdadera situación de la militancia", y dio como ejemplo los afiliados radicales que son 2 millones y, sin embargo, la mayoría no milita.
Explicó que, por ese motivo, en "Argentina los partidos políticos tienen una posición táctica", más que "una matriz ideológica, como es el caso de los partidos políticos europeos".
Según dijo, la realidad es que en Argentina "se crean muchos partidos políticos como alternativa a los aparatos partidarios", lo que permite que muchos políticos se vayan de un partido y creen otro.
En este mismo sentido se manifestó Mariano Fontela, politólogo del Instituto Juan Perón que preside Antonio Cafiero, quien señaló que "es la proliferación de partidos políticos lo que permite que en Argentina se den situaciones que en otros países no serían bien vistas, por ejemplo que un dirigente de un partido se presente en elecciones por otro".
"Si hubiera pocos partidos políticos, no se aceptaría que un dirigente pase de un partido a otro. Nadie imagina a Barack Obama pasándose del Partido Demócrata al Republicano", consignó.
Pero Fontela cree que de los 700 partidos políticos que están inscriptos en Argentina, "sólo uno" reúne los requisitos "teóricos", y ése es "el Partido Socialista", que "tiene plataforma electoral, elecciones internas, documento doctrinario y vida interna democrática".
Fontela recordó que en el siglo pasado, el primer ministro británico "Winston Churchill se pasó del conservadurismo al liberalismo, durante un debate en el Parlamento que lo enfrentó con sus propios compañeros, y tan raro fue que quedó en la historia".
En cambio, dijo, "en Argentina esos cambios pasan con frecuencia, incluso tras haber sido elegidos en un comicio", algo que sería inaceptable en un sistema democrático como el estadounidense o el europeo, para citar los dos ejemplos mencionados.
Pero estas situaciones que se dan de "poder cambiar de acuerdo al momento" son, según Tullio, "parte de la cultura política argentina".
"Que un partido político sólo sea considerado tal por la existencia de una plataforma, doctrina e internas es absolutamente teórico, y nada tiene que ver con la realidad", afirmó.
La ley 23.298 que reglamenta los partidos políticos en Argentina, sólo establece como requisitos para la vigencia de un partido: no pasar tres elecciones consecutivas sin presentar candidato en algún distrito, realizar elecciones internas por lo menos cada cuatro años; presentar el acta de designación de autoridades surgidas de elecciones internas y presentar libros de inventario, de caja, de actas y resoluciones.
Para la Constitución Nacional (artículo 38), los partidos políticos son "instituciones fundamentales del sistema democrático" e "instrumentos necesarios para la formulación y realización de la política nacional", con potestad para la postulación de candidatos a cargos públicos electivos.
La Constitución hace diferencia entre los partidos de "distrito", que sólo son reconocidos en un municipio o en una provincia, y los "nacionales", que actúan en "todas aquellas jurisdicciones en las que se encuentran inscriptos", y que son los únicos que pueden postular candidatos a presidente y vicepresidente de la Nación.
Acompañando esta información sobre la cantidad de partidos políticos, la Cámara Nacional Electoral informó que del total de la población (27.391.208), un 30,84%(8.448.419) está afiliada a algún partido político y la mayor parte son mujeres (4.363.349).
En cuanto a la evolución del caudal de afiliaciones, según la última medición de la Cámara, si bien aumentó en los últimos años, lo hizo en una forma estable.
Mientras que en el 2004 había 8.327.449 afiliados a partidos políticos, en el 2008 hubo 8.448.419; en el 2007 hubo 8.292.347; en el 2006 8.324.534 y en el 2005 8.315.315.
Al respecto, Tullio sostuvo que "los informes sobre afiliaciones no reflejan la verdadera situación de la militancia", y dio como ejemplo los afiliados radicales que son 2 millones y, sin embargo, la mayoría no milita.