La situación política en esta provincia llegó ayer a su máximo pico de tensión, luego de que la Legislatura, controlada por el vicegobernador Luis Beder Herrera, dispuso la suspensión del gobernador Angel Maza, medida que el mandatario desconoció mediante un decreto.
Anoche, y en cumplimiento de la orden del juez Miguel Angel Morales, guardias de Infantería desalojaron con gases lacrimógenos la Casa de Gobierno. Fueron repelidos con piedras por seguidores de Maza desde el Salón Blanco. Maza se quedó en su despacho acompañado por su familia y algunos miembros de su gabinete "hasta que el gobierno nacional tome una decisión", según informó al cierre de esta edición su hermano, funcionario y titular del PJ Capital, Jorge Maza. Tras 11 años y tres meses de ejercicio ininterrumpido en el poder de la provincia, Maza tuvo su peor derrota política. La Sala Acusadora de la Cámara de Diputados declaró procedente un juicio político por una irregular enajenación de tierras públicas. Apenas concluyó una curiosa y tensa sesión legislativa (que incluyó un descargo imprevisto del propio Maza), Beder anunció que asumía de inmediato el lugar del gobernador y anticipó que se adelantaban las elecciones en la provincia y que será candidato. A pocas cuadras de la Legislatura, los seguidores del gobernador dispusieron tomar la Casa de Gobierno, mientras Maza resolvía enviar al presidente Néstor Kirchner un pedido de intervención a la provincia. De inmediato, el suspendido gobernador decretó en acuerdo de ministros que él sigue en sus funciones. La escribana Beatriz Quijada, que intentó comunicarle oficialmente la suspensión junto a una guardia policial, fue atacada por los manifestantes que custodiaban la Casa de Gobierno. El juez Morales resolvió al anochecer enviar la orden de desalojar a toda persona que se encontrara en la Casa de Gobierno, incluido el propio Maza. El mensaje fue dirigido al comisario Luis Angulo, designado ayer a la tarde por Beder. Pero ese nombramiento agravó la crisis: el anterior jefe de la policía riojana, comisario Julio Nieto, rechazó la resolución del vicegobernador y parte de la fuerza amenazó con autoacuartelarse. Al final, el diputado bederista Mario Guzmán Soria anunció que habían decidido ratificar a Nieto en su cargo. "A mí nadie me pide que saque al gobernador", dijo anoche Nieto, al confirmar que la policía había desalojado a todos los manifestantes del edificio. Pero nadie entró en el despacho principal. La situación podría complicarse en las próximas horas. Anoche los empleados estatales y judiciales de la provincia resolvieron llamar para hoy a un paro por 24 horas. El Ministerio de Educación dictó un "asueto escolar", con la idea de "resguardar la seguridad de los alumnos y maestros". Violencia La jornada de ayer comenzó con tranquilidad: no se habían producido los temidos choques entre seguidores de Maza y de Beder. Pero después de conocida la suspensión, la Casa de Gobierno fue tomada por los adictos al gobernador que repudiaron "el golpe institucional" de los legisladores. Maza, sus funcionarios y varios intendentes se atrincheraron en el primer piso de la sede del Ejecutivo, donde permanecieron toda la tarde. Después de las 16, sin ninguna custodia policial a la vista, decenas de cubiertas fueron quemadas en las adyacencias de la Casa de Gobierno por las mismas personas que decían defender a Maza. A diferencia de cualquier manifestación de estatales, en que los bomberos actúan de inmediato, nadie apagaba el fuego. El centro de la ciudad parecía una zona liberada. La senadora Ada Maza, hermana del suspendido mandatario, les decía a sus seguidores: "No nos movemos de acá". El decreto 516, firmado por el ya suspendido Maza, sostuvo que la sanción legislativa fue adoptada en el marco de una grave crisis institucional. "La manifiesta enemistad demostrada por los diputados provinciales, respecto de la figura del gobernador de la provincia, priva a la decisión adoptada de las garantías constitucionales del debido proceso, afectando el legítimo derecho de defensa y a un juicio justo", enfatiza el decreto. No hubo, sin embargo, las movilizaciones masivas que esperaba el Poder Ejecutivo. Por temor a los incidentes, muchos empleados públicos que habían sido "instados" a participar de la marcha optaron por retornar a sus casas. Muchos riojanos ni siquiera se interesaron en el conflicto. Pero el momento del desalojo de la Casa de Gobierno fue dramático. Hubo intercambio de piedras y balas de goma. Varios simpatizantes mazistas, entre ellos la ex esposa del gobernador y funcionaria del área de Salud, María Ana Palmieri, resultaron heridos en el operativo. Tras la suspensión, Beder anunció que de inmediato se había hecho cargo de la gobernación. Pidió al pueblo "que se quede tranquilo". Y dio "garantías a los intendentes para que desarrollen en paz su tarea, porque no va a existir ningún tipo de persecución". Además, anticipó que las elecciones se realizarán en un plazo de 120 días. Para ello es necesario que la Cámara reforme una ley que establece que los comicios riojanos tendrán lugar en octubre. Beder admitió que será candidato a la gobernación, pero en los últimos 30 días de campaña "pedirá licencia para luchar desde el llano". Maza, que había superado a Carlos Menem en su récord de tres gobernaciones consecutivas, tuvo un martes 13 poco propicio. Por ahora, la decisión de concluir el 10 de diciembre quedó en suspenso. Y más aún su íntima aspiración a un cuarto período.