El hecho ocurrió en las últimas horas por calle Carlos Gardel al 187, en inmediaciones de la ex estación del Ferrocarril, cuando un vecino sintió olores putrefactos que provenían de una casa. Alertó a la Policía y al llegar al lugar se encontró con una imagen dantesca: había dentro de una vivienda tres cadáveres en avanzado estado de descomposición, de dos personas mayores y de un menor. Uno de los agentes sintió el llanto de un bebé, y en una cuna encontraron a un chiquito con una herida de bala en el pecho. El pequeño está estable, ya que la bala no perforó órgano alguno ni algún vaso importante. Los muertos fueron identificados como Francisco Lotero, el jefe de familia; Miriam Isabel Coletti, la esposa, y un hijo de ambos. Encontraron una carta donde contaban sobre el pacto suicida. La mujer habría sido quien efectuó los disparos.
Según lo informó Javier Bovino, colega de Radio Power a ésta redacción, "el hecho conmocionó a toda la población y hace muchísimo tiempo no se había vivido una circunstancia tan horrorosa"
De acuerdo a lo indicado, junto a los cadáveres, se encontró una carta en la cuál la pareja alertaba sobre "los efectos de la globalización, del calentamiento global, y de la responsabilidad de los Presidentes de las grandes potencias en la degradación de la humanidad"
La familia Lotero vivía casi sin tener contactos con nadie, y de acuerdo al propio vecino que advirtió el hecho "no se sabía ni que tenía hijos menores"
El hombre sería curandero y vendería yuyos y otros elementos relacionados con las ciencias ocultas por las calles de la ciudad. Sería oriundo de Esquina.
Lo más dramático habría sido la situación vivida por la Policía al percatarse de un llanto dentro de la casa donde estaba el horrendo cuadro. En una habitación contigua a la que estaban los cadáveres de la pareja y del hijo mayor, encontraron a un bebé en una cuna: el pequeño tenía una herida superficial a la altura del pecho, y estaba lleno de sangre ya coagulada con las horas.
Fue trasladado al Hospital Zonal Camilo Muniagurria, donde se mantiene estable.
De acuerdo a lo indicado, junto a los cadáveres, se encontró una carta en la cuál la pareja alertaba sobre "los efectos de la globalización, del calentamiento global, y de la responsabilidad de los Presidentes de las grandes potencias en la degradación de la humanidad"
La familia Lotero vivía casi sin tener contactos con nadie, y de acuerdo al propio vecino que advirtió el hecho "no se sabía ni que tenía hijos menores"
El hombre sería curandero y vendería yuyos y otros elementos relacionados con las ciencias ocultas por las calles de la ciudad. Sería oriundo de Esquina.
Lo más dramático habría sido la situación vivida por la Policía al percatarse de un llanto dentro de la casa donde estaba el horrendo cuadro. En una habitación contigua a la que estaban los cadáveres de la pareja y del hijo mayor, encontraron a un bebé en una cuna: el pequeño tenía una herida superficial a la altura del pecho, y estaba lleno de sangre ya coagulada con las horas.
Fue trasladado al Hospital Zonal Camilo Muniagurria, donde se mantiene estable.