Ayer en la localidad de Mocoretá se reunieron los principales popes del radicalismo correntino, el mensaje dado al finalizar el cónclave fue de intentar lograr la unidad del partido de Alem. En Saladas el partido Radical esta fracturado en tres partes y al parecer no existe señal alguna de lograr un consenso. Al menos en el Honorable Concejo Deliberante los 4 ediles con los que cuenta la UCR, llámese Pisarello, Monzón, Yaya y Pellegrini todavía no encuentran un punto de unidad y al parecer ni siquiera trabajan en ello.
Lejos de la unidad y la fraternidad se encuentran en Saladas los máximos referentes de la Unión Cívica Radical. En el Honorable Concejo Deliberante todos los radicales como Francisco Pisarello, Ana Mará Monzón, Natalia Yaya y Juan Manuel Pellegrini han hecho rancho aparte y al parecer el abismo que existe entre ellos es tan profundo que nadie esta dispuesto a saltar para poder entablar una relación de unidad y poder reavivar la partido a nivel local.
Pese a los discursos en la campaña pasada de lograr el consenso entre los principales actores políticos dentro de la UCR y obtener así la unidad local de este gran partido lleno de historia a nivel nacional. A cuatro meses de asumir los ediles Monzón, Yaya y Pellegrini y a casi tres años de la permanencia de Pisarello en el HCD, todavía no hay señal alguna de que todos ellos puedan encontrarse y lograr un punto en común para afianzar este partido político.
Todos comenzarán a verse con buenos ojos ya que el año que viene los argentinos elegiremos una vez más presidente y la Unión Cívica Radical seguramente llevará candidato propio y esto hará que todos los radicales saladeños trabajen para el mismo candidato y hasta puedan coordinar acciones políticas juntos.
El año que viene además dicho partido en cuestión perderá un edil. Pisarello culmina su mandato y es probable que la UCR renueve esa banca con una persona del mismo signo partidario y hasta no se descarta que le den luz verde a “Paty” para que siga por cuatro años más.
Por el momento solo nos resta esperar, o todo o nada puede pasar en el radicalismo saladeño. Si es importante destacar que quienes tienen el guiño del Ejecutivo Provincial son los sectores de Natalia Yaya y Ana María Monzón y aunque ellas coinciden en varios aspectos legislativos no condicen en aspectos políticos y las dos se catalogan como abiertas al dialogo.
Pese a los discursos en la campaña pasada de lograr el consenso entre los principales actores políticos dentro de la UCR y obtener así la unidad local de este gran partido lleno de historia a nivel nacional. A cuatro meses de asumir los ediles Monzón, Yaya y Pellegrini y a casi tres años de la permanencia de Pisarello en el HCD, todavía no hay señal alguna de que todos ellos puedan encontrarse y lograr un punto en común para afianzar este partido político.
Todos comenzarán a verse con buenos ojos ya que el año que viene los argentinos elegiremos una vez más presidente y la Unión Cívica Radical seguramente llevará candidato propio y esto hará que todos los radicales saladeños trabajen para el mismo candidato y hasta puedan coordinar acciones políticas juntos.
El año que viene además dicho partido en cuestión perderá un edil. Pisarello culmina su mandato y es probable que la UCR renueve esa banca con una persona del mismo signo partidario y hasta no se descarta que le den luz verde a “Paty” para que siga por cuatro años más.
Por el momento solo nos resta esperar, o todo o nada puede pasar en el radicalismo saladeño. Si es importante destacar que quienes tienen el guiño del Ejecutivo Provincial son los sectores de Natalia Yaya y Ana María Monzón y aunque ellas coinciden en varios aspectos legislativos no condicen en aspectos políticos y las dos se catalogan como abiertas al dialogo.