El día martes por la noche, en una sesión más del concejo deliberante saladeño, los ediles pidieron a los periodistas Raúl Cuevas y Marcelo Farias Morales que abandonaran el recinto, cuando estos últimos solo estaban trabajando y escuchando dicha sesión. Los concejales se ampararon en el artículo 145 de la carta Orgánica de esta ciudad.
Los concejales que sesionaban tranquilamente en una sesión pública que repentinamente se transformó en privada, por la presencia de dos periodistas que solo estaban trabajando y buscando la noticia. Al parecer y por lo que se argumenta los ediles debían tratar temas muy internos del concejo entonces se basaron o escudaron el articulo 145 de la Carta Orgánica municipal que reza lo siguiente: Todas las Sesiones serán Publicas, salvo cuando por el voto de las dos terceras partes (2/3) de la totalidad de los miembros se resuelva que sean Secretas, por la índole del asunto a tratar. El lamentable hecho tomo estado público cayendo como un balde agua fría en la sociedad y más aún en la prensa local. Los periodistas expulsados del recinto fueron los colegas de FM La Cueva, Raúl Cuevas y Marcelo Agustín Farias Morales que tampoco atinaron a hacer y decir nada en dicha sesión, solo escuchaban lo que los representantes del pueblo hablaban. Es así que ya casi al final de la sesión que hasta el momento era pública, la concejal Natalia Yaya pidió que la misma se transformará en privada basándose en el artículo 145 de la Carta Magna local. Se produce entonces la votación y es ahí donde todos, menos el concejal González levantaron la mano aprobando lo pedido por Yaya. Tal vez lo más raro, fue que la misma se trasformó en privada ya casi en el final donde se estaban por tocar temas varios, temas poco significativos para el concejo por eso se tratan al final. Como si esto fuera poco se pidió a los secretarios del concejo que acompañen a los periodistas hasta la puerta de la planta baja, ya que los concejales sesionan en el primer piso del municipio, para que los trabajadores de prensa definitivamente no escuchen nada de lo tratado. De igual manera se pudo saber que lo que no se quería que se haga público era el malestar que muchos concejales tenían con el concejal Juan D. González por sus declaraciones mediáticas por la compra del tractor.