Allegados al intendente Daniel Alterats comentaron a Saladas Informa que la relación política entre el justicialismo y el radicalismo dirigido por la concejal Natalia Yaya estaría atravesando su peor momento. “No se hablan, ni se reúnen”, destacó a este medio un miembro del gabinete del jefe comunal. El quiebre se habría dado por compromisos políticos incumplidos del intendente para con el sector de Yaya.
Es tal vez el primer quiebre político que se da en la localidad de Saladas, luego de las elecciones del 13 de septiembre del 2009. Las cosas en la alianza ganadora no estarían nada bien, y más aún entre el justicialismo de Daniel Alterats y el radicalismo de la dirigente Natalia Yaya. Allegados a ambos socios políticos destacaron a este diario digital que no se reúnen, ni hablan y que la concejal ya no frecuentaría el palacio municipal.
“Nula”, así catalogaron dirigentes del radicalismo y el PJ local la relación que mantienen ambos popes de la política saladeña por estas semanas.
“A la concejal Yaya ya no se la ve más por acá, ni pide hablar por teléfono con el señor intendente”, dijo un empleado municipal cuando le preguntamos si la edil frecuenta el municipio o se reúne con el jefe comunal.
Dirigentes justicialistas se animaron a decir que Yaya pide mucho y que por tal motivo Alterats “le corto el rostro”, como se dice vulgarmente.
Lo cierto es que el escenario político cambió radicalmente y pese a que a el intendente Daniel Alterats poco le interese la labor del Honorable Concejo Deliberante, porque sabe que tiene mayoría y por más que Yaya agrupe a todos los radicales o ediles de otros sectores no logrará quebrar la hegemonía que mantiene Alterats dentro del recinto. Desde el sector liderado por la radical ya no ven ciertos proyectos con mucho agrado o no se preocupan en votarlos a las apuradas, sino que ahora los revisan detalladamente marcando una clara diferencia.
Este desencuentro entre ambos iba a pasar tarde o temprano, es claro que el año que viene se eligen autoridades presidenciales y no iban a transitar un camino electoral juntos porque forman parte de proyectos políticos totalmente antagónicos.
“Nula”, así catalogaron dirigentes del radicalismo y el PJ local la relación que mantienen ambos popes de la política saladeña por estas semanas.
“A la concejal Yaya ya no se la ve más por acá, ni pide hablar por teléfono con el señor intendente”, dijo un empleado municipal cuando le preguntamos si la edil frecuenta el municipio o se reúne con el jefe comunal.
Dirigentes justicialistas se animaron a decir que Yaya pide mucho y que por tal motivo Alterats “le corto el rostro”, como se dice vulgarmente.
Lo cierto es que el escenario político cambió radicalmente y pese a que a el intendente Daniel Alterats poco le interese la labor del Honorable Concejo Deliberante, porque sabe que tiene mayoría y por más que Yaya agrupe a todos los radicales o ediles de otros sectores no logrará quebrar la hegemonía que mantiene Alterats dentro del recinto. Desde el sector liderado por la radical ya no ven ciertos proyectos con mucho agrado o no se preocupan en votarlos a las apuradas, sino que ahora los revisan detalladamente marcando una clara diferencia.
Este desencuentro entre ambos iba a pasar tarde o temprano, es claro que el año que viene se eligen autoridades presidenciales y no iban a transitar un camino electoral juntos porque forman parte de proyectos políticos totalmente antagónicos.