Abigeato en Saladas; el drama no se termina

El abigeato es una problemática que castiga al sector ganadero en varios departamentos de la provincia, y Saladas no está ajeno a este flagelo. Según señalan, en la zona rural hay caminos vecinales que son utilizados por los ladrones de ganado a su antojo, y en las últimas semanas los casos ascendieron considerablemente.
Otro aspecto relacionado al delito rural es la faena clandestina, ya que desde el sector privado señalan que en la localidad y sus alrededores funcionan 62 carnicerías, aunque sólo 10 de ellas tienen permiso para faenar.

El problema del abigeato fue planteado el pasado viernes a los funcionarios provinciales que participaron de una reunión con unos 90 empresarios de toda la provincia. En ese ámbito, un productor de la zona explicó al ministro de Hacienda, Enrique Vaz Torres (el de Gobierno y Justicia, Gustavo Valdés, no asistió a la reunión) que el hurto de ganado es un problema que aqueja fuertemente a la zona, y pidieron soluciones al respecto.

Ante el planteo, el titular de Hacienda consideró que se trata de una práctica delictiva difícil de controlar; aunque aseguró que desde el Estado se está trabajando mucho sobre el tema y garantizó que trasmitiría todas las inquietudes al ministro Gustavo Valdés. Además, Vaz Torres mencionó varias acciones que encara la Provincia para reducir esta práctica, tales como la elaboración de “guías con códigos de barra para que no las puedan adulterar”.

En este aspecto, cabe señalar que en la localidad funciona un destacamento de la Policía Rural, de Islas y Ambiente Rural (Priar), encargada del patrullaje en los caminos vecinales y la prevención de los delitos rurales. Sin embargo, fuentes de la tierra de Cabral señalaron que los mismos efectivos de la fuerza admiten que no cuentan con recursos humanos ni de movilidad ideales para prevenir estos delitos.

No obstante, desde el sector comercial también atendieron también una cuestión que va de la mano con el abigeato: la faena clandestina de animales. En este sentido, un carnicero de la localidad explicó a El Litoral que en Saladas funcionan 62 carnicerías habilitadas, pero sólo 10 comerciantes tienen permiso para faena, emitido por la ex-Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca). “No sé como hacen las otras carnicerías para funcionar, pero al parecer lo hacen habilitadas por la Municipalidad”, dijo el comerciante.

En este aspecto, comentó que muchos de estos comercios se encuentran en la zona rural, más conocida como “los pagos”, ya que allí se encuentran Pago de los Deseos, Pago Arias, entre otros. Estas carnicerías tienen mejores precios que las que funcionan en la localidad, y esta cuestión llama la atención de los comerciantes del rubro. “Es una competencia desleal, porque si ellos faenan en forma clandestina, omiten impuestos, costos y demás pagos que nosotros tenemos que hacer cuando faenamos en el matadero”, re-saltó el comerciante.

Ante el planteo del sector privado, durante la reunión del viernes en Saladas el ministro Vaz Torres había considerado que se trata de una problemática sobre la que se debe trabajar en conjunto, donde no puede estar ausente el Municipio.

“Cuando el abigeato tiene que ver con la comercialización del ganado, porque quienes roban los animales los venden para faenas particulares, el rol contralor municipal es prioritario ya que es necesario identificar el origen de los productos que ofrecen las carnicerías de la zona”, remarcó el virasoreño. No obstante, desde el sector privado consideran que ambas problemáticas competen tanto al Municipio como a la Provincia.

“No hay controles policiales ni de bromatología; hay que sentarse y trabajar en conjunto”, manifestaron.


FUENTE: Diario El Litoral.-