La presidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó hoy ante la Asamblea Legislativa que seguirá "trabajando con todos y por todos sin dejar las convicciones", y agradeció a todos los argentinos que "creyeron en el proyecto colectivo" que encabeza para gobernar cuatro años más.
La Presidenta prestó a las 12.15 luego de que hiciera lo propio el flamante vicepresidente Amado Boudou, y comenzó su discurso ante diputados, senadores, mandatarios extranjeros y funcionarios recordando a su marido y fallecido ex presidente Néstor Kirchner.
“Como todos se imaginarán, hoy no es un día fácil para esta Presidenta. Pese a la alegría y contundencia del voto popular, falta algo y falta alguien, que hace exactamente ochos años y cinco meses, en este mismo lugar, venía a decirle a todos los argentinos que él pertenecía a una generación diezmada”, recordó.
Luego, Cristina se refirió a la política de derechos humanos, de la cual dijo enorgullecerse y que la Argentina es “ejemplo en materia global”, y reclamó a la Justicia que continúe avanzando en los juicios contra represores para que “el próximo presidente que asuma en 2015 no tenga que volver a pronunciar” ese pedido.
“Estamos en una nueva Argentina, y también en un nuevo mundo que implica mayores desafíos y mayores decisiones comprometidas con los intereses de nuestra sociedad”, prosiguió la Presidenta en alusión a la crisis financiera global, y remarcó que la Argentina “ha dado un salto fenomenal" desde 2003.
En ese sentido, enumeró la mejora en los indicadores económicos y sociales en los últimos ocho años, y los programas sociales como la Asignación Universal por Hijo, pero remarcó: "Mientras haya un solo pobre, no estará implementado el proyecto nacional y popular".
La Presidenta calificó a la "acumulación de reservas como otro de los puntales del modelo" y dijo que tuvo "también que soportar cinco corridas cambiarias que las corporaciones hicieron pensando que este gobierno iba a ceder".
"Que se den por notificados, yo no soy la presidenta de las corporaciones, soy la presidenta de los 40 millones de argentinos", enfatizó, seguida de la mayor ovación de la ceremonia de parte del auditorio.
Cristina explicó que si se sumara "lo pagado en materia de deuda y los casi 16 mil millones de dólares (cedidos en la corrida cambiaria), hoy el Banco Central tendría U$S 88 mil millones".
"Por eso le pido a todos los sectores, que no escupamos al cielo, porque no es buen método y nunca nos ha dado resultado.
Recordemos que pequeños empresarios se convirtieron en medianos y los grandes se cansaron de ganar dinero. No me quejo de los que ganan dinero, les pido la contribución sensata e inteligente, ni siquiera patriótica, de seguir colaborando con un modelo virtuoso", añadió.
Además, Cristina llamó a no guiarse por "la cantidad sino la calidad" de las leyes aprobadas, y dijo que el Congreso en sus primeros cuatro años de gobierno fue el que menos leyes aprobó pero "con que sean estas tres bastaba: ley de Servicios de Comunicación Audiovisuales, la de recuperación de las AFJP y la de movilidad jubilatoria".
La Presidenta esbozó objetivos de su próxima gestión y dijo que mejorar la competitividad será "el gran desafío" de los próximos cuatros años, para lo cual creará una subsecretaría que trabaje en el tema, y también abogó por "mayor calidad educativa y capacitación por parte de los docentes".
Al culminar, agradeció a sus "compañeros y compañeras que no defeccionaron en los momentos más difíciles" y concluyó: "En honor a los 40 millones, en honor a los compañeros o que ya no están, y a nuestra propia historia, yo les prometo que no vamos a dejar las convicciones y vamos a seguir trabajando con todos, por todos, por una Argentina más justa, más equitativa y más solidaria".
Luego Cristina se retiró rumbo a la Casa Rosada, donde recibía a las delegaciones extranjeras y le tomaba juramento de rigor a los ministros.
“Como todos se imaginarán, hoy no es un día fácil para esta Presidenta. Pese a la alegría y contundencia del voto popular, falta algo y falta alguien, que hace exactamente ochos años y cinco meses, en este mismo lugar, venía a decirle a todos los argentinos que él pertenecía a una generación diezmada”, recordó.
Luego, Cristina se refirió a la política de derechos humanos, de la cual dijo enorgullecerse y que la Argentina es “ejemplo en materia global”, y reclamó a la Justicia que continúe avanzando en los juicios contra represores para que “el próximo presidente que asuma en 2015 no tenga que volver a pronunciar” ese pedido.
“Estamos en una nueva Argentina, y también en un nuevo mundo que implica mayores desafíos y mayores decisiones comprometidas con los intereses de nuestra sociedad”, prosiguió la Presidenta en alusión a la crisis financiera global, y remarcó que la Argentina “ha dado un salto fenomenal" desde 2003.
En ese sentido, enumeró la mejora en los indicadores económicos y sociales en los últimos ocho años, y los programas sociales como la Asignación Universal por Hijo, pero remarcó: "Mientras haya un solo pobre, no estará implementado el proyecto nacional y popular".
La Presidenta calificó a la "acumulación de reservas como otro de los puntales del modelo" y dijo que tuvo "también que soportar cinco corridas cambiarias que las corporaciones hicieron pensando que este gobierno iba a ceder".
"Que se den por notificados, yo no soy la presidenta de las corporaciones, soy la presidenta de los 40 millones de argentinos", enfatizó, seguida de la mayor ovación de la ceremonia de parte del auditorio.
Cristina explicó que si se sumara "lo pagado en materia de deuda y los casi 16 mil millones de dólares (cedidos en la corrida cambiaria), hoy el Banco Central tendría U$S 88 mil millones".
"Por eso le pido a todos los sectores, que no escupamos al cielo, porque no es buen método y nunca nos ha dado resultado.
Recordemos que pequeños empresarios se convirtieron en medianos y los grandes se cansaron de ganar dinero. No me quejo de los que ganan dinero, les pido la contribución sensata e inteligente, ni siquiera patriótica, de seguir colaborando con un modelo virtuoso", añadió.
Además, Cristina llamó a no guiarse por "la cantidad sino la calidad" de las leyes aprobadas, y dijo que el Congreso en sus primeros cuatro años de gobierno fue el que menos leyes aprobó pero "con que sean estas tres bastaba: ley de Servicios de Comunicación Audiovisuales, la de recuperación de las AFJP y la de movilidad jubilatoria".
La Presidenta esbozó objetivos de su próxima gestión y dijo que mejorar la competitividad será "el gran desafío" de los próximos cuatros años, para lo cual creará una subsecretaría que trabaje en el tema, y también abogó por "mayor calidad educativa y capacitación por parte de los docentes".
Al culminar, agradeció a sus "compañeros y compañeras que no defeccionaron en los momentos más difíciles" y concluyó: "En honor a los 40 millones, en honor a los compañeros o que ya no están, y a nuestra propia historia, yo les prometo que no vamos a dejar las convicciones y vamos a seguir trabajando con todos, por todos, por una Argentina más justa, más equitativa y más solidaria".
Luego Cristina se retiró rumbo a la Casa Rosada, donde recibía a las delegaciones extranjeras y le tomaba juramento de rigor a los ministros.