Los múltiples incendios desatados no dan treguas a los Bomberos Voluntarios de Saladas, en la siesta del sábado 21 de enero, se produjeron seis de seguidos. Quema de pastizales, aserraderos, campo, basural y hasta un grupo electrógeno en la planta potabilizadora de la empresa Aguas de Corrientes.
El primero de ellos se desató en la parte de atrás del predio de un aserradero ubicado en el barrio Indusmadera, allí desechos de maderas, montículos de aserrín y pastizal, eran consumidos por las llamas descontroladas con peligro de quema de varios domicilios lindantes, por ello, los encargados del aserradero solicitaron la asistencia de bomberos, quienes con dos dotaciones aplacaron esta importante quema.
Casi en simultaneo, pasada las 13:30, por calle Belgrano y Alsina un gran montón de basura acumulada en el terreno ubicado en las acalles antes mencionadas, alertó a vecinos quienes llamaron al servicio de emergencias de bomberos, y hasta allí concurrió una dotación de voluntarios, los que luego de trabajar sobre la quema desatada, terminaron extinguiendo.
Ya casi llegando a las 14:10 de la sienta de este sábado 21 de enero, en un campo ubicado en Colonia Cabral en cercanías de una escuela y viviendas, se desató un incendio de pastizales y troncos de árboles caídos, el alerta para bomberos nuevamente se hacía escuchar con el ulular de las sirenas para acudir y con una dotación y extinguir esta quema.
El reloj marcaba las 14:38 de una calurosa siesta de enero en Saladas, cuando al compas de las radios UHF por donde bomberos se comunican pasando los partes de cada incendio al cual estaban atendiendo casi en simultaneo, sonaba el timbre del teléfono de emergencias (100) del Cuartel Comandante Mayor Miguel ramos, donde un desesperado encargado de una estancia ubicada en Paraje Anguá de Saladas, suplicaba el rápido accionar de los bomberos por la quema devastadora de su campo, otra vez y por cuarta vez consecutiva sonaban las sirenas de las dotaciones que acudieron rápidamente hasta este campo donde al llegar bomberos trabajaron con bate fuegos, mochilas extinguidoras, líneas con mangas suministradas de agua por motobombas desde un tráiler y camioneta forestal atacando desde distintos frentes al fuego que ya rápidamente consumió unas 3 hectáreas de pastizal y arboles, también postes de los alambrados, un acoplado y parte de unos corrales.
El rápido y buen trabajo de los bomberos en esta estancia de paraje Anguá, preservó intacta la casa de los encargados, un galpón y elementos varios para el trabajo de campo que ya se encontraban en camino de ser incinerados por las llamas que avanzaban velozmente, pero fueron apagadas metros antes de alcanzar la casa y las pertenecías del campo por un accionar bomberil destacado que fue muy agradecido por los paisanos y propietarios de la estancia.
El quinto llamado y partida de bomberos fue hasta el paraje saladeño Pago Pirú donde un denso pastizal de un campo, estaba siendo devastado por un incendio de grandes proporciones, por suerte la llovizna caída en esos momentos, ayudó a bomberos y a los trabajadores de este campo a sofocar la quema que tenía un frente de unas 7 hectáreas aseguraron los bomberos voluntarios de Saladas.
Por último y ya sobre las 16:55, volvía a sonar el teléfono de emergencias del Cuartel saladeño por un llamado de un vecino de la planta potabilizadora de Aguas de Corrientes ubicada en el centro de la ciudad, por calle Mantilla y Mitre, donde por un clásico corte del suministro de energía eléctrica, se encendió un grupo electrógeno de gran capacidad, el cual al parecer por una pérdida de combustible desde uno de los inyectores de este gran artefacto, inició una densa humareda negra a poco de incendiarse por completo y hasta de provocar una explosión, bomberos con dos dotaciones trabajó en dicha planta de la Empresa Aguas de Corrientes, y junto al encargado de guardia en ese momento, cortaron la marcha del grupo electrógeno, bomberos desconectaron la batería y procedieron a despejar el lugar donde se encontraba instalado este humeante artefacto que generaba energía para alimentar las bombas de este establecimiento de agua, provea al pueblo de este servicio por uno de los tantos cortes de energía eléctrica que se sufren diariamente en esta ciudad.
Por suerte y por el trabajo desplegado, al parecer este gran grupo electrógeno, solo habría sufrido la avería de mangueras e inyectores, no llegando a una quema total del artefacto, pero sí, un alerta desesperante de los vecinos que solo veían una columna densa de humo negro que salía de la habitación donde estaba instalado el aparato en cuestión.
Casi en simultaneo, pasada las 13:30, por calle Belgrano y Alsina un gran montón de basura acumulada en el terreno ubicado en las acalles antes mencionadas, alertó a vecinos quienes llamaron al servicio de emergencias de bomberos, y hasta allí concurrió una dotación de voluntarios, los que luego de trabajar sobre la quema desatada, terminaron extinguiendo.
Ya casi llegando a las 14:10 de la sienta de este sábado 21 de enero, en un campo ubicado en Colonia Cabral en cercanías de una escuela y viviendas, se desató un incendio de pastizales y troncos de árboles caídos, el alerta para bomberos nuevamente se hacía escuchar con el ulular de las sirenas para acudir y con una dotación y extinguir esta quema.
El reloj marcaba las 14:38 de una calurosa siesta de enero en Saladas, cuando al compas de las radios UHF por donde bomberos se comunican pasando los partes de cada incendio al cual estaban atendiendo casi en simultaneo, sonaba el timbre del teléfono de emergencias (100) del Cuartel Comandante Mayor Miguel ramos, donde un desesperado encargado de una estancia ubicada en Paraje Anguá de Saladas, suplicaba el rápido accionar de los bomberos por la quema devastadora de su campo, otra vez y por cuarta vez consecutiva sonaban las sirenas de las dotaciones que acudieron rápidamente hasta este campo donde al llegar bomberos trabajaron con bate fuegos, mochilas extinguidoras, líneas con mangas suministradas de agua por motobombas desde un tráiler y camioneta forestal atacando desde distintos frentes al fuego que ya rápidamente consumió unas 3 hectáreas de pastizal y arboles, también postes de los alambrados, un acoplado y parte de unos corrales.
El rápido y buen trabajo de los bomberos en esta estancia de paraje Anguá, preservó intacta la casa de los encargados, un galpón y elementos varios para el trabajo de campo que ya se encontraban en camino de ser incinerados por las llamas que avanzaban velozmente, pero fueron apagadas metros antes de alcanzar la casa y las pertenecías del campo por un accionar bomberil destacado que fue muy agradecido por los paisanos y propietarios de la estancia.
El quinto llamado y partida de bomberos fue hasta el paraje saladeño Pago Pirú donde un denso pastizal de un campo, estaba siendo devastado por un incendio de grandes proporciones, por suerte la llovizna caída en esos momentos, ayudó a bomberos y a los trabajadores de este campo a sofocar la quema que tenía un frente de unas 7 hectáreas aseguraron los bomberos voluntarios de Saladas.
Por último y ya sobre las 16:55, volvía a sonar el teléfono de emergencias del Cuartel saladeño por un llamado de un vecino de la planta potabilizadora de Aguas de Corrientes ubicada en el centro de la ciudad, por calle Mantilla y Mitre, donde por un clásico corte del suministro de energía eléctrica, se encendió un grupo electrógeno de gran capacidad, el cual al parecer por una pérdida de combustible desde uno de los inyectores de este gran artefacto, inició una densa humareda negra a poco de incendiarse por completo y hasta de provocar una explosión, bomberos con dos dotaciones trabajó en dicha planta de la Empresa Aguas de Corrientes, y junto al encargado de guardia en ese momento, cortaron la marcha del grupo electrógeno, bomberos desconectaron la batería y procedieron a despejar el lugar donde se encontraba instalado este humeante artefacto que generaba energía para alimentar las bombas de este establecimiento de agua, provea al pueblo de este servicio por uno de los tantos cortes de energía eléctrica que se sufren diariamente en esta ciudad.
Por suerte y por el trabajo desplegado, al parecer este gran grupo electrógeno, solo habría sufrido la avería de mangueras e inyectores, no llegando a una quema total del artefacto, pero sí, un alerta desesperante de los vecinos que solo veían una columna densa de humo negro que salía de la habitación donde estaba instalado el aparato en cuestión.