El profesional saladeño Disputado Provincial mandato cumplido, Doctor Manuel Aguirre, redactó el escrito ampliado a continuación, haciendo una propia reflexión e intentando apelar a la sociedad, a cerca del reciente hecho que conmovió a toda una provincia, sucedido en la obra de Corrientes Capital, donde perdieron la vida ocho trabajadores.
El escrito se detalla a continuación:
El derrumbe de un edificio, la muerte de ocho trabajadores y las heridas graves de varios más, son apenas la gota que rebalsa el vaso de una ciudad que hace rato está huérfana de los controles más elementales.
Por falta de carácter, o porque quiere quedar bien con todo el mundo y no andar mal con nadie, el intendente Camau, en el poco tiempo que pasa en Corrientes- entre viajecito y viajecito a Buenos Aires- solamente sale, y para la foto, en la capital o en el interior, en especial para ofrecerse como intermediario, tráfico de influencias que le dicen, con la presidente/a y sus muy obedientes ministros.
Cuando hay una tragedia como ésta, hay que ir a tironearlo para que se haga ver. Mientras tanto, Corrientes, la ciudad que es su responsabilidad directa, es cada vez más una tierra de nadie donde cada uno hace lo que quiere.
Hace varios meses, por ejemplo, que la falta de controles y planificaciones serias han convertido el tránsito en un caos urbano, un laberinto de parches y recauchutajes asfálticos juegan a las adivinanzas con nuestros ciudadanos que se movilizan en autos, motos y demás, que cada mañana tienen que adivinar por dónde ir y a veces hasta cómo volver.
¿Está bien ese arreglo? Si está bien lo que hace, está mal cómo lo hace. Y además, hacerle una capa de asfalto al pavimento para salir del paso, no sabemos quienes hacen esas obras, no hay un cartel que los identifique, y peor todavía, no sabemos cuánto estamos pagando por eso, que todos los correntinos los estamos pagando.
El estacionamiento es otra herida urbana. Cómo será la estructura del privilegio en esta gestión que se dice popular, que parece que hasta hay un director de estacionamientos reservados o algo así. En vez de mejorar las posibilidades para el correntino común, cada vez hay más carteles de espacios para privilegiados, mientras el resto se arregla como puede.
Con las motos hay que hacer un párrafo aparte. El voto moto seguro que Camau lo tiene claro, y por eso, mientras los inspectores detienen algunos distraídos a los que cazan por las calles, una tremenda masa de motos hace lo que le viene en gana, para circular, para estacionar en cualquier parte, sin que ninguno de los responsables de controlarlos intervengan.
Además, continuando con la demagogia y populista les han creado enormes espacios para ellos solos, discriminando a otros.
De los colectivos ni hablemos. Mientras los santos inocentes se ponen contentos porque hay un recorrido gratuito de unos centenares de metros por la Costanera, el precio del boleto es un arreglito entre las empresa - mas diría alguna empresa que están monopolizando el transporte - y el Intendente que ya raya con el escándalo. Y para que también los colectiveros sean felices, hasta pusieron el estacionamiento a la izquierda privilegiando a esos mastodontes que hacen realmente lo que quieren, paran donde quieren y se pasan por donde se les antoja, violando todas las normas de tránsito.
En fin, queda muchísima tela para cortar. Los recolectores de residuos con sus carritos (amigos), arriesgando sus vidas en las horas pico en lo más denso del tránsito, los camiones de la basura, adueñándose de las calles a cualquier hora, la lluvia, que con cuatro gotas nos pone el agua al cuello, porque como los desagües van por debajo de la calle y no se ven, mejor es gastar la plata en ponerle curitas al pavimento que en destaparlos como corresponde.
Y el responsable es uno solo. Camau y su total falta de sentido común al frente de una ciudad grande e imponente como su pueblo.
Todos vemos y sabemos cómo las obras en construcción siguen contra viento y marea, estén mal o estén peor hechas las documentaciones. Ningún control se hace con los papeles y la obra en concreto; eso sirve solamente para tratar de cubrirse la espalda. Si la construcción siguió y hoy tenemos heridos graves y ocho muertos, es porque faltó, como está faltando en tantas otras cosas, el control de los funcionarios, que es la primera, directa, principal única responsable de hacerlo. La Municipalidad que invierte millones está inmersa en un caos y sin control.
Dr. Manuel Ignacio Aguirre, Ex-Diputado Provincial y Ex-Sub Secretario de Seguridad
El derrumbe de un edificio, la muerte de ocho trabajadores y las heridas graves de varios más, son apenas la gota que rebalsa el vaso de una ciudad que hace rato está huérfana de los controles más elementales.
Por falta de carácter, o porque quiere quedar bien con todo el mundo y no andar mal con nadie, el intendente Camau, en el poco tiempo que pasa en Corrientes- entre viajecito y viajecito a Buenos Aires- solamente sale, y para la foto, en la capital o en el interior, en especial para ofrecerse como intermediario, tráfico de influencias que le dicen, con la presidente/a y sus muy obedientes ministros.
Cuando hay una tragedia como ésta, hay que ir a tironearlo para que se haga ver. Mientras tanto, Corrientes, la ciudad que es su responsabilidad directa, es cada vez más una tierra de nadie donde cada uno hace lo que quiere.
Hace varios meses, por ejemplo, que la falta de controles y planificaciones serias han convertido el tránsito en un caos urbano, un laberinto de parches y recauchutajes asfálticos juegan a las adivinanzas con nuestros ciudadanos que se movilizan en autos, motos y demás, que cada mañana tienen que adivinar por dónde ir y a veces hasta cómo volver.
¿Está bien ese arreglo? Si está bien lo que hace, está mal cómo lo hace. Y además, hacerle una capa de asfalto al pavimento para salir del paso, no sabemos quienes hacen esas obras, no hay un cartel que los identifique, y peor todavía, no sabemos cuánto estamos pagando por eso, que todos los correntinos los estamos pagando.
El estacionamiento es otra herida urbana. Cómo será la estructura del privilegio en esta gestión que se dice popular, que parece que hasta hay un director de estacionamientos reservados o algo así. En vez de mejorar las posibilidades para el correntino común, cada vez hay más carteles de espacios para privilegiados, mientras el resto se arregla como puede.
Con las motos hay que hacer un párrafo aparte. El voto moto seguro que Camau lo tiene claro, y por eso, mientras los inspectores detienen algunos distraídos a los que cazan por las calles, una tremenda masa de motos hace lo que le viene en gana, para circular, para estacionar en cualquier parte, sin que ninguno de los responsables de controlarlos intervengan.
Además, continuando con la demagogia y populista les han creado enormes espacios para ellos solos, discriminando a otros.
De los colectivos ni hablemos. Mientras los santos inocentes se ponen contentos porque hay un recorrido gratuito de unos centenares de metros por la Costanera, el precio del boleto es un arreglito entre las empresa - mas diría alguna empresa que están monopolizando el transporte - y el Intendente que ya raya con el escándalo. Y para que también los colectiveros sean felices, hasta pusieron el estacionamiento a la izquierda privilegiando a esos mastodontes que hacen realmente lo que quieren, paran donde quieren y se pasan por donde se les antoja, violando todas las normas de tránsito.
En fin, queda muchísima tela para cortar. Los recolectores de residuos con sus carritos (amigos), arriesgando sus vidas en las horas pico en lo más denso del tránsito, los camiones de la basura, adueñándose de las calles a cualquier hora, la lluvia, que con cuatro gotas nos pone el agua al cuello, porque como los desagües van por debajo de la calle y no se ven, mejor es gastar la plata en ponerle curitas al pavimento que en destaparlos como corresponde.
Y el responsable es uno solo. Camau y su total falta de sentido común al frente de una ciudad grande e imponente como su pueblo.
Todos vemos y sabemos cómo las obras en construcción siguen contra viento y marea, estén mal o estén peor hechas las documentaciones. Ningún control se hace con los papeles y la obra en concreto; eso sirve solamente para tratar de cubrirse la espalda. Si la construcción siguió y hoy tenemos heridos graves y ocho muertos, es porque faltó, como está faltando en tantas otras cosas, el control de los funcionarios, que es la primera, directa, principal única responsable de hacerlo. La Municipalidad que invierte millones está inmersa en un caos y sin control.
Dr. Manuel Ignacio Aguirre, Ex-Diputado Provincial y Ex-Sub Secretario de Seguridad