Se disputo el súper clásico saladeño tan esperado desde hace dos semanas, en las instalaciones del Centro Social y Deportivo Antorcha. Los locales lograron imponerse con gran autoridad en tres categorías (infantiles, cadetes y juveniles) ante un Atlético Saladas desconocido y desconcertado, a excepción de la categoría pre-infantiles que logro un triunfo importante y ratifico su chapa de ser la categoría de mejor performance; sin dudas premio consuelo de la jornada para la visita.
No fue un día feriado, ni fecha especial para nada. Pese a esto la extensa fisión de básquet saladeña; simpatisante de años de ambos colores se hizo presente en el estadio para apreciar el gran espectáculo que brindaron todas las categorías en disputa. La jornada se llevo a cabo en paz y armonía, sin dudas un aspecto y gesto formidable para apreciar; el hecho de que ambas hinchadas y dirigencias entiendan que este clásico es fiesta, deporte y por sobre todo idiosincrasia de los saladeños. La categoría que abrió el telón de este clásico fue la de cadetes. El reloj marcaba las 16:45 en la fría y soleada tarde; el esquínense Vallejos y el mercedeño, Ramos (la dupla arbitral de los cotejos) llamaban a los cinco iniciales de ambos equipos para dar inicio al compromiso. Amplia superioridad de Antorcha ante un confundido Atlético, que tuvo buen comienzo, presionando en toda la cancha y apostando al juego interno de Iván Pérez Prado (que con sus giros en la zona siempre complica) y Facundo Niveyro, que anoto 17 puntos, pero se cargo prontamente de faltas. En segundo cuarto aparecieron los que tenían que aparecer en el local; y fue así que de la mano de su base y capitán, Cristian Insaurralde empezó a sacar el partido hacia delante. Corría el final de este periodo e Insaurralde ya se egregia como la figura del cotejo porque ya promediaba 34 de los 46 puntos que termino anotando en el juego. Sumado al aporte en los poste de Agustín Montanar (14 pts. y 10 rebotes) y Juan Carlos Bolaño (h); que pese a haber sufrido una fisura en su muñeca izquierda, siguió mostrando su amor propio y termino jugando el partido lesionado, pero con 17 puntos valiosísimos. También fue importante el acompañamiento Joaquín Batalla, que fue muy sacrificado en defensa y de Santiago Valega, que se mostró como el asistidor por excelencia. El resultado final fue 93-77; y es mentiroso porque por momentos la efectividad no estuvo del lado aurinegro. El segundo partido lo jugo la categoría pre-infantiles, por una lógica cuestión escolar, teniendo en cuenta que son los más chicos y todos asisten a la escuela en el turno tarde. Es aquí donde Atlético se lucio, inclusive le hizo precio a un Antorcha que jugo para el olvido. Nunca encontró el cerrojo para abrir a la aguerrida defensa roja. Sin dudas la camada con más futuro, haciendo referencia al semillero de Atlético Saladas. El equipo de Mario Quinteros tuvo un buen equilibrio desde lo perimetral con Lautaro Galloso y Néstor Altamirano en la conducción. Gran aporte de los pívot, Sebastián Vera (fue titular y después se retiro por acumulación de fouls) y Sergio Blanco, el goleador del partido con 17 puntos. En Antorcha, un poquito de Marcos Núñez y Tomas Aguirre Vargas y nada más. El resultado final fue 40-52 para Atlético. Después fue el turno de los infantiles; donde se dio un monologo Antorchero. Lapidario 53-25, con las actuaciones destacadas de una de sus promesas, el interno, Matías Meza anotando 26 tantos. Sumado al acompañamiento de Maximiliano Acevedo que conquisto 8 puntos, Daniel Barberan y Marcos Núñez que compartieron el 6 en tanto a sus conversiones. Es de tener en cuenta que esta categoría es la más floja en los visitantes. Por ultimo el plato fuerte de la jornada, lo disputaron los juveniles. Quizás aquí es donde más se pudo apreciar el gran nivel con el que sacaron adelante la jornada los dirigidos por Julio Yaya, debido también al potencial que presenta Atlético en esta categoría. Quizás haya sido el calco del partido de cadetes, Atlético saco rápidamente un parcial de 8-0 y después Antorcha lo cerro en 93. La clave pasó porque gran parte del trámite, los dueños de casa lo jugaron con el cerebro. Antorcha hizo uso de una vieja frase de León Najnudel (padre de la Liga Nacional) “Una buena defensa es madre de toda victoria”. Desde su base, Pablo Pellegrini, pasando por sus laderos, Cesar Fernández y Cristian Insaurrlade, se centro la conducción del equipo. Formidable lo de Jorge Fernández en la grieta, capturando innumerables rebotes, extrayendo muchos fules en ataque a los rivales. Antorcha neutralizo las vías de gol de la visita. Tomo bien a su poli funcional, Fabio Almiron y a su base, Matías González, que siempre estuvo peleado con el aro y que se paso protestando todo el tiempo, nunca pudo hacer jugar a su equipo. Es cierto que Atlético clasifico al hexagonal de esta categoría y que Antorcha solo peleara por el provincial, que vaya si el honor de estos dos estuvo en juego.