TÉLAM - El socialista Francois Hollande y el actual mandatario conservador, Nicolas Sarkozy, disputarán la presidencia de Francia en una segunda vuelta electoral, según los comicios celebrados este domingo en los que se registró un fuerte crecimiento de la extrema derecha.
En dos semanas, más de 44 millones de franceses deberán decidir entre Hollande, primero con el 28,8% de los sufragios, y Sarkozy, segundo con el 26,1%, de acuerdo a las cifras provisorias del ministerio del Interior.
“A partir de esta noche me transformo en el candidato de todos los que quieren dar vuelta la página. El cambio está en marcha, nada lo detendrá”, sostuvo el socialista en un breve discurso frente a militantes del Partido Socialista en Tulle, en su región natal de Correze (centro).
Según una encuesta de Ipsos, el socialista se impondría en la segunda vuelta con el 54% de los votos frente al 46% de Sarkozy.
“Se que muchos nos miran desde fuera de Francia. A ellos les digo que quiero cambiar Europa”, sostuvo el candidato socialista, de 57 años.
Durante su campaña, Hollande anunció que su primer acto de gobierno será dirigirse a Alemania para reunirse con la jefa de gobierno alemán, la canciller Angela Merkel, para renegociar los tratados europeos recientemente reformados
Por su parte, Sarkozy, también de 57 años, desafió a su contrincante a celebrar tres debates antes de la segunda ronda electoral.
“El momento crucial ha llegado, el de confrontar proyectos y elegir personalidades. Habrá que elegir quien protegerá a los franceses por los próximos cinco años”, clamó Sarkozy.
El mandatario se dijo “confiado” y pidió realizar tres debates, sobre temas económicos y sociales, de sociedad y política internacional.
“Todo debe ser debatido, sin huir ni escapar, porque los franceses tienen derecho a la claridad para poder escoger. Por eso quiero se hagan tres debates”, retó Sarkozy, ante la negativa del socialista de sumar nuevos debates al ya pautado, que se celebrará en 10 días.
El discurso del presidente francés estuvo marcado por referencias a la patria, la inmigración ilegal, la revalorización del trabajo y la seguridad.
“Preservar el modo de vida de los franceses es el tema central de esta elección. Francia no tiene que conocer los problemas de nuestros vecinos”, agregó en su discurso ante 700 simpatizantes y 500 periodistas.
La sorpresa de la elección, marcada por una importante participación (81%), fue el gran crecimiento que tuvo la extrema derecha.
La candidata del Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, se adueño de la tercera plaza con 18,5%, duplicando el resultado del FN obtenido en la elección de 2007.
“La batalla acaba de comenzar. Nada será como antes”, subrayó Marine Le Pen. El FN tiene previsto anunciar el primero de mayo su posición para el balotaje.
La hija menor de Jean-Marie Le Pen finalizó segunda en varias ciudades y alcanzó el mejor resultado en la historia del partido de la extrema derecha francesa.
Sin embargo, no logró reeditar el éxito de su padre, quien en 2002 accedió a la segunda vuelta frente a Jacques Chirac.
Confirmando la dinámica del final de su campaña, el candidato de extrema izquierda Jean-Luc Mélenchon, del Frente de Izquierda (FI), finalizó cuarto, con el 11,7% de los votos.
En un discurso pocos minutos después del cierre del comicio, Mélenchon llamó a votar por Hollande, como la ecologista Eva Joly, que obtuvo el 2%.
Quinto figura el centrista Francois Bayrou, del Movimiento Democrático (MoDem), con el 8,6%. Según diversos analistas, en los electores de Bayrou podría estar la clave de la elección del 6 de mayo.
“A partir de esta noche me transformo en el candidato de todos los que quieren dar vuelta la página. El cambio está en marcha, nada lo detendrá”, sostuvo el socialista en un breve discurso frente a militantes del Partido Socialista en Tulle, en su región natal de Correze (centro).
Según una encuesta de Ipsos, el socialista se impondría en la segunda vuelta con el 54% de los votos frente al 46% de Sarkozy.
“Se que muchos nos miran desde fuera de Francia. A ellos les digo que quiero cambiar Europa”, sostuvo el candidato socialista, de 57 años.
Durante su campaña, Hollande anunció que su primer acto de gobierno será dirigirse a Alemania para reunirse con la jefa de gobierno alemán, la canciller Angela Merkel, para renegociar los tratados europeos recientemente reformados
Por su parte, Sarkozy, también de 57 años, desafió a su contrincante a celebrar tres debates antes de la segunda ronda electoral.
“El momento crucial ha llegado, el de confrontar proyectos y elegir personalidades. Habrá que elegir quien protegerá a los franceses por los próximos cinco años”, clamó Sarkozy.
El mandatario se dijo “confiado” y pidió realizar tres debates, sobre temas económicos y sociales, de sociedad y política internacional.
“Todo debe ser debatido, sin huir ni escapar, porque los franceses tienen derecho a la claridad para poder escoger. Por eso quiero se hagan tres debates”, retó Sarkozy, ante la negativa del socialista de sumar nuevos debates al ya pautado, que se celebrará en 10 días.
El discurso del presidente francés estuvo marcado por referencias a la patria, la inmigración ilegal, la revalorización del trabajo y la seguridad.
“Preservar el modo de vida de los franceses es el tema central de esta elección. Francia no tiene que conocer los problemas de nuestros vecinos”, agregó en su discurso ante 700 simpatizantes y 500 periodistas.
La sorpresa de la elección, marcada por una importante participación (81%), fue el gran crecimiento que tuvo la extrema derecha.
La candidata del Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, se adueño de la tercera plaza con 18,5%, duplicando el resultado del FN obtenido en la elección de 2007.
“La batalla acaba de comenzar. Nada será como antes”, subrayó Marine Le Pen. El FN tiene previsto anunciar el primero de mayo su posición para el balotaje.
La hija menor de Jean-Marie Le Pen finalizó segunda en varias ciudades y alcanzó el mejor resultado en la historia del partido de la extrema derecha francesa.
Sin embargo, no logró reeditar el éxito de su padre, quien en 2002 accedió a la segunda vuelta frente a Jacques Chirac.
Confirmando la dinámica del final de su campaña, el candidato de extrema izquierda Jean-Luc Mélenchon, del Frente de Izquierda (FI), finalizó cuarto, con el 11,7% de los votos.
En un discurso pocos minutos después del cierre del comicio, Mélenchon llamó a votar por Hollande, como la ecologista Eva Joly, que obtuvo el 2%.
Quinto figura el centrista Francois Bayrou, del Movimiento Democrático (MoDem), con el 8,6%. Según diversos analistas, en los electores de Bayrou podría estar la clave de la elección del 6 de mayo.