TELAM - La Presidenta subrayó ante el G-20 la necesidad de reestructurar los pagos de las deudas que los países mantienen con distintos organismos.
Cristina Fernández de Kirchner se manifestó a favor de instrumentar "políticas activas que apunten al crecimiento sostenido" y resaltó la necesidad de reestructurar los pagos de las deudas de los países que no pueden cumplir con sus compromisos.
El canciller Héctor Timerman, junto al secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro, brindaron detalles de la exposición de la Presidenta durante la primera sesión plenaria de la Cumbre del G-20, que comenzó en la ciudad mexicana de San José del Cabo.
Cristina, que fue la novena oradora del encuentro, advirtió que desde el inicio de la crisis en 2008, se perdieron en el mundo 50 millones de puestos de trabajo y opinó que la Unión Europea debe contar con un Banco Central "unificado" que funcione como "prestamista de última instancia".
La primera sesión plenaria fue abierta por la canciller alemana Angela Merkel, mientras que el cierre estuvo a cargo del presidente de Francia, Francois Hollande, quien abordó esencialmente la cuestión de la arquitectura financiera actual.
"Cristina manifestó la necesidad de reestructurar las deudas de los países que hoy en día no pueden hacer frente a sus compromisos, pero hay que hacerlo de manera conjunta y no dejarlos solos como le ocurrió a la Argentina", dijo Timerman al dar cuenta de la exposición de la Presidenta.
En ese contexto, recordó que este año Argentina va a terminar de pagar el Boden 2012, que formó parte del proceso de reestructuración de deuda.
Cristina manifestó "la necesidad de que Europa cuente con un Banco Central unificado, que sea un prestamista de última instancia dado que ya se puede visualizar que en el Viejo Continente hay un centro y una periferia".
Respecto a esto último, Timerman dijo que existe en la actualidad "un centro donde se consiguen euros a muy bajas tasas y otros -como España o Grecia- que tienen que pagar tasas muy altas", por lo que "no es el mismo el euro que cotiza en España o Grecia, que el que cotiza en Alemania".
"También ocurre algo sintomático que es que los depósitos salen de la periferia de Europa hacia el centro de Europa o Estados Unidos, y luego vuelven como préstamos de deuda conformando un círculo vicioso", sostuvo la Presidenta.
Cristina también manifestó su "inquietud" debido a que desde que comenzaron las reuniones del G-20 en 2008, "venimos hablando de los paraísos fiscales y, sin embargo, todavía siguen funcionado y este año han aumentado diez veces la salida de dinero, de 5 mil millones a 59.000 millones de dólares por año".
"Es hora de que el G-20 haga cumplir el compromiso de terminar con los paraísos fiscales", instó la Presidenta. Cristina volvió a insistir en que se tienen que tomar "medidas proactivas, anticíclicas y se debe trabajar de manera conjunta para lograrlo".
Timerman y Scoccimarro dijeron que la Presidenta ya estuvo charlando con el jefe de Estado ruso, Vladimir Putín; y que la conversación continuará durante la jornada del martes.
También dialogará, luego del cierre de la Cumbre, con el presidente de Francia, Francois Hollande.
El canciller Héctor Timerman, junto al secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro, brindaron detalles de la exposición de la Presidenta durante la primera sesión plenaria de la Cumbre del G-20, que comenzó en la ciudad mexicana de San José del Cabo.
Cristina, que fue la novena oradora del encuentro, advirtió que desde el inicio de la crisis en 2008, se perdieron en el mundo 50 millones de puestos de trabajo y opinó que la Unión Europea debe contar con un Banco Central "unificado" que funcione como "prestamista de última instancia".
La primera sesión plenaria fue abierta por la canciller alemana Angela Merkel, mientras que el cierre estuvo a cargo del presidente de Francia, Francois Hollande, quien abordó esencialmente la cuestión de la arquitectura financiera actual.
"Cristina manifestó la necesidad de reestructurar las deudas de los países que hoy en día no pueden hacer frente a sus compromisos, pero hay que hacerlo de manera conjunta y no dejarlos solos como le ocurrió a la Argentina", dijo Timerman al dar cuenta de la exposición de la Presidenta.
En ese contexto, recordó que este año Argentina va a terminar de pagar el Boden 2012, que formó parte del proceso de reestructuración de deuda.
Cristina manifestó "la necesidad de que Europa cuente con un Banco Central unificado, que sea un prestamista de última instancia dado que ya se puede visualizar que en el Viejo Continente hay un centro y una periferia".
Respecto a esto último, Timerman dijo que existe en la actualidad "un centro donde se consiguen euros a muy bajas tasas y otros -como España o Grecia- que tienen que pagar tasas muy altas", por lo que "no es el mismo el euro que cotiza en España o Grecia, que el que cotiza en Alemania".
"También ocurre algo sintomático que es que los depósitos salen de la periferia de Europa hacia el centro de Europa o Estados Unidos, y luego vuelven como préstamos de deuda conformando un círculo vicioso", sostuvo la Presidenta.
Cristina también manifestó su "inquietud" debido a que desde que comenzaron las reuniones del G-20 en 2008, "venimos hablando de los paraísos fiscales y, sin embargo, todavía siguen funcionado y este año han aumentado diez veces la salida de dinero, de 5 mil millones a 59.000 millones de dólares por año".
"Es hora de que el G-20 haga cumplir el compromiso de terminar con los paraísos fiscales", instó la Presidenta. Cristina volvió a insistir en que se tienen que tomar "medidas proactivas, anticíclicas y se debe trabajar de manera conjunta para lograrlo".
Timerman y Scoccimarro dijeron que la Presidenta ya estuvo charlando con el jefe de Estado ruso, Vladimir Putín; y que la conversación continuará durante la jornada del martes.
También dialogará, luego del cierre de la Cumbre, con el presidente de Francia, Francois Hollande.