El director general del Gabinete de Investigaciones Antropológicas se refirió al crimen del niño de 12 años ocurrido en Mercedes. Apuntó que los flagelos en el cuerpo y la fecha en que se cometió indican un acto de adoración a "Satán". Publicación: Diario El Libertador
El director general del Gabinete de Investigaciones Antropológicas de Corrientes, José Humberto Miceli definió el asesinato ocurrido en Mercedes el año pasado como un acto que forma parte de un ritual de culto satánico con pinceladas afroumbandistas. Se trata del asesinato de Ramón Ignacio González, de doce años, quien fue violado y decapitado en las afueras de la ciudad mercedeña, y la Justicia se encuentra trabajando para dar con los culpables. El especialista señaló su temor porque no se trata de un hecho aislado, sino que podría volver a ocurrir nuevamente en la provincia. La posición manifestada por el investigadores es la oficial, que se maneja en la provincia y surge luego de un profundo análisis tanto del cuerpo post mortem del niño como también de la fecha en que fue realizado. Las pruebas que le bastaron para poder realizar la afirmación tienen sustento en una minuciosa lectura de los textos de todos los cultos desde los afrobrasileños hasta los vinculados con la adoración a "Satán". "Fue un ritual de consagración, no hay duda, es por la posición en que se encontró el cuerpo, el cráneo escarpelado, por la decapitación y porque lo empalaron", contó para expresar que este último término significa la introducción de un palo por el ano luego de varias violaciones que no tienen que ver con la homosexualidad, sino "para hacerlo sumiso a la obediencia". A su vez, al ser un 7 de octubre de 2006, "guarda relación con la posición del cuerpo, donde su cabeza aparece en el costado izquierdo a la altura de los hombros dejando clara la orientación de magia negra, con satanismo con pinceladas afrobrasileñas". Las escalofriantes declaraciones causaron una tibia sonrisa en el investigador que comentó sin reparos la procedencia de su ironía: "Lo hago para no llorar de la bronca". En este sentido aseguró que se trata de gente que no tiene ningún tipo de conocimiento y sin preparación, teniendo su única instrucción en la basura que se encuentra en Internet. "Considero que esta práctica macabra con respecto a este adolescente que tenía 12 años y un cierto retraso mental, al igual que su madre que era prostituta, merece el repudio de cualquier ciudadano ya sea que sus ideologías se canalicen por el cristianismo, prácticas afrobrasileñas o espiritistas dado que todos los actos vinculados con el mundo mágico religioso nunca reclaman dañar al otro", apuntó. Luego, manifestó que se produce un ensañamiento no por el hecho de ir ligado a las religiones, sino por la mala interpretación de la gente que no sabe "por lo que no podemos propiciar una caza de brujas". Por último, Miceli dejó una reflexión sobre el hecho partiendo de sus sospechas prediciendo el hecho: "Corrientes geoestratégicamente está vinculada a tres naciones, Paraguay, Uruguay y Brasil y es la única del Nordeste en estas condiciones, por lo que desde 1984 ya vengo advirtiendo la posibilidad de cultos afrobrasileños unidas con el Señor de la Muerte -que no es San la Muerte- las consecuencias pueden ser desastrosas ya que aparece gente que no está preparada para afrontar esta tipología propiciando algo horroroso". Dejó claro que "ésta no es la primera vez, pero tampoco va a ser la única porque pueden volver a sucederse".