El mayor uso de la bicicleta como medio de transporte permite la dinamización de esa industria local que fabrica hoy casi 99% de las unidades que se venden en el país, destacó Claudio Canaglia, titular de la Cámara de Comercio e Industria de Bicicletas (COMMBI).
La casi totalidad de las bicicletas que se venden hoy en el mercado local son ensambladas en el país", aseguró Canaglia a Télam, al tiempo que destacó que es cada vez mayor la proporción de piezas nacionales" que se emplean en el armado de esos rodados.
El dirigente empresario atribuyó la reactivación del sector "a que el tránsito en las ciudades está colapsado y la gente busca un transporte alternativo, y por otra, cada vez hay más conciencia de los riesgos de una vida sedentaria".
Este mayor uso de la bicicleta se refleja en las ventas de 2011 que con 1.867.000 unidades comercializadas, superaron incluso a las de autos usados(1.833.646 unidades).
Canaglia recordó que durante el conflicto en los subterráneos, que dejó a sus pasajeros sin servicio durante casi 10 días, "quedó demostrado que miles de porteños optaron por la bicicleta a tener que hacer colas de hasta una hora para tomar un colectivo".
El costo de este medio de transporte también incide en esta elección, aunque sus valores van desde los mil a los 50.000 pesos, en este último caso las de competición y muy sofisticadas.
Canaglia explicó que el modelo más demandado, "una bicicleta urbana, rodado 26, con canasto y portaequipaje, cuesta entre 1.200 y 1.500 pesos".
En el mercado local se fabrica hoy casi 90% de las partes de una bicicleta, como ser: manubrios, los caños para los cuadros, asientos, portaequipajes, llantas, rayos y algunas otras piezas, mientras que el resto -en especial piñón, cadena, engranajes delantero y trasero, frenos- se importa.
La mayoría de esas "bicipartes" provienen de países asiáticos como Taiwán, China; en menor medida de India, Malasia, Indonesia; y en un mucho menor cantidad, de Brasil.
Canaglia estimó que este año la producción llegará a 1,6 millón de unidades, y resaltó que el sector trabaja junto con el Ministerio de Industria de la Nación para definir medidas que incentiven la producción nacional de aquellas bicipartes que hoy se importan.
El empresario precisó que el objetivo principal es contar con un sistema de sustitución de importaciones para incentivar el "compre nacional", teniendo en cuenta que, por su especificidad, algunas piezas deberán seguir importándose.
"La mayor demanda de bicicletas, en especial en estos últimos cinco años, dio lugar a la reactivación de procesos de transformación que permiten que muchos insumos para su armado ya se fabriquen en el país", señaló Canaglia.
Insistió no obstante en que los trenes de tracción (cadena, piñón y engranajes) en todos los casos son importados, al igual que las horquillas con suspensión y los cuadros de aluminio, entre otros componentes.
En el rubro de neumáticos, en tanto, ya hay una fabricación nacional importante, aunque los especiales, que utilizan las bicicletas de competición, se siguen importando.
Sobre este rubro, Canaglia indicó que la empresa Dalsanto inauguró recientemente una planta en Pilar (provincia de Buenos Aires), que se suma a la producción que realiza Neubor en Gualeguaychú (Entre Ríos).
En opinión del empresario, "el uso de la bici es sumamente beneficioso para mejorar la calidad de vida: es sinónimo de buena salud, de cuidado con el medio ambiente, especialmente en las grandes ciudades donde el parque automotor creció tanto".
Hoy la cámara cuenta con aproximadamente 130 empresas afiliadas y su titular asegura que "debe haber al menos otras 50 armadoras libres, a lo largo de todo el país".
El dirigente empresario atribuyó la reactivación del sector "a que el tránsito en las ciudades está colapsado y la gente busca un transporte alternativo, y por otra, cada vez hay más conciencia de los riesgos de una vida sedentaria".
Este mayor uso de la bicicleta se refleja en las ventas de 2011 que con 1.867.000 unidades comercializadas, superaron incluso a las de autos usados(1.833.646 unidades).
Canaglia recordó que durante el conflicto en los subterráneos, que dejó a sus pasajeros sin servicio durante casi 10 días, "quedó demostrado que miles de porteños optaron por la bicicleta a tener que hacer colas de hasta una hora para tomar un colectivo".
El costo de este medio de transporte también incide en esta elección, aunque sus valores van desde los mil a los 50.000 pesos, en este último caso las de competición y muy sofisticadas.
Canaglia explicó que el modelo más demandado, "una bicicleta urbana, rodado 26, con canasto y portaequipaje, cuesta entre 1.200 y 1.500 pesos".
En el mercado local se fabrica hoy casi 90% de las partes de una bicicleta, como ser: manubrios, los caños para los cuadros, asientos, portaequipajes, llantas, rayos y algunas otras piezas, mientras que el resto -en especial piñón, cadena, engranajes delantero y trasero, frenos- se importa.
La mayoría de esas "bicipartes" provienen de países asiáticos como Taiwán, China; en menor medida de India, Malasia, Indonesia; y en un mucho menor cantidad, de Brasil.
Canaglia estimó que este año la producción llegará a 1,6 millón de unidades, y resaltó que el sector trabaja junto con el Ministerio de Industria de la Nación para definir medidas que incentiven la producción nacional de aquellas bicipartes que hoy se importan.
El empresario precisó que el objetivo principal es contar con un sistema de sustitución de importaciones para incentivar el "compre nacional", teniendo en cuenta que, por su especificidad, algunas piezas deberán seguir importándose.
"La mayor demanda de bicicletas, en especial en estos últimos cinco años, dio lugar a la reactivación de procesos de transformación que permiten que muchos insumos para su armado ya se fabriquen en el país", señaló Canaglia.
Insistió no obstante en que los trenes de tracción (cadena, piñón y engranajes) en todos los casos son importados, al igual que las horquillas con suspensión y los cuadros de aluminio, entre otros componentes.
En el rubro de neumáticos, en tanto, ya hay una fabricación nacional importante, aunque los especiales, que utilizan las bicicletas de competición, se siguen importando.
Sobre este rubro, Canaglia indicó que la empresa Dalsanto inauguró recientemente una planta en Pilar (provincia de Buenos Aires), que se suma a la producción que realiza Neubor en Gualeguaychú (Entre Ríos).
En opinión del empresario, "el uso de la bici es sumamente beneficioso para mejorar la calidad de vida: es sinónimo de buena salud, de cuidado con el medio ambiente, especialmente en las grandes ciudades donde el parque automotor creció tanto".
Hoy la cámara cuenta con aproximadamente 130 empresas afiliadas y su titular asegura que "debe haber al menos otras 50 armadoras libres, a lo largo de todo el país".