El ladrón fue reconocido por la víctima en un álbum fotográfico de la Policía, donde se exhiben los delincuentes con antecedentes. Tras un allanamiento detuvieron a Miguel Ángel Azame. Su secuaz está prófugo.
Luego de varios allanamientos realizados en esta capital, detuvieron a un joven por estar vinculado con el brutal asalto a mano armada al propietario de una empresa de minibuses de Saladas, a quien le robaron alrededor de $ 40.000. El empresario lo reconoció en un álbum de fotografías donde se exhiben todos los delincuentes con antecedentes. Fuentes policiales informaron que el exitoso operativo fue llevado a cabo por agentes de la Dirección de Investigación Criminal, cuando el empresario Oscar Sánchez fue trasladado hacia esta capital para identificar a los asaltantes en un álbum fotográfico. Como los ladrones dieron el golpe a cara descubierta, el damnificado no tuvo problemas al identificar a los delincuentes. Inmediatamente se diligenció un sorpresivo allanamiento en calle San Juan y se detuvo a Miguel Ángel Azame, que fue puesto a disposición de la Justicia. En tanto se busca intensamente al cómplice del robo, quien viviría en el barrio Pío X, pero no fue hallado en su casa. El ladrón es conocido con el seudónimo de Chaplin. Por otra parte informaron que hasta el momento no se encontró el botín robado. El asalto se produjo el lunes pasado, alrededor de las 23.30, en una casa situada en el barrio Itatí de esa localidad. Según la denuncia realizada por Oscar Sánchez, dueño de la empresa de transportes de pasajeros “Juampi”, el asalto se produjo cuando dos hombres se presentaron en su domicilio para pedir pasajes con destino a la localidad de San Cayetano. Pasaron unos 20 minutos y los supuestos pasajeros regresaron al domicilio de Sánchez y le manifestaron que necesitaban que los pasaran a buscar lo más temprano posible por la plaza Centenario. Cuando el empresario se descuidó recibió un puñetazo en el cuello y cayó al suelo. Los delincuentes lo hicieron ingresar a los golpes a la casa y lo ataron de pies y manos. Le taparon el rostro con una campera y con un cuchillo en la garganta y un arma de fuego en la cabeza le exigieron que revelara dónde guardaba el dinero. Los asaltantes tomaron un maletín con unos $ 40.000, cortaron la energía eléctrica y escaparon en un vehículo hacia esta capital.