Con el miércoles llamado “de Ceniza”, comienza hoy la Cuaresma, período de 40 días en el cual los cristianos se dedican a la oración, la penitencia y los actos de caridad y misericordia, como preparación para celebrar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Monseñor Andrés Stanovnik presidirá la eucaristía en la Catedral, a las 20.
Durante este tiempo litúrgico, la Iglesia propone a los cristianos vivir con mayor intensidad la oración, el ayuno y la limosna.
En este día se efectúa el rito de la imposición de la ceniza en la cabeza de los fieles, con las palabras: “Recuerda que eres polvo y al polvo volverás”. En este tiempo, la liturgia adopta el color morado para las celebraciones, símbolo de la austeridad cuaresmal.
El Miércoles de Ceniza es uno de los dos días del año -el otro es el Viernes Santo- en que los cristianos, de los 18 a los 60 años, hacen ayuno y abstinencia. El ayuno consiste en hacer una sola comida importante en el día, que puede ser el almuerzo o la cena. La abstinencia, desde los 14 años, es la privación de carne y sus derivados en las comidas del día, o de bebidas alcohólicas. Esta abstinencia puede reemplazarse por una obra de caridad o por una práctica de piedad.
En este día se efectúa el rito de la imposición de la ceniza en la cabeza de los fieles, con las palabras: “Recuerda que eres polvo y al polvo volverás”. En este tiempo, la liturgia adopta el color morado para las celebraciones, símbolo de la austeridad cuaresmal.
El Miércoles de Ceniza es uno de los dos días del año -el otro es el Viernes Santo- en que los cristianos, de los 18 a los 60 años, hacen ayuno y abstinencia. El ayuno consiste en hacer una sola comida importante en el día, que puede ser el almuerzo o la cena. La abstinencia, desde los 14 años, es la privación de carne y sus derivados en las comidas del día, o de bebidas alcohólicas. Esta abstinencia puede reemplazarse por una obra de caridad o por una práctica de piedad.