Quedaron aprehendidos esta noche tras cinco allanamientos realizados en Ensenada y La Plata, en los cuales se secuestraron evidencias del caso, como zapatillas, cuchillos y un automóvil. Esta tarde, tras reunirse con Solá y familiares de las víctimas, el ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanián, había adelantado que se producirían "novedades".
Dos sospechosos del triple crimen de policías en un predio del ministerio de Seguridad bonaerense quedaron aprehendidos esta noche tras cinco allanamientos realizados en La Plata y Ensenada, en los que se secuestraron como evidencias del caso un par de zapatillas, cuchillos y un automóvil, informaron fuentes de la investigación.
Fuentes judiciales, por su parte, precisaron a Télam que ahora el juez de Garantías de La Plata César Melazo evaluará si las aprehenciones ordenadas por la fiscal Leyla Aguilar, por los asesinatos de los oficiales Alejandro Vatalaro y Ricardo Torres Barbosa y del sargento Pedro Díaz, se convierten en detenciones.
Uno de los aprehendidos fue identificado como Leandro Colucci, de 27 años, empleado del ministerio de Desarrollo Humano bonaerense y sospechoso de haber instigado el hecho y el otro es un sindicado barrabrava de Estudiantes de La Plata, investigado al menos como partícipe.
Un allanamiento fue efectuado por efectivos a cargo del superintendente Hugo Matzkyn en una vivienda situada en el número 3475 de diagonal 74, esquina 30, de La Plata, donde Colucci vive con su madre.
En el lugar, los efectivos secuestraron un auto Chevrolet Corsa gris que esta noche era peritado por efectivos de la Policía Científica, ya que un testigo vio un auto de esas características junto a la camioneta policial en la que huyeron los asesinos del lugar del hecho.
Al término del allanamiento, Colucci fue trasladado en medio de un inusual operativo de seguridad y cubierto con escudos por unos 20 efectivos de la Guardia de Infantería.
Los otros allanados son tres presuntos barrabravas de Estudiantes, sospechosos de ser autores materiales de la masacre, y un policía que es investigado como presunto responsable de la inteligencia previa y de facilitar el acceso a los asesinos al predio de Comunicaciones donde se cometió el crimen.
Los procedimientos se llevaron a cabo en casas situadas en 131 y 59 y en 62, entre 142 y 143 del barrio platense de Los Hornos, y en dos inmuebles del barrio Marítimo de la localidad de Ensenada.
En estos allanamientos se secuestraron cuatro cuchillos del tipo de los utilizados para apuñalar a los tres policías y un par de zapatillas cuya suela coincide con huellas halladas en la escena del triple crimen, que tiene restos de material compatible con el suelo de ese lugar.
Trascendió también que uno de los ocupantes de esas viviendas presenta un disparo de arma de fuego en una de sus manos, lo que coincide con un guante baleado que se halló en el lugar de los asesinatos, por lo que quedó aprehendido. Los investigadores avanzaron en las últimas horas en la hipótesis de un hecho motivado por cuestiones pasionales en la que está involucrado uno de los tres policías, el oficial Vatalaro.
En este marco, se cree que este policía que había egresado de la escuela de la fuerza en enero pasado estaba en pareja con una chica y que el ex novio de ésta sería quien ideó el ataque contra él.
Las sospechas apuntan a que los agresores llegaron a la dependencia del Ministerio de Seguridad provincial y que comenzaron a atacar a Vatalaro, pero que luego "la situación se desmadró" cuando Torres Barbosa y Díaz pretendieron defenderlo.
Para los investigadores fue llamativa la saña utilizada para concretar los crímenes (lo que los llevó a pensar en un hecho pasional) y en base a ello apuntan a que Vatalaro fue el principal blanco por la cantidad de puñaladas recibidas.
La autopsia determinó que los tres fueron atacados a cuchillazos y, luego, rematados a balazos, y los peritos científicos determinaron que en la escena del crimen fue encontrada sangre de una cuarta persona, por lo que se cree que uno de los atacantes resultó herido.
Según los investigadores, los delincuentes huyeron a bordo del patrullero destinado a esa dependencia, el cual fue hallado luego en el barrio La Unión, de La Plata, y se robaron las armas reglamentarias de los dos oficiales, como así también una escopeta, una pistola ametralladora y los chalecos antibalas.
Dentro del móvil policial fueron hallados rastros de sangre y un guante de trabajo que pudo haber sido utilizado por uno de los atacantes.
Precisamente durante esa huida, un taxista tuvo un altercado de tránsito con los ocupantes de la camioneta policial y el Corsa que la seguía y fue quien dio los primeros datos para llegar a los sospechosos allanados hoy.