La Sala de Cultura de la Municipalidad de Saladas, fue el lugar elegido por el señor Elpidio González del Centro Tradicionalista “Sargento Juan Bautista Cabral”, para exponer sobre el cruce de los Andes, realizado junto al Centro Nacional Sanmartiniano y a partir de ahí “mostrar a la comunidad una serie de presentes que sigo recibiendo, prueba de la amistad, el afecto y reconocimiento que se logró teniendo a la tierra del Sargento Cabral como un emblema a lo largo y ancho del país”.
Cuenta Elpidio que “el cruce de los Andes es lo máximo que me ha podido suceder, ya que es como ir en la retaguardia del Ejército Libertador del Padre de la Patria, General José Francisco de San Martín, ha sido una experiencia inenarrable, podemos bosquejar algo, pero eso no tiene la sensación que impactan al ver os matices de la cordillera, el cóndor revoloteando, los precipicios que traen el recuerdo de las mulas desbarrancándose, porque esos no eran caminos, sino senderos para acortar distancias”.
Esto no es otra cosa que “pensar en el esfuerzo titánico que tuvo que realizar el Gran Capital, con su ejército y más aún sabiendo que el cruzó enfermo esos montes imponentes. Es así que nacen un montón de amistades, que gracias a Dios, me abrieron muchas puertas a la amistad, con gente de Sáenz Peña, Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Río Negro, Bahía Blanca y tengo la satisfacción que cuando pasan por acá camino a Misiones u otros puntos del norte, siempre quedan a saludarme”.
Esto no es otra cosa que “un premios a esa expedición que habíamos hecho. Esta exposición que para llevarla a cabo solicité al director de Cultura Municipal el espacio, porque me debo a mi comunidad y les tengo que mostrar unos cuantos libritos que son parte del aprecio de la gente y no me quiero quedar con esos aprecios en forma personal y se dio con una importante convocatoria, eso me llena de satisfacción, porque veo que la tarea que vengo haciendo junto a otras personas dio sus resultados”.
La perseverancia es lo que nos lleva a lograr “una contribución al mantenimiento de nuestra cultura y tradición, algo prioritario en estos tiempos en que a veces están un poco olvidada todas estas cosas, se practica poco la lectura y escritura sobre estos temas que alimentan nuestra nacionalidad, la tecnología es importante, pero no es buena cuando nos conduce a otro destino. Es bello apreciar el valor poético plasmado en el papel y como experiencia les digo a los chicos no tengan miedo en escribir, porque de los errores se aprende”.
Esto no es otra cosa que “pensar en el esfuerzo titánico que tuvo que realizar el Gran Capital, con su ejército y más aún sabiendo que el cruzó enfermo esos montes imponentes. Es así que nacen un montón de amistades, que gracias a Dios, me abrieron muchas puertas a la amistad, con gente de Sáenz Peña, Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Río Negro, Bahía Blanca y tengo la satisfacción que cuando pasan por acá camino a Misiones u otros puntos del norte, siempre quedan a saludarme”.
Esto no es otra cosa que “un premios a esa expedición que habíamos hecho. Esta exposición que para llevarla a cabo solicité al director de Cultura Municipal el espacio, porque me debo a mi comunidad y les tengo que mostrar unos cuantos libritos que son parte del aprecio de la gente y no me quiero quedar con esos aprecios en forma personal y se dio con una importante convocatoria, eso me llena de satisfacción, porque veo que la tarea que vengo haciendo junto a otras personas dio sus resultados”.
La perseverancia es lo que nos lleva a lograr “una contribución al mantenimiento de nuestra cultura y tradición, algo prioritario en estos tiempos en que a veces están un poco olvidada todas estas cosas, se practica poco la lectura y escritura sobre estos temas que alimentan nuestra nacionalidad, la tecnología es importante, pero no es buena cuando nos conduce a otro destino. Es bello apreciar el valor poético plasmado en el papel y como experiencia les digo a los chicos no tengan miedo en escribir, porque de los errores se aprende”.