Esta mañana el Técnico Radiólogo Iván Insaurralde se convirtió para el niño Manuel Ríos en un verdadero héroe. El profesional sin medir consecuencias se metió al profundo sótano para salvar al niño tras caerse jugando al sótano que posee el hospital local. “En el primer paso que di cuando me metí para buscar al niño el agua me llegó hasta el cuello”, dijo el héroe de la mañana a este sitio de noticias.
En horas de la mañana de hoy un menor de edad de nombre Manuel Antonio Ríos de unos 3 años de edad aproximadamente cayó a un sótano, gracias a Dios fue salvado por el joven trabajador que posee el centro de salud. El niño está en perfecto estado de salud.
Iván Insaurralde trabajaba como todos los días en el hospital de Saladas, cuando escuchó llantos y u tumulto de gente cerca de la capillita que el nosocomio posee, tras percatarse de la caída de un niño, no pensó e ingresó al oscuro y profundo sótano para rescatarlo.
En contacto con este medio Iván comentó su satisfacción porque al niño no le paso nada, y dijo que lo volvería hacer.
“Yo fui a buscar unas cosas a la farmacia del hospital, escuche gritos y vi gente reunida alrededor del sótano, pregunte que pasaba y me dijeron que un niño que jugaba sobre la tapa de madera se había caído, igual se escuchaban los llantos del pequeño”, dijo Iván a SaladasInforma.
“Es un sótano muy grande y lleno de agua, cuando di el primer paso, el agua me llegó hasta el cuello”, dijo el joven profesional.
Iván Insaurralde trabajaba como todos los días en el hospital de Saladas, cuando escuchó llantos y u tumulto de gente cerca de la capillita que el nosocomio posee, tras percatarse de la caída de un niño, no pensó e ingresó al oscuro y profundo sótano para rescatarlo.
En contacto con este medio Iván comentó su satisfacción porque al niño no le paso nada, y dijo que lo volvería hacer.
“Yo fui a buscar unas cosas a la farmacia del hospital, escuche gritos y vi gente reunida alrededor del sótano, pregunte que pasaba y me dijeron que un niño que jugaba sobre la tapa de madera se había caído, igual se escuchaban los llantos del pequeño”, dijo Iván a SaladasInforma.
“Es un sótano muy grande y lleno de agua, cuando di el primer paso, el agua me llegó hasta el cuello”, dijo el joven profesional.