El vicepresidente Jorge Rodríguez reconoció que hay paridad en el referéndum y pidió “esperar” el escrutinio oficial. Además, aseguró que el gobierno "respetará el resultado sea cual sea". Tres sondeos le otorgan la victoria al "Sí" por 7 u 8 puntos.
El Comité Central del oficialista Comando Nacional Zamora señaló por medio del vicepresidente de Venezuela, Jorge Rodríguez, que el resultado del plebiscito de la reforma constitucional "está reñido" por lo que recomendó "esperar" el comunicado del Comando Nacional Electoral.
Rodríguez llamó insistentemente a esperar el resultado del escrutinio oficial y aseguró en el transcurso de una rueda de prensa que el gobierno de Hugo Chávez "respetará el resultado" de la consulta "sea cual sea el resultado".
En este sentido, pidió a los sectores de oposición a tener una actitud similar de respeto al voto popular y que "acepten democráticamente el resultado" que surja de las urnas.
Extraoficial
El apoyo a la reforma constitucional impulsada por el presidente Hugo Chávez se impondría en el referendo por un margen de 7 a 8 puntos, según los resultados de tres sondeos extraoficiales difundidos por algunos portales venezolanos.
La firma Seijas otorga un 53 por ciento a favor del Sí y un 47 por el No; la empresa PLM Consultores un 54 a 46 a favor de la reforma; y Consultores 3011 otorga también 53 a 47, con respaldo mayoritario a la propuesta del oficialismo.
Así empezó la jornada
Grandes filas de electores y una fuerte presencia de ciudadanos en las calles se veía a media mañana de este domingo en Caracas y las principales ciudades de Venezuela, donde se vota un referendo a favor o en contra de la reforma constitucional que impulsa el presidente Hugo Chávez.
Desde las 3, cuando el toque de Diana despertó a la mayoría de la población, los venezolanos comenzaron a prepararse para salir a las calles y empezar a hacer filas frente a los poco más de once mil centros de votación instalados en todo el país.
Más de 16 millones de venezolanos tuvieron que aprobar o rechazar la nueva carta magna, ya aprobada por la Asamblea Nacional, en una consulta en la que Chávez juega buena parte de su capital y su futuro político.
Por primera vez desde que asumió el Ejecutivo algunas encuestas y analistas vaticinan un resultado "apretado" para cualquiera de las opciones, aunque el oficialismo derrocha optimismo y confía en una nueva victoria que consolide aún más el poder del mandatario.
La posibilidad de reelección indefinida, la extensión del mandato presidencial de 6 a 7 años, el voto desde los 16 años, la conversión de las Fuerzas Armadas en milicias bolivarianas, la universalización del seguro social y la reducción de la jornada laboral de 8 a 6 horas constituyen algunos de los puntos centrales de la nueva carta magna.
El proceso dispuesto para al referendo fue cuestionado por la oposición, que, aunque designó fiscales y participó de todo el proceso dispuesto por el Consejo Nacional Electoral, amaga con hacer denuncias de fraude si los números vuelven a ser favorables al oficialismo.
El sistema de votación incluye una triple verificación de identidad -hasta con un "captahuellas"-, el voto electrónico y la impresión de una boleta, pasos que fueron celebrados por los cerca de 100 observadores internacionales que llegaron al país, entre ellos el gobernador de Mendoza y vicepresidente electo, Julio Cobos, y el director nacional electoral, Alejandro Tulio.
Lo que está en juego es la modificación de 69 artículos de la Constitución de 1999 y la inclusión de 15 disposiciones transitorias.
El voto será a favor o en contra de dos bloques de reformas, el A y el B, en el que se agrupan 46 y 23 nuevos artículos, respectivamente, lo que implica la posibilidad de que se aprueben parte de los cambios y otros se rechacen.