Se reunió con el titular del FMI, Dominique Strauss-Kahn, recibió a Yolanda Pulecio, madre de Ingrid Betancourt, a su par venezolano, Hugo Chávez, al Príncipe de Asturias y al colombiano Alvaro Uribe, entre otros.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner cumplió este martes su primer día pleno de gestión en la casa de Gobierno con una cargada agenda que incluyó a mandatarios extranjeros y representantes de organismos multilaterales como el FMI y la OIT.
La actividad de la flamante presidenta estuvo dominada por la agenda de encuentros con jefes de Estado extranjeros que llegaron en las últimas horas a Buenos Aires para participar en la ceremonia de traspaso de mando del ahora ex jefe de Estado Néstor Kirchner a Cristina Fernández.
También tuvo un lugar destacado en la jornada la presencia del director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominque Strauss-Kahn, quien previamente se había reunido con el ministro de Economía, Martín Lousteau, y con el titular del Banco Central, Martín Redrado.
Strauss-Kahn llevó a la presidenta el mensaje de que "el Fondo va a intentar crear una nueva relación con Argentina" y destacó que hará "lo que pueda por ayudar a encontrar una solución con el Club de París, a pesar de que el FMI no es miembro del Club".
La presidenta había llegado a las 10:45 a la Casa Rosada, donde fue recibida con el saludo habitual de "Casa de Gobierno sin novedad", por el oficial de servicios del Regimiento de Granaderos teniente general José Escarfo.
Luego de atravesar el salón de los Bustos desde el acceso de la explanada de Rivadavia -de falda y blusa de gasa en tonos rosados- la presidenta subió a su despacho del primer piso seguida por su edecán de turno, la capitana de fragata Claudia Senocci.
La formalidad protocolar fue el prólogo del inicio de la actividad oficial, que se inició cuando recibió en su despacho al príncipe Felipe de Asturias en representación de la Corona española, con quien Fernández de Kirchner mantiene diálogo fluido.
En la reunión estuvo presente el embajador de la Argentina en Madrid, Carlos Bettini, representante diplomático en España desde la gestión de Néstor Kirchner; y la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez.
Cuando se retiró el príncipe de Asturias fue el turno del ingreso del jefe de Estado de Colombia, Alvaro Uribe, quien repasó con la presidenta la relación bilateral y la situación de los rehenes de la guerrilla en ese país, en el marco de las gestiones internacionales para conseguir su liberación.
Horas más tarde, Cristina recibiría a Yolanda Pulecio, madre de la ex candidata presidencial de Colombia Ingrid Betancourt, una de las rehenes de las FARC y a quien la mandataria argentina aludió explícitamente ayer en su discurso de asunción.
Antes, la presidenta argentina recibió a su par de Venezuela, Hugo Chávez, quien mantiene estrechos vínculos con Argentina a través de los proyectos de inversión recíproca en materia energética y financiera.
Las últimas horas de actividad oficial estuvieron dedicadas a una audiencia con la vicepresidenta de El Salvador, Ana Vilma de Escobar, quien presentó sus saludos a Fernández de Kirchner con augurios para su gestión.
Sin mucha demora, entró al despacho principal en Casa de Gobierno el director de la Organización Internacional del Trabajo, el chileno Juan Somavia, que permaneció menos de media hora y dio paso al argelino Abdel Kader.
Kader, presidente del Consejo de la República de Argelia, ingresó al despacho de la presidenta a pocas horas del brutal atentado en su país que dejó decenas de muertos, y expresó luego sus condolencias por la tragedia.
El representante del Consejo de la República de Argelia, fue el anteúltimo de los delegados y funcionarios que se entrevistaron con la presidenta que tuvo como último encuentro una reunión con el grupo de representantes de la Corporación Andina de Fomento.