La Promoción 2000 de la entonces Escuela Comercial Nocturna y Anexo Taller “Dr. Juan Gregorio Pujol”, hoy Escuela Técnica, se reunió el viernes 1 de enero en la casa de la abanderada de la “promo” Guadalupe Lezcano. La reunión sirvió para reencontrarse, compartir una cena, recordar vivencias y proyectar la fiesta de los 20 años de la promoción del nuevo milenio.
Cambiaron sus aspectos físicos, algunos ya son padres, otro no todavía, algunos se quedaron en Saladas y otros buscaron reinventarse desde algún punto del país, así están los chicos de la promoción del año 2000 de la entonces Escuela Comercial Nocturna y Anexo Taller “Dr. Juan Gregorio Pujol”, hoy Escuela Técnica, quienes se reunieron el primer día del nuevo año para compartir anécdotas y reírse sanamente de aquellos años en donde el fin del mundo nunca llegó.
La reunión de la promoción del milenio como se la denominaba hace 15 años atrás, fue en el domicilio de la abanderada de ese entonces Guadalupe Lezcano, lugar en el que unos casi 20 ex alumnos de la hoy Escuela Técnica, compartieron una cena muy especial.
Se acordaron de profesores, de compañeros, personas que han hecho de la secundaria una etapa casi inolvidable, y brindaron por que el nuevo año traiga para todos los integrantes de dicha “promo” paz y sobre todo salud.
Fue tan amena la charla que los primeros rayos de sol los sorprendió a todos, quienes sentados en una inmensa ronda no paraban de reír y conversar de la vida.
La reunión de la promoción del milenio como se la denominaba hace 15 años atrás, fue en el domicilio de la abanderada de ese entonces Guadalupe Lezcano, lugar en el que unos casi 20 ex alumnos de la hoy Escuela Técnica, compartieron una cena muy especial.
Se acordaron de profesores, de compañeros, personas que han hecho de la secundaria una etapa casi inolvidable, y brindaron por que el nuevo año traiga para todos los integrantes de dicha “promo” paz y sobre todo salud.
Fue tan amena la charla que los primeros rayos de sol los sorprendió a todos, quienes sentados en una inmensa ronda no paraban de reír y conversar de la vida.