La Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET) ratificó en el primero encuentro paritario nacional su reclamo de salarios acordes con los tiempos económicos y garantía de financiamiento para los distintos programa de promoción educativa vigentes hasta el año pasado, a la vez que el ministro del área, Esteban Bullrich, se comprometió a una negociación abierta y permanente para lograr tales objetivos.
La presencia de AMET en la apertura oficial de las paritarias nacionales para el sector docente incluyó una marcada expectativa por la situación de confusión que generó en su momento el decreto del presidente Mauricio Macri según el cual se podrían reflotar las leyes educativas de la década del 90. Bullrich ratificó que fue un error de redacción y que el mismo día 7 de enero había firmado el decreto correctivo, el cual se publicará en las próximas horas.
En el plano salarial el reclamo apuntó al ritmo inflacionario actual, aunque desde el Ministerio no hubo definiciones coyunturales sino el compromiso de continuar las conversaciones para llegar a un porcentaje tentativo en la última semana de enero. Hasta ese momento, las partes aportarán sus respectivos argumentos para llegar a un acuerdo que contemple las necesidades de los docentes y las posibilidades presupuestarias del Estado.
Una vez más AMET fue representada por la secretaria general nacional, Sara García, quien asistió acompañada por el secretario de Actas, Rubén Blanco, para fijar una posición claramente a favor de la educación técnica en todos sus aspectos.
En concreto, la posición de AMET quedó plasmada en una serie de puntos que resumen las principales inquietudes de la modalidad técnico-profesional como por ejemplo el financiamiento de los numerosos proyectos desarrollados a lo largo y a lo ancho del país por los alumnos de las distintas escuelas del rubro.
Sara García y Rubén Blanco plantearon al ministro Bullrich la necesidad de una agenda con calendario abierto de reuniones en mesas de trabajo que bajo la forma de comisiones aborden el debate puntual sobre los distintos tópicos en discusión: salariales, pedagógicos, formación docente, capacitación, convenio colectivo y programas específicos.
Se insistió además con la inmediata corrección del DNU con errores que aluden a normas perimidas, contrarias a la filosofía de la educación técnico profesional.
También se planteó la necesidad de continuar con el financiamiento -incluida la estabilidad laboral- de los programas nacionales como Nueva Escuela, Fines, Finestec, CAJ y CAI, entre otros que se venían implementando desde la gestión anterior cuyos resultados fueron muy positivos para la modalidad educativa.
También se solicitó que sea elevado en forma significativa el monto del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, en lo que hace a la cuarta categoría del sector docente, además de una especial atención a los índices de recuperación salarial que deben darse para que la inflación no perjudique el poder adquisitivo de los trabajadores de la educación.
Bullrich coincidió en líneas generales con las demandas de AMET, al señalar que nunca se pensó en la suspensión de los programas mencionados, los cuales se vienen abonando de acuerdo a los plazos preestablecidos. También en materia del decreto erróneo el ministro se comprometió a resolver el problema y a entregar el boletín oficial a cada gremio con el nuevo instrumento correctivo.
En cuanto a la definición de la nueva escala salarial, Bullrich no adelantó mayores datos pero sí dejó en claro que para tomar la decisión tendrá en cuenta tres variables: evitar la cercanía del sueldo docente con el salario mínimo vital y móvil, la incorporación de sumas no remunerativas al básico y contraer la pirámide salarial generada por la desigualdad entre los distintos cargos.
Las negociaciones continuarán con fechas ya definidas: el 19 de enero se llevará a cabo la primera reunión de la Comisión de Calidad Educativa, mientras que el 27 del mismo mes tendrá lugar la segunda reunión paritaria nacional.
En el plano salarial el reclamo apuntó al ritmo inflacionario actual, aunque desde el Ministerio no hubo definiciones coyunturales sino el compromiso de continuar las conversaciones para llegar a un porcentaje tentativo en la última semana de enero. Hasta ese momento, las partes aportarán sus respectivos argumentos para llegar a un acuerdo que contemple las necesidades de los docentes y las posibilidades presupuestarias del Estado.
Una vez más AMET fue representada por la secretaria general nacional, Sara García, quien asistió acompañada por el secretario de Actas, Rubén Blanco, para fijar una posición claramente a favor de la educación técnica en todos sus aspectos.
En concreto, la posición de AMET quedó plasmada en una serie de puntos que resumen las principales inquietudes de la modalidad técnico-profesional como por ejemplo el financiamiento de los numerosos proyectos desarrollados a lo largo y a lo ancho del país por los alumnos de las distintas escuelas del rubro.
Sara García y Rubén Blanco plantearon al ministro Bullrich la necesidad de una agenda con calendario abierto de reuniones en mesas de trabajo que bajo la forma de comisiones aborden el debate puntual sobre los distintos tópicos en discusión: salariales, pedagógicos, formación docente, capacitación, convenio colectivo y programas específicos.
Se insistió además con la inmediata corrección del DNU con errores que aluden a normas perimidas, contrarias a la filosofía de la educación técnico profesional.
También se planteó la necesidad de continuar con el financiamiento -incluida la estabilidad laboral- de los programas nacionales como Nueva Escuela, Fines, Finestec, CAJ y CAI, entre otros que se venían implementando desde la gestión anterior cuyos resultados fueron muy positivos para la modalidad educativa.
También se solicitó que sea elevado en forma significativa el monto del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, en lo que hace a la cuarta categoría del sector docente, además de una especial atención a los índices de recuperación salarial que deben darse para que la inflación no perjudique el poder adquisitivo de los trabajadores de la educación.
Bullrich coincidió en líneas generales con las demandas de AMET, al señalar que nunca se pensó en la suspensión de los programas mencionados, los cuales se vienen abonando de acuerdo a los plazos preestablecidos. También en materia del decreto erróneo el ministro se comprometió a resolver el problema y a entregar el boletín oficial a cada gremio con el nuevo instrumento correctivo.
En cuanto a la definición de la nueva escala salarial, Bullrich no adelantó mayores datos pero sí dejó en claro que para tomar la decisión tendrá en cuenta tres variables: evitar la cercanía del sueldo docente con el salario mínimo vital y móvil, la incorporación de sumas no remunerativas al básico y contraer la pirámide salarial generada por la desigualdad entre los distintos cargos.
Las negociaciones continuarán con fechas ya definidas: el 19 de enero se llevará a cabo la primera reunión de la Comisión de Calidad Educativa, mientras que el 27 del mismo mes tendrá lugar la segunda reunión paritaria nacional.