Juan Ramón Sotelo, es propietario de una empresa que fabrica y distribuye pallets de madera en Santa Rosa para empresas de todo el país que venden alimentos al por mayor. En charla con Sudamericana explicó detalles de la alarmante situación que viven, ya que debieron reducir a la mitad la jornada laboral para sostener los trabajos y registran una caída del 40 por ciento en las ventas.
El propietario de la firma “Todo Pallet”, un aserradero que se dedica a la producción de maderera y distribución a empresas alimenticias, explicó a Sudamericana cómo se encuentran trabajando en el inicio del esperado segundo semestre a nivel económico en Argentina. Lo primero que afirmó es que hubo una fuerte caída en las ventas, pero aclaró que no sólo en madera sino en transporte y alimentos.
Expuso que “la situación es preocupante” y que debieron reducir a cuatro horas por día la jornada laboral y que en la zona hay 2.500 familias que viven de la industria maderera en Santa Rosa. Sotelo expuso que la caída ronda el 40 por ciento y que “por eso, para no parar, bajamos a medio día, pensando en las familias de los empleados”.
En contraposición, recordó que “los impuestos, la energía eléctrica aumentaron y nosotros no vendemos, no facturamos, lo que complica bastante”. Destacó que su caso “es muy raro”, porque “es histórico, nunca ocurrió una baja tan importante en la venta, lo que quiere decir que también la baja se da en el sector de alimentos”.
Expuso que “el temor es que esto se agrave” y en cuanto a las decisiones del Gobierno nacional dijo que “las medidas tenían que tomarse pero no con este tarifazo fuerte que sentimos todos los sectores y fuimos perjudicados”. Agregó que “algunos aserraderos no tienen pedidos y paran su actividad, mientras otros piden ayuda a colegas para seguir trabajando”.
Adelantó que “si esto no mejora para los primeros días de julio, la situación social será complicada”, con lo cual no descartó para las actividades.
Expuso que “la situación es preocupante” y que debieron reducir a cuatro horas por día la jornada laboral y que en la zona hay 2.500 familias que viven de la industria maderera en Santa Rosa. Sotelo expuso que la caída ronda el 40 por ciento y que “por eso, para no parar, bajamos a medio día, pensando en las familias de los empleados”.
En contraposición, recordó que “los impuestos, la energía eléctrica aumentaron y nosotros no vendemos, no facturamos, lo que complica bastante”. Destacó que su caso “es muy raro”, porque “es histórico, nunca ocurrió una baja tan importante en la venta, lo que quiere decir que también la baja se da en el sector de alimentos”.
Expuso que “el temor es que esto se agrave” y en cuanto a las decisiones del Gobierno nacional dijo que “las medidas tenían que tomarse pero no con este tarifazo fuerte que sentimos todos los sectores y fuimos perjudicados”. Agregó que “algunos aserraderos no tienen pedidos y paran su actividad, mientras otros piden ayuda a colegas para seguir trabajando”.
Adelantó que “si esto no mejora para los primeros días de julio, la situación social será complicada”, con lo cual no descartó para las actividades.