En horas de la mañana y tarde de hoy, alumnos de la sala de 4 y 5 años del turno mañana y tarde del Jardín “María Luisa Clarac” visitaron las instalaciones del cuartel de bomberos voluntarios de Saladas. Se trata de una visita programa, en un mes especial para el cuartel de Saladas. Los alumnos pudieron conocer del trabajo que realizan los bomberos, subirse a los móviles, además de recorrer todas las intalaciones del cuartel.
El pasado 2 de junio se celebró el día nacional del bombero voluntario y el jueves 8 el cuartel 247 de esta ciudad cumplió 41 años de vida institucional, es por ello que junio es un mes especial para los bomberos saladeños. Por tal motivo el jardín de infantes “María Luisa Clarac” programó una visita al cuartel local para que sus pequeños alumnos sepan de la gran labor que realizan los hombres y mujeres que acuden a salvar vidas ante cada emergencia.
En horas de la mañana de hoy alumnos de la sala de 4 y 5 años años del turno mañana del Jardín dirigidos por la “seño” Carla y Mabel respectivamente, acompañados por las hermanas María Patricia y María Rosario se acercaron hasta el cuartel y recorrieron sus instalaciones. Fueron atendidos por personal que los guio y enseño la funcionalidad de cada elemento que se encuentra adentro del mismo.
Asombrados, expectantes y con mucho interés los pequeños estudiantes atendieron, aprendieron y hasta se animaron a subir a los móviles que se utilizan cada vez que un siniestro los requiera, o ponerse un casco y animarse a ser bombero, al menos por un instante.
En horas de la mañana de hoy alumnos de la sala de 4 y 5 años años del turno mañana del Jardín dirigidos por la “seño” Carla y Mabel respectivamente, acompañados por las hermanas María Patricia y María Rosario se acercaron hasta el cuartel y recorrieron sus instalaciones. Fueron atendidos por personal que los guio y enseño la funcionalidad de cada elemento que se encuentra adentro del mismo.
Asombrados, expectantes y con mucho interés los pequeños estudiantes atendieron, aprendieron y hasta se animaron a subir a los móviles que se utilizan cada vez que un siniestro los requiera, o ponerse un casco y animarse a ser bombero, al menos por un instante.