Es para conmemorar la creación del Comité Olímpico Internacional (COI), un 23 de junio de 1894, hace exactamente 118 años, en Paris, Francia, por impulso del Barón Pier de Coubertin, con el fin de recrear los antiguos juegos griegos.
El objetivo trazado que perdura hasta la actualidad fue el ''contribuir a la construcción de un mundo mejor y más pacífico, educando a la juventud mediante el deporte practicado sin discriminaciones y dentro de un espíritu olímpico que implica comprensión mutua, espíritu de amistad, solidaridad y juego limpio.
Fue la constitución de un organismo que abarca todas aquellas actividades enmarcadas dentro del Olimpismo, concebido este, como ''una filosofía de vida, que exalta y combina en un conjunto armónico las cualidades del cuerpo, la voluntad y el espíritu, aliando el deporte con la cultura y la educación. Se propone crear así, un estilo de vida basado en la alegría del esfuerzo, el valor educativo del buen ejemplo y el respeto por los principios éticos fundamentales y universales''.
El (COI), que ya supero ampliamente el centenario, a través de los años se ha constituido en una de las organizaciones más importantes e influyentes a nivel mundial y conmemora nuevamente otro aniversario de su fundación con la celebración de todos sus países afiliados, que suman más de 200, entre ellos, la Argentina, país que estuvo representada en la primera comisión directiva a fines del siglo diecinueve por un entrerriano José Benjamín Zubiaur.
El COI coordina las actividades del Movimiento Olímpico, encargado de la difusión de los valores olímpicos. Además, supervisa y administra todo lo concerniente a los Juegos Olímpicos (se realizan cada 4 años). Es dueña de todos los derechos asociados a los símbolos olímpicos, la bandera, himno, lema, juramento y los juegos. Controla los derechos de transmisión de los juegos, la publicidad y demás actividades de acuerdo a la Carta Olímpica. Además es el organismo internacional encargado de organizar y seleccionar las ciudades que serán anfitrionas de los mismos y su sede está en Lausana, (Suiza).
Desde su fundación, han sido 8 sus presidentes y a diferencia de los que muchos creerían, no fue Coubertin el primero de ellos, sino el griego Demetrius Vikelas. En la actualidad y desde el año 2001, es el belga Jacques Rogge (sucedió en el cargo al español Juan Antonio Samaranch) quien preside dicho organismo y en 118 años, Bélgica, con dos mandatos, es el que más veces estuvo representado.
PIER DE COUBERTIN, EL PADRE DEL OLIMPISMO
Fredy Pier, Barón de Coubertin, nació en París el 1 de enero de 1863. Su padre quería que fuera militar, pero su temperamento sensible, chocó con la dura disciplina de una academia militar. Colgó las armas de improviso, para dedicarse a la pedagogía, donde se sentía realizado por sus ideales.
Marchó a Inglaterra a perfeccionar sus estudios, donde conoce la singular doctrina del Cristianismo muscular, que trataba de la búsqueda de la perfección espiritual por medio del deporte y la higiene. Uno de los más destacados seguidores de esta ideología era el pastor anglicano Thomas Arnold. Pierre se convertiría en un discípulo, el más importante y comenzó a divulgar estos métodos aprendidos por toda Francia.
Crea sociedades atléticas en los institutos que se asocian en la Unión de los Deportes Atléticos (Unión des Sports Athlétiques). Funda la primera revista dedicada al deporte: La Revue Athlétique, logrando que el gobierno francés acceda a incluirla en sus programas de la Exposición Universal de 1889.
El ministro de educación le envía a los Estados Unidos para que continúe su investigación sobre los métodos de enseñanza. El deporte comenzó a ser tomado en serio Y de ser practicado por minorías o en el colegio, pasa a estar de moda y despertar entusiasmo.
Soñaba unir en una extraordinaria competición a los deportistas de todo el mundo, bajo el signo de la unión y la hermandad, sin ánimo de lucro y sólo por el deseo de conseguir la gloria, competir por competir, como dice la frase de Ethelbert Talbot “Lo importante no es vencer, sino participar”, frase mal atribuida al francés. La idea de Coubertin parecía insensata y chocó con mucha incomprensión.
Intentando convencer a todos, viajó por todo el mundo hablando de paz, comprensión entre los hombres y de unión, mezclándolo todo con la palabra Deporte. Al fin, en la última sesión del Congreso Internacional de Educación Física que se celebró en la Sorbona de Paris, el 26 de junio de 1894, se decide instituir los Juegos Olímpicos, tres días más tarde de la creación del COI en el mismo lugar en donde se había producido el hecho que hoy festeja la humanidad.
El 24 de marzo de 1896, ya con su creador como presidente del Comité y en día de Pascua de Resurrección, el Rey Jorge De Grecia pronuncia por primera vez las palabras rituales: “Declaro abierto los Primeros Jugos Olímpicos Internacionales de Atenas”.
Coubertin Fue uno de los grandes hombres que dio el mundo, diseñó la bandera olímpica con los cinco anillos unidos (símbolo de la fraternidad entre los cinco continentes). Donó toda su fortuna en pos del olimpismo y murió en 1937. Sus cenizas fueron esparcidas en Atenas y su legado trasciende para la vida de la humanidad convirtiéndose en uno de los acontecimientos más populares del planeta.
Fue la constitución de un organismo que abarca todas aquellas actividades enmarcadas dentro del Olimpismo, concebido este, como ''una filosofía de vida, que exalta y combina en un conjunto armónico las cualidades del cuerpo, la voluntad y el espíritu, aliando el deporte con la cultura y la educación. Se propone crear así, un estilo de vida basado en la alegría del esfuerzo, el valor educativo del buen ejemplo y el respeto por los principios éticos fundamentales y universales''.
El (COI), que ya supero ampliamente el centenario, a través de los años se ha constituido en una de las organizaciones más importantes e influyentes a nivel mundial y conmemora nuevamente otro aniversario de su fundación con la celebración de todos sus países afiliados, que suman más de 200, entre ellos, la Argentina, país que estuvo representada en la primera comisión directiva a fines del siglo diecinueve por un entrerriano José Benjamín Zubiaur.
El COI coordina las actividades del Movimiento Olímpico, encargado de la difusión de los valores olímpicos. Además, supervisa y administra todo lo concerniente a los Juegos Olímpicos (se realizan cada 4 años). Es dueña de todos los derechos asociados a los símbolos olímpicos, la bandera, himno, lema, juramento y los juegos. Controla los derechos de transmisión de los juegos, la publicidad y demás actividades de acuerdo a la Carta Olímpica. Además es el organismo internacional encargado de organizar y seleccionar las ciudades que serán anfitrionas de los mismos y su sede está en Lausana, (Suiza).
Desde su fundación, han sido 8 sus presidentes y a diferencia de los que muchos creerían, no fue Coubertin el primero de ellos, sino el griego Demetrius Vikelas. En la actualidad y desde el año 2001, es el belga Jacques Rogge (sucedió en el cargo al español Juan Antonio Samaranch) quien preside dicho organismo y en 118 años, Bélgica, con dos mandatos, es el que más veces estuvo representado.
PIER DE COUBERTIN, EL PADRE DEL OLIMPISMO
Fredy Pier, Barón de Coubertin, nació en París el 1 de enero de 1863. Su padre quería que fuera militar, pero su temperamento sensible, chocó con la dura disciplina de una academia militar. Colgó las armas de improviso, para dedicarse a la pedagogía, donde se sentía realizado por sus ideales.
Marchó a Inglaterra a perfeccionar sus estudios, donde conoce la singular doctrina del Cristianismo muscular, que trataba de la búsqueda de la perfección espiritual por medio del deporte y la higiene. Uno de los más destacados seguidores de esta ideología era el pastor anglicano Thomas Arnold. Pierre se convertiría en un discípulo, el más importante y comenzó a divulgar estos métodos aprendidos por toda Francia.
Crea sociedades atléticas en los institutos que se asocian en la Unión de los Deportes Atléticos (Unión des Sports Athlétiques). Funda la primera revista dedicada al deporte: La Revue Athlétique, logrando que el gobierno francés acceda a incluirla en sus programas de la Exposición Universal de 1889.
El ministro de educación le envía a los Estados Unidos para que continúe su investigación sobre los métodos de enseñanza. El deporte comenzó a ser tomado en serio Y de ser practicado por minorías o en el colegio, pasa a estar de moda y despertar entusiasmo.
Soñaba unir en una extraordinaria competición a los deportistas de todo el mundo, bajo el signo de la unión y la hermandad, sin ánimo de lucro y sólo por el deseo de conseguir la gloria, competir por competir, como dice la frase de Ethelbert Talbot “Lo importante no es vencer, sino participar”, frase mal atribuida al francés. La idea de Coubertin parecía insensata y chocó con mucha incomprensión.
Intentando convencer a todos, viajó por todo el mundo hablando de paz, comprensión entre los hombres y de unión, mezclándolo todo con la palabra Deporte. Al fin, en la última sesión del Congreso Internacional de Educación Física que se celebró en la Sorbona de Paris, el 26 de junio de 1894, se decide instituir los Juegos Olímpicos, tres días más tarde de la creación del COI en el mismo lugar en donde se había producido el hecho que hoy festeja la humanidad.
El 24 de marzo de 1896, ya con su creador como presidente del Comité y en día de Pascua de Resurrección, el Rey Jorge De Grecia pronuncia por primera vez las palabras rituales: “Declaro abierto los Primeros Jugos Olímpicos Internacionales de Atenas”.
Coubertin Fue uno de los grandes hombres que dio el mundo, diseñó la bandera olímpica con los cinco anillos unidos (símbolo de la fraternidad entre los cinco continentes). Donó toda su fortuna en pos del olimpismo y murió en 1937. Sus cenizas fueron esparcidas en Atenas y su legado trasciende para la vida de la humanidad convirtiéndose en uno de los acontecimientos más populares del planeta.