Tras penar con el chasis, el piloto saladeño Luis Escobar supo como avanzar y subió al tercer escalón del podio de la novena fecha del Zonal, que se corrió en Resistencia este último fin de semana.
Bastó con un planteo inteligente y cauto, para que el piloto saladeño incline la balanza definitivamente hacia su favor en la novena competencia del automovilismo Zonal del interior chaqueño, que este último fin de semana (6 y 7 del corriente) se trasladó al asfalto del autódromo Santiago “Yaco” Guarnieri de Resistencia.
En principio se trataba de una incursión que permitiera limar asperezas, para este fin de semana venidero (13 y 14), oportunidad en la que la Monomarca Fiat 128 retomará su actividad con la séptima fecha de su certamen. Pero esta hipótesis tuvo su contrapunto ya en la jornada de entrenamientos libres del sábado, en la cual Escobar se adjudicó el mejor registro de la tarde.
Aclaremos que la clasificación, series y finales se disputaron íntegramente el domingo. Desde el vamos el saladeño comenzó a penar con el chasis, ya que los elementos de la suspensión están configurados para los neumáticos slicks que se utilizan en la Monomarca. Mientras que en la Clase “B” del zonal recurren a las cubiertas de calle que son “torneadas” a fin de conseguir un poco más de grip. Entonces, en el momento de la “vuelta lanzada” de la clasificación, Escobar ingresó muy exigido en la “curva de la tribuna” y allí perdió un poco de terreno en los relojes, pero de todas maneras se ubicó en el cuarto puesto a una décima de diferencia respecto del “poleman”.
La segunda serie clasificatoria lo vio partir desde el segundo lugar, y para más allí estaban todos los aspirantes al cetro. Entonces, Escobar ya tuvo que plantear una carrera un tanto más tranquila, aunque resultó ser rápida y con muy buena calidad en maniobras, llegando a la sentencia en el cuarto puesto.
La sumatoria de tiempos le significó largar la carrera final desde el quinto puesto. En los primeros metros se retrasó hasta el séptimo y allí comenzó a profundizarse el inconveniente con las cubiertas que se fueron desgastando con el transcurrir de las vueltas. A puro volante, el saladeño no bajó los brazos y hacía todo lo que estaba a su alcance para seguir avanzando en el clasificador, cuando apareció el primer golpe de escena que le permitió heredar el cuarto puesto, ya que en un incidente se involucraron tres autos. A partir de allí, el que comenzó a evidenciar una falla fue el de Tres Isletas, Perduk, a quien le arrebató el tercer puesto automáticamente, y cuando parecía que todo culminaría así, se vino desde atrás el formoseño Ortiz, con quien alternó el tercer puesto en un par de ocasiones hasta que también este último comenzó a retrasarse a raíz de una falla y finalmente, manejando a lo “rally” Escobar aguantó hasta que la cuadriculada se agitó sobre su parabrisas anunciando que el último escalón del podio pertenecía a Saladas.
También hubo reconocimientos para los mecánicos
Cabe destacar la actitud de los dirigentes del Zonal para con los mecánicos que “subieron al podio”. El saladeño Manuel Martínez fue justo merecedor de un espectacular trofeo que se entregó en un podio “atípico”, que fue compartido por los pilotos y sus preparadores.
Si bien la mecánica la realiza el chaqueño Oscar Páramo, el principal responsable del auto de Escobar en el fin de semana es Martínez, una persona que siempre acompañó al piloto saladeño, siempre trabajando con el mayor profesionalismo posible.
Prensa Equipo Petrobras Saladas
En principio se trataba de una incursión que permitiera limar asperezas, para este fin de semana venidero (13 y 14), oportunidad en la que la Monomarca Fiat 128 retomará su actividad con la séptima fecha de su certamen. Pero esta hipótesis tuvo su contrapunto ya en la jornada de entrenamientos libres del sábado, en la cual Escobar se adjudicó el mejor registro de la tarde.
Aclaremos que la clasificación, series y finales se disputaron íntegramente el domingo. Desde el vamos el saladeño comenzó a penar con el chasis, ya que los elementos de la suspensión están configurados para los neumáticos slicks que se utilizan en la Monomarca. Mientras que en la Clase “B” del zonal recurren a las cubiertas de calle que son “torneadas” a fin de conseguir un poco más de grip. Entonces, en el momento de la “vuelta lanzada” de la clasificación, Escobar ingresó muy exigido en la “curva de la tribuna” y allí perdió un poco de terreno en los relojes, pero de todas maneras se ubicó en el cuarto puesto a una décima de diferencia respecto del “poleman”.
La segunda serie clasificatoria lo vio partir desde el segundo lugar, y para más allí estaban todos los aspirantes al cetro. Entonces, Escobar ya tuvo que plantear una carrera un tanto más tranquila, aunque resultó ser rápida y con muy buena calidad en maniobras, llegando a la sentencia en el cuarto puesto.
La sumatoria de tiempos le significó largar la carrera final desde el quinto puesto. En los primeros metros se retrasó hasta el séptimo y allí comenzó a profundizarse el inconveniente con las cubiertas que se fueron desgastando con el transcurrir de las vueltas. A puro volante, el saladeño no bajó los brazos y hacía todo lo que estaba a su alcance para seguir avanzando en el clasificador, cuando apareció el primer golpe de escena que le permitió heredar el cuarto puesto, ya que en un incidente se involucraron tres autos. A partir de allí, el que comenzó a evidenciar una falla fue el de Tres Isletas, Perduk, a quien le arrebató el tercer puesto automáticamente, y cuando parecía que todo culminaría así, se vino desde atrás el formoseño Ortiz, con quien alternó el tercer puesto en un par de ocasiones hasta que también este último comenzó a retrasarse a raíz de una falla y finalmente, manejando a lo “rally” Escobar aguantó hasta que la cuadriculada se agitó sobre su parabrisas anunciando que el último escalón del podio pertenecía a Saladas.
También hubo reconocimientos para los mecánicos
Cabe destacar la actitud de los dirigentes del Zonal para con los mecánicos que “subieron al podio”. El saladeño Manuel Martínez fue justo merecedor de un espectacular trofeo que se entregó en un podio “atípico”, que fue compartido por los pilotos y sus preparadores.
Si bien la mecánica la realiza el chaqueño Oscar Páramo, el principal responsable del auto de Escobar en el fin de semana es Martínez, una persona que siempre acompañó al piloto saladeño, siempre trabajando con el mayor profesionalismo posible.
Prensa Equipo Petrobras Saladas