Las internas justicialistas dejaron muchas secuelas, lo que se decía que el que pierde acompaña parece que no se dará. El intendente dice que el tener el 41% de los votos los hacer sentir respaldados por los afiliados, en tanto que, la lista ganadora dice que el intendente no sabe matemática y que realmente los números hablan y que él es el gran perdedor.
Las internas realizadas el día de ayer para elegir nuevos candidatos para conducir los destinos del PJ correntino, ya han terminado pero recién comienzan a desangrarse. Los dirigentes de la lista ganadora criticaron al intendente municipal por no reconocer la derrota y lo tildaron de no saber matemáticas o no saber contar los votos. Además lo acusaron de encubrir diferentes irregularidades que se dan dentro del municipio. El intendente debe aprender a contar y a escuchar a los afiliados, descargaron en diferentes medios radiales los dirigentes de la flamante lista ganadora Nº 2 que, en Saladas coronó a Eduardo González como presidente partidario. Enojados por las mismas declaraciones del intendente municipal que, agradeció a los afiliados por la concurrencia y por el apoyo dado a su gestión ya que según él, tener el 41% de los votos lo hacen sentir acompañado y no solo como creían que este estaba. A lo que sus adversarios del PJ lo tildaron como no saber sumar, de no saber matemática, de esconder la cabeza como el avestruz, de no escuchar a los afiliados y de trabajar solo para los que tienen asfalto y no para la gente de escasos recursos. Eduardo González nuevo presidente del PJ sentencio que el intendente debe tener apertura con la cúpula de PJ y con toda la ciudadanía ya que no queda bien que su hermano el contador del municipio sea más intendente que él, o que los materiales de construcción se compren solamente a un solo comercio y sea justamente el de su hermano. Hay muchas irregularidades dentro del municipio y hay que decirlas descargo González. Todo esto demuestra que nada se ha curado dentro del justicialismo y que de una u otra manera las internas están más abiertas que nunca y que el propio intendente no da por lo menos hasta el momento el brazo a torcer.