El piloto de Saladas, tuvo dos incidentes que lo complicaron demasiado. Las autoridades no evidenciaron sanción alguna y Escobar terminó muy retrasado, con un auto que estaba para pelear la vanguardia de la cuarta fecha de la Monomarca 128.
El fin de semana había arrancado de la manera esperada. En los entrenamientos libres y oficiales del sábado, Escobar terminó con el segundo registro más veloz de la tarde, siendo superado por su compañero de equipo, Fernando Ayala.
La jornada dominical fue bastante “movida”, ya que la clasificación, la carrera clasificatoria y la final se disputaron simultáneamente.
En la clasifica, Escobar logró meterse entre los diez primeros, manejando con una sola mano mientras que con la otra sostenía la palanca de cambios, ya que la tercera velocidad saltaba al momento de acelerar a pleno. Luego de la misma, en Boxes se cambió la caja de cambios y se verificó el embrague para que quede todo en orden para largar la carrera clasificatoria.
Al aplicar el sistema de penalizaciones, Escobar partió desde la duodécima colocación batallando en los primeros giros con Matías Borchichi, Martín González y Diego Cavero. Llegó a perder tres posiciones quedando decimoquinto inclusive. Luego de los primeros seis giros de carrera, comenzó a recuperar terreno perdido y escaló hasta el sexto puesto, batallando nuevamente con el charatense Diego Cavero, que realizaba maniobras muy polémicas. El mismo Cavero lo embistió en la puerta delantera derecha a Escobar en el sector del curvón. El saladeño se desacomodo y casi entro en trompo, pero un golpe más del piloto de Charata lo enderezó en la pista, aunque hundió más el lateral derecho del auto. Sobre la sentencia, llegaron apareados Escobar, Cavero y Roy Villalba, pero la diferencia (inexistente para la vista humana) de 47 milésimos definió que el saladeño se adueñe del sexto puesto en una definición más que áspera.
Cabe aclarar que el puesto obtenido en la carrera clasificatoria, es el que dictamina el lugar en la parrilla de salida de la carrera final. Lo que llamó la atención fue que Cavero largó la carrera final desde el séptimo puesto, es decir detrás de Escobar. Al parecer, el choque de Cavero en perjuicio de Escobar, fue visto por las autoridades como un “toque de carrera” y no como una maniobra riesgosa, o antideportiva si se quiere. Lamentablemente, una vez más el comisario deportivo y el director de la prueba, dejaron mucho que desear.
La carrera final prevista a 18 vueltas, se inició con un incidente en la primera curva que enredó a cuatro autos, que quedaron mal ubicados en la pista. Esto motivo el agite de la bandera roja (suspensión parcial de la competencia, con opción a suspensión total si es que la situación así lo amerita), lo que derivó el ingreso de todos los competidores al sector de la “calle caliente” de Boxes, donde se otorgan algunos minutos para reparar los autos, que luego se encolumnaron en la parrilla de salida y en sus respectivos lugares.
En el relanzamiento se produjo el otro incidente que dejó mucho para analizar, aunque sólo para hacerlo desde nuestra óptica. Llegaron todos apareados al fondo de la recta principal, Escobar eligió ir por afuera y al intentar retomar el radio de giro ideal, Martín González no aflojó el acelerador y lo arremetió en la rueda trasera derecha al piloto de Saladas, que se fue al trompo y que al retornar a la competencia, la chapa hundida rozaba la cubierta despidiendo un humo gris, característico del caucho que se iba consumiendo. Entonces Escobar ingresó obligadamente a los Boxes y allí Manuel Martínez junto al resto de los colaboradores de Páramo, se valieron de algunas barretas para enderezar el guardabarros.
El piloto de Saladas volvió a la pista aunque ya con una vuelta menos, se dedicó a hacer todo lo posible para descontar en el clasificador, con un auto que evidenció un ritmo de competencia muy constante y lo suficientemente veloz como para pelear por los primeros puestos. Sin embargo algunas situaciones “favorables” en pista, permitieron que llegara en el decimosexto lugar entre veintiocho participantes.
Vaccaro sigue mejorando
El piloto bellavistense, Saúl “Tatín” Vaccaro, clasificó decimoctavo entre los veintinueve participantes que buscaron su tiempo en las seis vueltas lanzadas de la tanda.
Largó desde el vigésimo puesto en la carrera clasificatoria (una vez aplicado el régimen de penalizaciones) y logró avanzar hasta el decimocuarto lugar, cuidando su posición y con un ritmo holgado teniendo en cuenta que el pelotón de adelante ya estaba lejos y no servía de mucho malgastar la unidad.
En la carrera final, largó decimocuarto y tras disputar el puesto con González pudo avanzar un lugar y culminar decimotercero entre los veintinueve que habían sido de la partida.
La próxima competencia será el 1 de agosto en el autódromo Santiago “Yaco” Guarnieri de Resistencia como de costumbre.
German Miguel – Prensa Equipo Petrobras Saladas
La jornada dominical fue bastante “movida”, ya que la clasificación, la carrera clasificatoria y la final se disputaron simultáneamente.
En la clasifica, Escobar logró meterse entre los diez primeros, manejando con una sola mano mientras que con la otra sostenía la palanca de cambios, ya que la tercera velocidad saltaba al momento de acelerar a pleno. Luego de la misma, en Boxes se cambió la caja de cambios y se verificó el embrague para que quede todo en orden para largar la carrera clasificatoria.
Al aplicar el sistema de penalizaciones, Escobar partió desde la duodécima colocación batallando en los primeros giros con Matías Borchichi, Martín González y Diego Cavero. Llegó a perder tres posiciones quedando decimoquinto inclusive. Luego de los primeros seis giros de carrera, comenzó a recuperar terreno perdido y escaló hasta el sexto puesto, batallando nuevamente con el charatense Diego Cavero, que realizaba maniobras muy polémicas. El mismo Cavero lo embistió en la puerta delantera derecha a Escobar en el sector del curvón. El saladeño se desacomodo y casi entro en trompo, pero un golpe más del piloto de Charata lo enderezó en la pista, aunque hundió más el lateral derecho del auto. Sobre la sentencia, llegaron apareados Escobar, Cavero y Roy Villalba, pero la diferencia (inexistente para la vista humana) de 47 milésimos definió que el saladeño se adueñe del sexto puesto en una definición más que áspera.
Cabe aclarar que el puesto obtenido en la carrera clasificatoria, es el que dictamina el lugar en la parrilla de salida de la carrera final. Lo que llamó la atención fue que Cavero largó la carrera final desde el séptimo puesto, es decir detrás de Escobar. Al parecer, el choque de Cavero en perjuicio de Escobar, fue visto por las autoridades como un “toque de carrera” y no como una maniobra riesgosa, o antideportiva si se quiere. Lamentablemente, una vez más el comisario deportivo y el director de la prueba, dejaron mucho que desear.
La carrera final prevista a 18 vueltas, se inició con un incidente en la primera curva que enredó a cuatro autos, que quedaron mal ubicados en la pista. Esto motivo el agite de la bandera roja (suspensión parcial de la competencia, con opción a suspensión total si es que la situación así lo amerita), lo que derivó el ingreso de todos los competidores al sector de la “calle caliente” de Boxes, donde se otorgan algunos minutos para reparar los autos, que luego se encolumnaron en la parrilla de salida y en sus respectivos lugares.
En el relanzamiento se produjo el otro incidente que dejó mucho para analizar, aunque sólo para hacerlo desde nuestra óptica. Llegaron todos apareados al fondo de la recta principal, Escobar eligió ir por afuera y al intentar retomar el radio de giro ideal, Martín González no aflojó el acelerador y lo arremetió en la rueda trasera derecha al piloto de Saladas, que se fue al trompo y que al retornar a la competencia, la chapa hundida rozaba la cubierta despidiendo un humo gris, característico del caucho que se iba consumiendo. Entonces Escobar ingresó obligadamente a los Boxes y allí Manuel Martínez junto al resto de los colaboradores de Páramo, se valieron de algunas barretas para enderezar el guardabarros.
El piloto de Saladas volvió a la pista aunque ya con una vuelta menos, se dedicó a hacer todo lo posible para descontar en el clasificador, con un auto que evidenció un ritmo de competencia muy constante y lo suficientemente veloz como para pelear por los primeros puestos. Sin embargo algunas situaciones “favorables” en pista, permitieron que llegara en el decimosexto lugar entre veintiocho participantes.
Vaccaro sigue mejorando
El piloto bellavistense, Saúl “Tatín” Vaccaro, clasificó decimoctavo entre los veintinueve participantes que buscaron su tiempo en las seis vueltas lanzadas de la tanda.
Largó desde el vigésimo puesto en la carrera clasificatoria (una vez aplicado el régimen de penalizaciones) y logró avanzar hasta el decimocuarto lugar, cuidando su posición y con un ritmo holgado teniendo en cuenta que el pelotón de adelante ya estaba lejos y no servía de mucho malgastar la unidad.
En la carrera final, largó decimocuarto y tras disputar el puesto con González pudo avanzar un lugar y culminar decimotercero entre los veintinueve que habían sido de la partida.
La próxima competencia será el 1 de agosto en el autódromo Santiago “Yaco” Guarnieri de Resistencia como de costumbre.
German Miguel – Prensa Equipo Petrobras Saladas